Vida

La Vanguardia inserta la propaganda "oficial" del 9N

Alarma en el PP ante el avance de Podemos, titula El País. Granados y Oleguer Pujol, protagonistas de la corrupción. La prensa de Madrid aplaude el dictamen del Consejo de Estado, pero el 9N ya está en marcha.

31 octubre, 2014 10:34

Pablo Iglesias, Francisco Granados y Artur Mas. Este es el trío de actualidad, las tres posibles direcciones a las que conduce la política: el poder, la cárcel y la nada. El tan virtual como irresistible ascenso de "Podemos" también se sustenta sobre tres patas, los medios convencionales, la corrupción y las "tensiones periféricas". A diestra y siniestra los columnistas del papel advierten sobre la gravedad de una hipotética Moncloa tomada por Iglesias, Monedero y Errejón, que es el más ortodoxo de todos ellos. Hasta el profesor Tubau, en la edicición catalana de El Mundo, alerta sobre el particular: "Lenin y Stalin repugnan a cualquier personal partidaria de un modo civilizado de gobernar el mundo. Por eso no parece sensato votar a un movimiento -porque más que un partido es un movimiento- como Podemos. Bien está que Podemos esté en la oposición, que chinche a los que gobiernan y destape las vergüenzas de peperos -y sociatas si se tercia-, que desenmascare a los ladrones, de Pujol al PP en pleno. Pero no que ocupe la centralidad de la política española, como dijo querer Pablo Iglesias. Iglesias ha creado un personaje espléndido: suave pero firme, un Pepito Grillo perfecto e implacable. Es muy necesario que siga ahí".

La propuesta de Tubau es una explosión controlada, la creación del opositor esférico, la composición de un mundo perfecto en el que la izquierda pone la música, la derecha, la letra y los tipos de Podemos aplauden o lanzan tomates. Otro viejo profesor, José María Carrascal, opina que la sustancia no está en un moralista desaliñado en la carrera de San Jerónimo sino en la Justicia: "Necesitamos una catarsis para devolver a los españoles la confianza en las instituciones. Catarsis que alcanza también al pueblo español en su conjunto, ya que, para ser efectiva, todos tenemos que empezar a pensar que la llegada al poder municipal, autonómico o nacional de nuestro partido, nuestros amigos o familiares no va a reportarnos ningún provecho extra. En cuanto a un plan anticorrupción, personalmente, lo reduciría a un solo artículo: una justicia realmente independiente y ágil".

Podemos, sea galgo o podenco, movimiento o reacción, no ocupa la centralidad sino el "prime time" y no debate con políticos, sino con periodistas de verbo ágil, pero sin el colmillo partidista y con consignas demasiado flexibles como para que calen entre los tronistas de "Hombres, mujeres y viceversa". En cambio, el lánguido Iglesias, hijo del Valle del Kas, un "Jesucristo Superstar" indignado con los mercaderes en el templo de la tele, revuelve el río. ¿Quién lo pondría ahí? Es el primer telepredicador de España. Los periódicos lo crucifican día sí día también. Las televisiones de los periódicos, a la contra, lo emiten a todas horas, entre los frijolitos y Sandro Rey, que es el Iglesias de las tinieblas y las mancias. En el pecado llevan la penitencia.

La Operación Púnica continúa. Granados lleva más de 72 horas esperando a declarar ante el juez Velasco de la Audiencia Nacional. Al presidente de la Diputación de León, Marcos Martínez, le han cascado prisión incondicional. Los alcaldes han salido con fianza. Francisco Velasco, en La Razón, explica las "bodas de sangre" en las cacerías cartaginenses. Uno de los empresarios que denunció los trapicheos relata que cuando mató su primer jabalí, Granados lo sentó en una silla y le esparció las vísceras del animal en la cabeza. ¿Una testa de caballo en la cama? Paridas.

La bronca y la alarma en el PP son máximas. Rajoy apoya a Esperanza Aguirre pese a haber confiado en el jinete, cazador y restriegaentrañas de Granados y Esperanza Aguirre apoya a Rajoy en lo de hacer limpieza a fondo y hasta el final. Todo el mundo vuelve la vista hacia el demiurgo de Rajoy, el marido de Celia Villalobos. Se espera la confirmación de una jugada maestra, la fragmentación de la izquierda, pero el experimento avanza, de momento, hacia la creación de un Frankenstein que puede convertir La Moncloa en un palacio okupa. También todo el mundo coincide en que PP y PSOE se lo merecen, pero no quieren ni ver a los podemistas pisando alfombra. Sólo en televisión. Aún colea la exclusiva de Francesc Moreno y Toni Bolaño en CRÓNICA GLOBAL sobre el próximo CIS.

Cataluña. Continúan las aventuras de Oleguer Pujol en La Razón, donde Ricardo Coarasa y C. Castro remueven el asunto de la empresa contratada por el menor de los Pujol Ferrusola para borrar información sensible. Y siguen también los movimientos internacionales de dinero "opaco". En El Periódico, Jesús García Albalat explica que el juez Pedraz ha decidido bloquear también las cajas de seguridad del "broker". Pero el protagonista es Artur Mas. El segundo 9N colapsa, según la prensa madrileña. El Mundo titula que "La nueva consulta 'agrava los vicios de inconstitucionalidad'". Se trata de una crónica de María Peral en la que escribe: "También sostiene (el dictamen) que el 'president' pretende eludir los controles de manera 'consciente, reiterada y pública' y le acusa de 'desconocer' la 'lealtad constitucional'". En Abc titulan "Ni consulta ni sucedáneo". En El País, por contra, el encabezamiento es para el momento pánico: "El PP teme una debacle electoral si Rajoy no frena la corrupción".

Los diarios editados en Barcelona se ciñen al proceso soberanista. La Vanguardia se suma a la publicación de la propaganda del 9-N y El Periódico anuncia en exclusiva que los partidos y la Generalidad preparan un plan c consistente en pedir a los ciudadanos su firma para denunciar al Gobierno en Europa y en el mundo entero. No lleva publicidad del referéndum, pero en su edición digital se advierte desde ayer que ya está disponible el listado de locales electorales. "Consulta dónde votar el 9N", advierte a sus lectores desde ayer por la tarde en lugar bien visible.

Los partidos del frente soberanista creen que ya no hace falta ni decreto ni más oficialidades. Quién quiera votar, ya sabe dónde hacerlo. Será una "rave" referéndum, sin convocatoria, sin anuncios, sin censo y sin zarandajas leguleyas. "Es la política", dicen los partidarios de la ruptura mientras llaman a hacer grandes colas a partir de las nueve del nueve. Es imparable, se jactan.

31 de octubre, Estratónica, Nemesio, Lucila, Quintín y Urbano.