Este dispositivo parece sacado de una película de ciencia-ficción. Son unas gafas que en su cristal derecho incorpora una pequeña pantalla interactiva que responde a la voz o al tacto de un sensor en la patilla.
A través de la pantalla se puede navegar por internet, grabar vídeo o tomar fotografías y ejecutar un todavía reducido números de ‘apps’. Es por esta razón, la de poder grabar vídeo o tomar fotografías, por la que las Google Glass habían sido vetadas en cines y varios museos.
También hubo quien criticó el dispositivo por qué atentan contra la privacidad y suponen una distracción para los conductores.