Vida

Firmas falsas en el manifiesto del trío crítico del PSC

"Better together": El PP pide al PSOE unidad frente a Mas, asegura El Mundo, que recoge también el sobrecoste del fichaje de Neymar. La entrevista de la BBC, desaparecida.

20 enero, 2014 09:03

Hiroo Onoda es el personaje del año y sólo llevamos veinte días. Murió el jueves de la semana pasada. Onoda era el teniente del Ejército Imperial japonés de la Segunda Guerra Mundial que no se rindió hasta 1974. Cumplía órdenes y se llevó por delante a treinta civiles filipinos en su particular guerra en la selva. Un crack. En una ocasión llenaron la isla de altavoces para explicarle al empecinado Onoda que la guerra había terminado. Ni caso. Tuvo que ir su inmediato superior a pedirle que depusiera las armas. Lo de este personaje es un mito generacional, como el Triángulo de las Bermudas o lo de Uri Geller doblando cucharillas con la mente. Onoda, be water my friend. Nuestros Onodas son los tres diputados socialistas que se resisten a devolver el escaño. Para ellos, la obediencia catalanista es el bushido y está por encima de las bases, de las siglas y de la historia. Son como el samurai emboscado en la isla de Guam. No se pueden creer que el tripartito ya no gobierne en Cataluña. Onoda Elena estuvo impagable en una rueda de prensa el sábado rodeado de jacarandosos partidarios que le reían las gracias. Ni se apean del burro ni se rinden.

La novedad está en "La mirilla" de La Vanguardia, nota en la que se cuenta que José Montilla y Manuel Bustos y Alicia Romero han sido incluidos en la lista de apoyos a Marina Geli, Núria Ventura y Joan Ignasi Elena por error, que les han falsificado la firma, que ellos, desde luego, no han firmado y que más bien están por lo contrario. Iñaki Ellakuría, en el mismo diario, alude al congreso de Sitges, en 1994. Veinte años atrás, los capitanes -los alcaldes metropolitanos liderados por Montilla- tomaron el control del partido a despecho de los catalanistas de Raimon Obiols. Lo que ocurrió después, durante casi estos veinte años, fue todo lo contrario de lo comprometido. Aquellos hijos del pueblo, más Corbachos que Maragallos, se afiliaron a la "gauche", se volvieron a casar y descubrieron las ventajas argumentales del catalanismo, que es como tener razón siempre y hasta oler mejor. Hasta el día en que al president Montilla a poco lo linchan en la manifestación contra la sentencia del Estatuto.

En conclusión, que los tres díscolos, disidentes o desubicados dicen que cada vez tienen más apoyos. La autenticidad de las firmas es lo de menos. El Punt Avui, sin ir más lejos, titula a toda portada que "Los críticos del PSC ya tienen cerca de 1.500 adhesiones". "Gairebé, gairebé". La Vanguardia habla de seiscientas firmas. Ivan Vila firma una información en el viejo Avui titulada "Apoyo exponencial a los críticos". Una sutileza. La función exponencial es la derivada, una función holomorfa en el plano complejo. Y el crecimiento exponencial es, por ejemplo, el número de miembros en poblaciones de ecosistemas cuando carecen de predador y los recursos son ilimitados (no existe competencia intraespecifica), según la Wiki. El Punt Avui es el periódico de Marina Geli, que propone un "gabinete de crisis" jaleada por el portavoz de "Avancem", Jordi del Río.

El País del domingo certificaba el fracaso internacional de Artur Mas ("El desafío de Mas se estrella con un muro de silencio internacional", titulaban en primera), razón por la que la propaganda convergente dedicó toda la jornada a exhibir la entrevista en la BBC. La dicha BBC ejerce un influjo mágico en los independentistas. ETA la utilizó para escenificar algunos de sus comunicados de cuando mataba. La BBC, gran prestigio. Ahora mismo, en el Reino Unido, hay un interesante debate sobre la permisividad de esta empresa pública con uno de sus presentadores estrella durante décadas, un tal Savile, que abusó de cientos de menores en los camerinos de la BBC. La British Broadcasting Corporation, nada que ver con Bodas, Bautizos y Comuniones. Sale en todos los diarios porque, en cualquier caso, la BBC es una portada global y no pasa todos los días que entrevisten a un presidente autonómico. Mas estuvo irredento e irreductible, you know, pero está missing en los quioscos. Otra vez el testimonial El Punt Avui es el único que le da cancha en su primera. "Mas, en la BBC: No se puede parar una acción democrática", titulan bajo lo de los socialistas. Flaquean las fuerzas demiúrgicas y la internacionalización del conflicto se queda en que el entrevistador estuvo en Sudáfrica. Lo cuenta María Jesús Cañizares en el Abc:

"En su grandilocuente comunicado, la Generalidad expresa su orgullo y satisfacción por la entrevista que el periodista Allan Little ha hecho al presidente al presidente [autonómico] catalán Artur Mas. Destacan que Little cubrió 'la transición sudafricana a la democracia'. Si hay alguna posibilidad, por pequeña que sea, de que el dirigente nacionalista se compare con el recientemente fallecido Nelson Mandela, hay que aprovecharla. Aunque eso tenga lugar un par de días después de compartir mantel con Roberto Maroni, presidente de Lombardía y dirigente de la xenófoba Liga Norte".

