Agentes de la Guardia Urbana en una actuación contra las fiestas y botellones nocturnos en Barcelona / EFE

Agentes de la Guardia Urbana en una actuación contra las fiestas y botellones nocturnos en Barcelona / EFE

Vida

La Guardia Urbana de Barcelona pide reabrir las discotecas para acabar con el botellón

CSIF denuncia la precariedad laboral y apunta directamente al regidor Albert Batlle, que considera que ha "fracasado" ante el auge de los botellones

27 agosto, 2021 14:06

La Guardia Urbana de Barcelona, junto a los Mossos d’Esquadra, han gestionado las fiestas ilegales, primero durante el toque de queda en Gràcia y ahora las aglomeraciones en el parque de la Espanya Industrial de Sants. No obstante, la sección sindical municipal CSIF ha cargado contra lo que considera una "mala gestión" del Ayuntamiento ante estos hechos y la “falta de apoyo” que asegura que recibe el cuerpo de seguridad local. 

Eugenio Zambrano, secretario de organización de CSIF, ha acusado al gobierno de Barcelona En Comú y PSC de debilitar “el sistema público de seguridad" y de "perjudicar a los ciudadanos”. Las aglomeraciones y botellones en las Fiestas de Gràcia que se han repetido en Sants han provocado algunas agresiones en el ejercicio de las funciones de los agentes que se sienten incapaces de actual "con criterios profesionales".

Piden criterios profesionales a Batlle

El sindicato de la Guardia Urbana, además de cargar contra el Ejecutivo municipal, lo hacen contra el regidor de seguridad y prevención del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle. El edil socialista --desde 2019, en Units per Avançar-- afirmó que “los botellones se deben normalizar socialmente”, algo que desde el CSIF han tildado de “fracaso político a la hora de gestionar la seguridad y la convivencia en la ciudad”.

La desprotección, según argumentan los agentes, es sistemática. Por lo que han instado a Batlle a hacer “imperar los criterios profesionales y no los políticos”. Esta referencia se debe a la debilidad con la que han sido tratadas las aglomeraciones por parte del consistorio en las fiestas populares de los barrios que, tal como explica Zambrano, han creado un problema de convivencia con conflictos en el espacio público, molestias a los vecinos --muchos de ellos lo han denunciado--, conductas incívicas y deterioro de las vías de la ciudad.

Más de 400 agresiones en cuatro años

“Cuando el señor Batlle afirma que se deben socializar los botellones, también socializa toda esta problemática”, ha remarcado. Por ello, han solicitado que el ocio nocturno reabra para poder tener un control de las fiestas ilegales que se han dado de forma reiterada las últimas semanas en Barcelona y suponen un riesgo para la transmisión del Covid-19.

La Guardia Urbana ha tenido 2.240 accidentes de trabajo con baja laboral, de los cuales 406 han sido por agresiones sufridas en el ejercicio de las funciones de los agentes desde enero de 2016 a mayo de 2021. “Estas cifras hablan por sí solas”, ha sentenciado Zambrano ante la “mala gestión” que ha asegura tiene la policía del municipio por parte del consistorio.