Globalia se obsesiona con los vuelos para deportados pese a ser más cara. El gigante turístico que comanda Javier Hidalgo, hijo de Juan José Hidalgo, ha paralizado el concurso del Ministerio del Interior pese a que su propuesta cuesta dos millones más que la del ganador. La insistencia de la compañía está retrasando la adjudicación, que continúa en su bolsillo mientras está varada en el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC).
"Globalia ha controlado los vuelos de deportados en los últimos años. Este ejercicio, la empresa presentó una propuesta dos millones más cara que su competidor, una alianza entre Air Nostrum, Orbest y Evelop!", explican fuentes cercanas al conglomerado.
"El 25 de febrero, la Mesa de Contratación de Interior propuso adjudicar el servicio Air Nostrum y a las dos aerolíneas de Barceló --continúan--. No obstante, la secretaría técnica cambió de criterio en el último momento. Consideró que Orbest y Evelop no contaban con el llamado certificado ATO sobre instrucción interna de tripulaciones y descalificó a la unión temporal de empresas".
No es motivo
La terna de aerolíneas presentó un recurso ante el Tribunal de Recursos Contractuales. El supervisor dio la vuelta a la adjudicación. "El ente dictaminó en junio que no tener el permiso ATO no era una condición excluyente", agregan otros expertos consultados.
La resolución volvió a colocar a Air Nostrum, Orbest y Evelop! en el concurso. El 12 de julio, Interior readjudicó el contrato a las tres aerolíneas.
Estratagema
La licitación, valorada en 11,8 millones de euros para 18 meses, no acabó ahí. "Globalia presentó un recurso especial ante el TACRC. El tribunal aún no ha fallado, por lo que Air Europa, aerolínea de Globalia, sigue realizando los vuelos en virtud de una prórroga", explica una directiva cercano al caso.
El sainete podría demorarse aún más. Si el Tribunal vuelve a dar la razón al nuevo adjudicatario, el grupo de Hidalgo podría presentar un recurso contencioso administrativo.
"Ello no le serviría como un segundo ardid, pues mientras se resuelve el recurso, la adjudicación podría comenzar con el nuevo ganador", advierte la experta.
Inyección de 'cash'
Fuentes sindicales de Air Europa arrojan más luz sobre el caso. "La obsesión de Globalia para no perder los vuelos tiene un sentido: el servicio se paga con fondos Frontex en cash. Es una inyección directa de tesorería", explican.
En este sentido, cabe recordar que la división aérea del grupo aporta más del 40% de ingresos al conglomerado.
Cicatera con el personal
Pese a ser un negocio rentable, los sindicatos alertan de las malas artes que ha practicado la empresa con estos vuelos en el pasado. "Los operaban un grupo estable de tripulantes de cabina (TCP) contratados por obra y servicio. Cobraban mil euros. De golpe y porrazo, Globalia los puso de volar deportados en Air Europa a operar también enlaces comerciales", explica un sindicalista y empleado del grupo.
"Varios de los auxiliares de vuelo --abunda el mismo activista-- denunciaron ante la Inspección de Trabajo. Ganaron. La compañía se vio obligada a contratarlos de manera estable, y ahora ya tienen la escala salarial y los derechos que les corresponden".