En El Mundo, la fotografía de portada es para Sandro Rosell, en el programa que ayer protagonizó en TV3 (un espacio sobre gastronomía y star system català, por decirlo rápido). El titular, el segundo más destacado (el primero es sobre el tocomocho de UGT en Andalucía), es para el fichaje de un futbolista.: "Rosell pagó 95 millones por Neymar y no los 57 que dijo". Firman el texto Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta. "Gairebé" cien kilos. "Esta es la cifra que revelan los contratos suscritos entre el club azulgrana y el jugador brasileño, que obran ya en poder del Juzgado de Instruccion número 5 de la Audiencia Nacional y a los que ha tenido acceso El Mundo", escriben. Hay una prima de fichaje de diez millones y otros once en "comisiones justificadas, en parte, como ayuda a favelas". Lo que se dice un contrato en una servilleta de papel, pero al revés.

Otra novedad, también en la portada de El Mundo: "El PP propone al PSOE actos conjuntos para intentar frenar a Artur Mas". Se trata de una información de Carmen Remírez de Ganuza y M. Cruz fechada en Madrid en la que se afirma que el PP quiere forjar una alianza parlamentaria con el PSOE que podría extenderse a la celebración de algún acto conjunto. "Para los populares, el referente es la campaña de los unionistas británicos Better Together (Mejor juntos), con la que conservadores, liberales y laboristas han hecho frente al desafío soberanista escocés mediante una única estrategia y una serie de actos conjuntos", se cuenta en la crónica, como también que en el PSOE y en el PSC no están precisamente por la labor.

Actos conjuntos es lo que pide Esperanza Aguirre en su colaboración de los lunes en Abc, pero con Ortega Lara y su nuevo partido, Vox. La disidencia en versión madrileña:

"Para el Partido Popular, como para cualquier partido democrático del mundo, tener en sus filas a Ortega Lara es un lujo de valor incalculable. Sin temor a equivocarme creo que, a su lado, todos los demás podemos llegar a ser prescindibles. Por eso me dolió enormemente que, en mayo de 2008, por estar en desacuerdo con la línea política del Partido Popular en relación con los nacionalismos, abandonara el partido, casi al mismo tiempo que María San Gil –otra de las referencias indiscutibles del Partido Popular en el País Vasco– dejaba la presidencia del partido en esa región de España donde la libertad no ha acabado de llegar. Y por eso me duele que ahora patrocine un partido que defiende un programa que, en esencia, es igual al que defendemos la práctica totalidad de los que seguimos dentro. Y por eso me sorprenden las declaraciones de algunos dirigentes de mi partido en las que, o bien le niegan a Ortega Lara la autoridad para opinar sobre los nacionalismos, o bien le acusan de haberse ido a la derecha, como si defender la unidad de España no fuera un deber de todos los españoles, de derechas, de izquierdas y de centro".

Ni una sola vez cita el nombre de la formación, Vox, que sí aparece en la ilustración del texto, un retrato de Ortega Lara y un bocadillo con la palabra.

Federico Jiménez Losantos, en su columna de El Mundo, también disiente, en este caso, sobre el uso del término "soberanista": "Soberanista es el que defiende la soberanía del pueblo español expresada en la Constitución. Y el que defiende la cesión de soberanía nacional española a la UE. El que quiere separarse de España y crear un Estado catalán se dirá 'soberanista', como los etarras 'gudaris', pero, desde el punto de vista español, es, simplemente, separatista. Y así hay que llamarlo".

La nota singular es la manifestación españolista en París. Miles de personas en rojo y gualda a favor de la reforma Gallardón de la ley del aborto. Ver para creer. En La Vanguardia es un breve con foto, otros periódicos ni lo dan, pero en La Razón es la imagen de portada. "¡Viva España!: París grita a favor de la reforma de la Ley del Aborto de Gallardón" es el pie de foto. El titular principal es para el expediente etarra, que pretende colocar a los presos liberados en sus siglas políticas, Sortu, Bildu, Amaiur y en general lo que antes era conocido como Herri Batasuna, sin más historias.

Último apunte en clave socialista y catalana. Artículo de Josep Borrell y Joan Llorach (empresario) en El País sobre el manido déficit fiscal: "Es errónea la idea de que el déficit fiscal con España impide la recuperación catalana: no llega a 800 millones, y si se cuentan los servicios que benefician a los catalanes, Cataluña tiene un superávit de cuatro mil millones", afirman.

Borrell, vieja guardia que no ha firmado el manifiesto del trío crítico, sector Onoda.