Comín 'cabrea' a todo el mundo con la nueva ley del CatSalut

El consejero catalán de Salud, Toni Comín, ha conseguido cabrear a un gran espectro de fuerzas de la sanidad pública catalana con la nueva ley del Servicio Catalán de Sanidad (CatSalut). El anteproyecto de texto de fórmulas de gestión no gusta ni a los consorcios hospitalarios, ni a sindicatos ni a la Marea Blanca.

El movimiento activista y vecinal protestará hoy ante la facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona (UB). La plataforma amplia denunciará ante el departamento que el marco normativo "abre la puerta a la gestión privada" de servicios públicos.

No es el único malestar con la futura ley presentada el martes en el consejo ejecutivo del Govern. CCOO ha expresado su rechazo y ha anunciado una ronda de contactos con los partidos políticos para frenar la iniciativa. En el sector de los consorcios, la nueva ley también ha sido recibida de forma gélida.

"Camufla intereses privados"

Una de las que verbalizará hoy su malestar con la iniciativa es la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), dentro de la Marea Blanca. Su portavoz de sanidad, Marcela Güell, considera que la futura norma "esconde intereses privados".

"Ya sabemos que bajo el epígrafe de conciertos 'sólo con entidades privadas sin ánimo de lucro o economía social' se esconden fórmulas extrañas que acaban desdibujando el carácter público de la prestación sanitaria", ha aseverado.

A este respecto, la activista cita experiencias como las entidades de base autónoma (EBAs), asociaciones de profesionales sanitarios que prestan un servicio al CatSalut.

CCOO: "Opaca y mala para el trabajador"

Otro de los actores que se opone frontalmente al anteproyecto es CCOO. "La llamada economía social se ha demostrado nefasta para los trabajadores en otros sectores, como el cárnico", ha explicado David Ricart, responsable de la red Siscat del sindicato.

"Con esta ley, un grupo de médicos podría prestar un servicio en un hospital sin controles exhaustivos, al precio que ellos quieran y con personal a precios más bajos; no olvidemos que tendrán trabajadores laborales, no estatutarios", ha valorado el activista.

Según él, si la ley de provisión se aprueba, "se podría dar la situación de que diez fundaciones o entidades de médicos o profesionales parasiten los servicios sanitarios de un hospital. Sí, no tendrán ánimo de lucro, pero, ¿qué salarios cobrarán? ¿A qué precio los concertará el CatSalut?".

Consorcios, también disgustados

Por último, el texto, que es en esencia una transposición de dos directivas europeas sobre gestión no sometida a contratación, tampoco ha gustado en el sector de los consorcios sanitarios.

"Propone una fórmula de concertación vertical que lamina la autonomía de gestión de los centros. Provocará que el CatSalut haga encomiendas de gestión a los hospitales con sus propias normas", explica un directivo de una agrupación de centros sanitarios de fuera de Barcelona.

"Ello significa que los consorcios, que al final son empresas públicas con una participación mayoritaria de la Generalitat, tendrán obstáculos para fijar sus normas de gestión y financieras", ha agregado la misma fuente.

Regulará quién presta qué

Cabe recordar que la memoria preliminar del anteproyecto de ley fue aprobada el martes en el consejo ejecutivo del Govern. Ahora empezará su tramitación parlamentaria.

En esencia, el texto regula qué entes prestan servicios sanitarios al CatSalut y en qué condiciones lo hacen. Preguntado por el contenido del mismo y si lo modificará o buscará concitar más consenso, Salud no ha contestado a los requerimientos de este medio.

El martes, el departamento defendió que la futura norma "prioriza la prestación de servicios sanitarios de entidades sin ánimo de lucro o economía social frente a las que tienen ánimo de lucro".