El Prat arranca el año como mayor aeropuerto ‘low cost’ de Europa

Barcelona-Prat arranca el año como mayor aeropuerto europeo 'low cost' de Europa. El hub barcelonés, que con datos de noviembre sumaba 37,10 millones de pasajeros ( 5,6%), presenta una cartera de vuelos de bajo coste mucho mayor que el resto de aeropuertos españoles y europeos.

Vueling, Ryanair y easyJet aportaron el 57% del tráfico aéreo en la instalación barcelonesa, una cifra ocho puntos por encima de la media española, del 49,60%. La operativa de las aerolíneas baratas en El Prat lo sitúa por encima de aeropuertos como Gatwick y Stansted (Londres).

En este sentido, los expertos calculan que en el global de Europa las aerolíneas de bajo coste no rebasarán el 55% de tráfico hasta 2024.

Vueling domina

El empuje de las low cost en El Prat se debe en buena medida a dos aerolíneas. La española Vueling conserva una cuota de mercado del 36% ( 4 puntos) en el aeródromo barcelonés.

El hub barcelonés también bebe de la estrategia de Ryanair. La operadora que capitanea Michael O’Leary incrementa presencia con un 14% de cuota y un crecimiento de doble dígito, en detrimento de los aeródromos de Girona-Costa Brava y Reus-Costa Daurada.

Avanza posiciones

El dominio de El Prat en el segmento de aerolíneas low cost no tiene visos de cambiar. La tercera operadora en liza en Barcelona, la británica easyJet, transporta a un 7% de los pasajeros que vuelan desde o a la Ciudad Condal. En 2015 ha crecido al 12%, y este año se desbocará: en febrero abrirá base, con tres aviones estacionados.

Por su parte, la escandinava Norwegian estrenó en octubre vuelos domésticos desde el aeropuerto barcelonés, además de conexiones desde Madrid y Málaga. En un período de un año, además, la operadora lanzará vuelos transatlánticos desde la capital catalana.

No obstante, y a la espera de los datos cerrados de 2015, el segundo mayor aeropuerto español se descuelga de la pugna por el primer puesto. Madrid-Barajas creció a doble dígito en 2015, alentado por las nuevas rutas de Iberia y una política de conexiones menos centrada en las low cost.