Restaurantes Michelin venden a sus clientes agua del grifo a precio de oro
Varios locales usan botellas de diseño sin etiquetar con inscripciones como “agua purificada” o “de km 0” que pueden “engañar al consumidor”
24 agosto, 2016 22:30Agua “recién filtrada”, “purificada” y “de km 0” para ocultar que es "agua del grifo". Es la última ocurrencia de restaurantes de cierto nivel en España, que venden envases sin etiquetar a los clientes: líquido transparente, incoloro, inodoro e insípido en estado puro, tratado en los mismos establecimientos con fuentes para filtrarlo y herramientas para embotellarlo en frascos de diseño ofrecidos a precio de oro.
La Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas (ANEABE) alerta de esta situación. La práctica, para la que se usan botellas con apariencia de agua envasada, presenta dos problemas acorde a la ley, según su secretaria general, Irene Zafra: la falta de etiqueta y las condiciones de higiene.
Restaurantes exclusivos
Aguaviva es uno de los proveedores de “fuentes de salud”, tal y como ellos lo califican. Son dispensadores que recogen el agua del grifo y la filtran para purificarla, es decir, eliminar la cal, microorganismos, sales innecesarias, etc. En su página web aparecen algunos de los chefs españoles que usan este sistema.
Entre ellos se encuentran cocineros de la talla de Martín Berasategui, con tres estrellas Michelin y tres soles Repsol; Iván Muñoz, chef del restaurante Chirón, que cuenta con una estrella de la guía Michelin y dos soles Repsol; y Fran Martínez, Kisko García, Diego Gallegos, Pablo González y Jaime Uz, todos ellos con una estrella Michelin, entre otros.
“Agua de abastecimiento público”
Las botellas de diseño que usan los restaurantes en estos casos no llevan etiqueta. “Esto puede engañar al consumidor, que piensa que es agua mineral cuando bebe agua del grifo filtrada”, afirma Zafra. El real decreto sobre la información alimentaria en los envases obliga a especificar la procedencia del producto en el etiquetado. Las inscripciones que califican el agua de “purificada”, “recién filtrada” y “de km 0” no indican su origen.
“Lo que deberían poner en las botellas es ‘Agua de abastecimiento público’, que es lo que en realidad venden”, se queja la secretaria general de ANEABE. Este juego al despiste puede confundir al comensal. Zafra insiste: “Si el consumidor estuviera al corriente y dispuesto a pagar el precio que se le pide, no habría ningún problema”.
En jarras
El segundo problema que ven desde la asociación es que el proceso de filtrado en los mismos restaurantes no cumple las condiciones de higiene establecidas, ya que la “ley concreta cómo se tiene que envasar el agua –sin ningún contacto humano –, obliga a analizarla, etc”.
Si la presentación fuera otra, en jarras, la cosa cambiaría. En muchos países europeos se ofrece agua del grifo a los clientes de restaurantes, gratuita y servida en estos recipientes, hecho que hace evidente que no se trata de agua envasada. “Aquí el problema lo tendrían por otra parte, que seguramente no lo podrían cobrar como hacen ahora”, explica Zafra.
Uno de los valores añadidos que ofrecen las empresas proveedoras es que permiten a cada restaurante personalizar las botellas. El diseño exclusivo con el nombre del chef o del establecimiento es atractivo para muchos, y no da la sensación de agua del grifo.