Un hotelero, o muchos, según a quién se escuche en el sector, se está haciendo de oro con la moratoria de licencias de alojamientos turísticos en Barcelona. Acevi, una discreta cadena familiar, vende su flag hotel en la calle Villarroel de la Ciudad Condal por cerca de 30 millones de euros. La cifra es seis veces el precio de mercado por el alojamiento, un cuatro estrellas de 84 habitaciones que necesita una renovación.
"Con estos precios es imposible. El Villarroel se vende por más de 25 millones. La carestía de licencias hoteleras ha provocado una burbuja del coste de los activos que ya disponen de una". Quien habla es un profesional de la industria de compraventa de hoteles. Su análisis es compartido en el sector: en Barcelona hay burbuja, esta vez hotelera.
Olfato de negocio
El parón de licencias decretado por el Ayuntamiento de Barcelona el 1 de julio de 2015, y que no se levantará hasta la aprobación de un Plan Especial Urbanístico aún en tramitación, ha traído cola. También ha despertado el olfato para el negocio de los más avispados.
Uno de estos directivos sería J.L.C.V., la persona que, según el Registro Mercantil, está al frente de Acevi Hotels.
"Se trata de gente que venía de la construcción y buscaron refugio, o diversificaron riesgos, en el sector hotelero. Ahora están desalineados con el mercado", agrega la misma fuente.
En línea o no, a J.L.C.V. le va mejor en los hoteles que en la construcción. No en vano, el pasado abril entró en concurso Sobarna Lux, una filial del Grupo Inmobiliario Mi Casa, que comanda el directivo. La empresa figura en el registro anual de morosos que publica la Agencia Tributaria.
Calidad abajo, precios arriba
Así, la picaresca de algunos hoteleros tendrá efectos positivos en forma de plusvalías para unos pocos. Y negativos para el conjunto del sector. "¿Qué ocurre cuando se congela la oferta hotelera y la demanda sigue creciendo? Hay menos incentivos para mejorar los hoteles, que quedarán viejos a medio/largo plazo. Y hay incentivos para subir los precios", explica un directivo de un fondo inversor.
Esto es lo que ha ocurrido con varios hoteles de lujo de la capital catalana. "Las previsiones de precio medio por habitación (ADR, por las siglas en inglés) nos situaban en los 300 euros por noche. Hemos cerrado el verano por encima de esa cifra", explicaba recientemente un Rooms Division Manager de un lujoso establecimiento a Crónica Global.
Ejemplo en la Diagonal
Además del Acevi Villarroel, otro ejemplo de la especulación hotelera es la reciente venta del Silken Diagonal, que ha cerrado Benson Ellis por 80 millones. "Bank of America entró en 2005, aguantó hasta que el mercado subió y ha sacado una plusvalía de 50 millones. Es un ejemplo clarísimo de cómo operar de forma especulativa", explica el mismo profesional.
En este contexto de licencias cero y hoteleros avispados, ¿qué ocurrirá? "El mercado se estabilizará por sí solo. El hambre inversora, sobre todo en Madrid y Barcelona, sigue existiendo, pero con estos precios solo podrán comprar los grandes", concluye una de las fuentes consultadas.