Unas 50 personas del Sindicat de Llogaters protestan delante de Finques Teixidor / CEDIDA

Unas 50 personas del Sindicat de Llogaters protestan delante de Finques Teixidor / CEDIDA

Vida

El Sindicat de Llogaters logra la renovación de contratos tras una protesta en Finques Teixidor

Unas 50 personas se han concentrado para exigir una mesa de negociación, pues la inmobiliaria mantenía a los vecinos del número 126 de Rocafort en prórrogas para evitar la regulación de alquileres

24 noviembre, 2021 20:17

El Sindicat de Llogaters ha logrado la renovación de contratos a siete años y el mismo precio que el actual para los vecinos del número 126 de la calle Rocafort de Barcelona. Lo han hecho después de que unas 50 personas se hayan reunido esta tarde delante de Finques Teixidor para exigir una mesa de negociación con la inmobiliaria y la empresa propietaria Marvi Eixample.

Los manifestantes han denunciado a través de un comunicado que llevaban “más de medio año sin respuesta”, por lo que a las cuatro de la tarde se han plantado en frente de la compañía para denunciar la situación de estos vecinos. Ha sido entonces cuando la propiedad –por vía telefónica– y la inmobiliaria se han comprometido a firmar el próximo 3 de diciembre cuatro renovaciones de contrato a siete años.

Prórrogas del contrato

Los afectados pedían la renovación desde antes de la pandemia, pero la inmobiliaria solamente accedía a realizar prórrogas de un año o de seis meses –acogiéndose así a las clásusulas que se habilitaron por el Covid-19–. Desde entonces, reclamaban una solución que pasara también por la eliminación de cláusulas abusivas y un compromiso de mantenimiento del estado de la finca. 

Así pues, el Sindicat de Llogaters deuncia la "sistemática situación" en la que muchas inmobiliarias y arrendadores se niegan a renovar los contratos con tal de "esquivar el cumplimiento de la reguación de precios". Asimismo, alertan de la "inseguridad e inestabilidad que esto genera a las familias alquiladas".

Piden cambios en la LAU

En este sentido, piden al Govern que la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) catalana, además de garantizar la regulación de precios de los alquileres, regule la duración de los contratos.

Es más, quieren que estos se renueven automáticamente, siempre y cuando los inquilinos cumplan sus obligaciones y la propiedad no necesite el piso para uso propio o de un familiar cercano.