Ryanair ha vuelto a arremeter contra los controladores aéreos. La aerolínea de bajo coste culpa a este colectivo, en especial al francés, del beneficio "moderado" que se ha anotado hasta junio. En el primer semestre del año, la compañía ha declarado un exceso neto de 256 millones, un 4% más que en el mismo periodo de 2015.
"El modesto incremento va en línea con los objetivos de la empresa. El hecho de que la Semana Santa no cayera en el primer trimestre, sumado a la volatilidad del mercado por lo atentados terroristas y las repetidas huelgas en espacio aéreo francés, especialmente en Francia, tuvieron un impacto en las reservas cerradas y causaron casi 1.000 cancelaciones", ha explicado Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair.
Pese a las protestas laborales en el estado galo, el número de pasajeros tranportados de Ryanair creció un 11% hasta los 31,2 millones de personas. Los ingresos de la aerolínea repuntaron un 2% hasta los 1.687 millones de euros.