Jesús, el paciente del Hospital del Vendrell que falleció esperando la visita de seguimiento del neurólogo que no se produjo por falta de médicos / CG

Jesús, el paciente del Hospital del Vendrell que falleció esperando la visita de seguimiento del neurólogo que no se produjo por falta de médicos / CG

Vida

Jesús, el paciente catalán que murió esperando un médico especialista

El vecino, aquejado de demencia con cuerpos de Lewy, falleció aguardando a un neurólogo que no llegó; los sindicatos ven una 'fuga' de galenos por los bajos salarios

13 julio, 2019 00:00

¿Qué pasa en la sanidad pública catalana? Con la atención primaria al límite y las agendas, en muchos casos, cerradas hasta septiembre, la atención de especialistas y hospitalaria también se tambalea. El último caso lacerante es el que le ocurrió a la familia de Jesús, un vecino de la zona de Tarragona aquejado de demencia con cuerpos de Lewy que falleció esperando una visita de control y revisión de medicación en el Hospital del Vendrell. El contacto entre médico y paciente no se produjo porque al centro sanitario, que trabaja en la red pública por un acuerdo de actividad con el Servicio Catalán de Sanidad (CatSalut), le faltan médicos.

En conversación con este medio, la familia del vecino ha denunciado que el paciente, de 82 años, estaba en tratamiento con una nueva medicación. "Había empezado y tenía el primer control a los dos meses, pero su condición se deterioró. La visita estaba programada para finales de mayo, pero se fue retrasando. Llegó finales de junio y seguíamos esperando", ha explicado su esposa. Jesús necesitaba la visita con el especialista, máxime si cabe por el empeoramiento de su salud. "Ya casi no caminaba y hablaba. La demencia había progresado muy rápido", ha agregado. Finalmente, el ciudadano falleció la pasada semana. Nadie lo había visitado.

"Tres neurólogos en dos años"

La marcha de Jesús fue el final de una asistencia sanitaria cuanto menos mejorable. El paciente fue tratado en la sanidad privada hasta hace cerca de dos años, pero en ese momento pasó al circuito público. "Era mejor, pues los especialistas que lo trataban --neurólogo, estomatólogo o reumatólogo, entre otros-- tenían todos el mismo historial", señalan desde su entorno. La entrada en la red pública descubrió uno de los problemas endémicos de la sanidad catalana: la falta de médicos. "A Jesús lo visitaron tres neurólogos en dos años. Durante el mismo periodo de tiempo también estuvo en manos de tres reumatólogos distintos", enumeran los allegados del paciente.

El final de este ciudadano no significó que el Hospital del Vendrell --que pertenece a la Xarxa Santa Tecla, una red privada vinculada al Arzobispado de Tarragona-- estabilizara su plantilla. "La semana pasada se fue el último neurólogo del centro sanitario, un chico joven que era muy bueno. La ciudad sanitaria se ha quedado definitivamente sin este especialista", ha alertado su esposa. Ello es preocupante en la medida en la que este equipamiento presta servicio a toda la comarca del Baix Penedès. De lo contrario, los pacientes tienen que acudir a Tarragona ciudad. Tras el óbito de Jesús, los problemas no han terminado para su familia. "Desde su fallecimiento y ocho días después, nadie nos había dicho nada. Tuvimos que ir a atención al usuario y rellenar un formulario. Junto al mostrador el personal sanitario había colocado carteles con el lema No podem més (no podemos más en catalán)", han relatado.

Hospital: "Movimiento de personal"

Preguntado por este medio, un portavoz de la Xarxa Santa Tecla ha admitido que "es cierto que en los últimos años se ha producido un importante movimiento de personal en la unidad [de Neurología], lo que ha provocado que muchos pacientes hayan tenido que cambiar de médico de referencia". Según la misma fuente, "la dirección del hospital está trabajando para incorporar uno o dos profesionales que aporten estabilidad al servicio". Ello no será fácil. "Es un proceso difícil porque se trata de una especialidad muy buscada y es un problema [la falta de médicos] que afecta a todo el sistema sanitario catalán. No es la única especialidad en la que faltan especialistas. Anestesistas, pediatras y cirujanos también van muy buscados en todos los centros hospitalarios".

Pese a este reconocimiento de precariedad en la plantilla, desde la Xarxa Santa Tecla niegan afectación sobre la prestación sanitaria. "Se continúa trabajando y dando respuesta a la demanda asistencial de la población de referencia del Baix Penedès". Para sostener este argumento, indica la fundación que este año ha completado 769 primeras visitas y 1.350 consultas sucesivas. En todo el ejercicio anterior fueron 1.557 y 2.969 contactos de seguimiento. En relación al caso de Jesús, el hospital se defiende. "Un caso de neurología no siempre necesita un neurólogo, sobre todo tras el diagnóstico de la dolencia. En las visitas sucesivas y pruebas complementarias, pueden intervenir especialistas de Medicina interna o de Medicina familiar y comunitaria [de cabecera]". En cualquier caso, defiende la fundación, "en casos de complicaciones o episodios críticos los servicios de urgencias del hospital están operativos las 24 horas del día".

"Guante de seda" con Xarxa Santa Tecla

Fuentes sindicales han explicado a este medio que "desconocen" el impacto de la falta de especialistas. No obstante, han criticado el concierto con la Xarxa Santa Tecla, de la que lamentan que "sea el niño mimado de la administración pública sanitaria en la zona de Tarragona". En este sentido hacen hincapié en que todos los últimos gerentes de la región sanitaria Camp de Tarragona salvo los dos últimos "procedían del organigrama de Santa Tecla".

Respecto a la falta de especialistas, Metges de Catalunya denunció ayer en TV3 que la actual oferta educativa en las facultades de Medicina en Cataluña no cubre la oferta. Asimismo, el MIR, que depende del Ministerio de Sanidad, tampoco tiene suficientes plazas para cubrir las especialidades que más faltan en la autonomía. A este defecto inicial en la formación de los galenos se le une el hecho de que los salarios en la medicina privada y fuera de la región son más elevados, lo que provoca un efecto éxodo de facultativos que, hasta el momento, el Gobierno catalán no ha conseguido frenar y revertir.