Una mujer mayor recibe un regalo por Navidad / PIXABAY

Una mujer mayor recibe un regalo por Navidad / PIXABAY

Vida

La epidemia de soledad pesa más en Navidad

En España hay 1.960.900 personas mayores de 65 años que viven solas y sufren más estos días la falta de compañía

25 diciembre, 2018 00:00

Los especialistas ya califican la soledad de epidemia, con perjuicios en la salud mayores que la obesidad o el tabaco. Pero su mayor impacto llega en Navidad. Especialmente entre las 1.960.900 personas mayores de 65 años (1.410.000 mujeres y 550.900 hombres) que, según el INE viven solas, y que provienen de tradiciones donde los valores familiares tienen un gran significado.

El organismo, que cifra en 4.687.400 los hogares unipersonales en 2017, detecta un aumento del 13% desde 2010 y del 30% desde 2001 en el capítulo de mayores. La llamada soledad crónica. No la ha valorado en estas fiestas, pero una encuesta en el Reino Unido revela que un 5% de la población pasa el día de Navidad sola. Extrapolando, en España rondarían el millón.

Un anciano lee un libro en el parque / PIXABAY

Un anciano lee un libro en el parque / PIXABAY

Un anciano lee un libro en el parque / PIXABAY

Muchos desencadenantes

“La estadística desmiente el mito del aumento. Pero sobre todo para los mayores, estas fiestas (no solo Nochebuena o San Esteban) son días oscuros en los que se exacerba el sentimiento de pérdida y de retiro”, explica la psiquiatra Aurora García.

Los desencadenantes para sentirse solo son muchos: muerte de un ser querido, jubilación y pérdida de contactos, exclusión de actividades sociales debido a la falta de dinero, ruptura de una relación, mudanza reciente a un lugar desconocido... 

Para lidiar contra el sentimiento de esta soledad no elegida, la revista Mind, la Sociedad Española de Gerontología y la oenegé Amigos de los Mayores aconsejan contactar con personas conocidas, ya sea amigos o miembros de la familia, dar paseos para sentirse más conectado con la sociedad, y esforzarse por aprovechar al máximo las oportunidades para hacer contactos sociales.

Riesgo de mortalidad

El problema preocupa a las autoridades sanitarias. Varios estudios publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) advierten de que la soledad aumenta el riesgo de ansiedad, depresión, deterioro cognitivo, presión arterial alta, alcoholismo, drogadicción, muerte prematura...

Un hombre mayor sentado al lado del mar / PIXABAY

Un hombre mayor sentado al lado del mar / PIXABAY

Un hombre mayor sentado al lado del mar / PIXABAY

“Es un factor de riesgo para la mortalidad”, sentencia un trabajo pionero de la Universidad Autónoma de Madrid. Su coordinadora, Laura Rico, destaca un mayor riesgo para los hombres, porque solo reconocen sentirse solos cuando la severidad es elevada, se niegan a acudir a los servicios de salud, y abundan más en estilos de vida poco saludables asociados a la soledad, como el consumo de tabaco y alcohol.

Ministerio de la Soledad

Gobiernos como el Reino Unido han empezado a tomar medidas ante el fenómeno creciente. El problema de fondo no son solo las personas jóvenes que lo deciden por voluntad propia y que viven hiperconectadas en las redes sociales, sino especialmente ancianos sin apoyo externo.

Los solitarios ya superan los nueve millones en la confederación que preside Theresa May. Más de 200.000 personas mayores no han hablado con nadie en más de un mes. Su ejecutivo ha nombrado una secretaria de Estado (equivalente a ministra) en este ámbito, Tracey Couch, que luchará contra esta “epidemia social”

Morir solos

Solo en los primeros cuatro meses de 2013 en Madrid, más de un centenar de personas murieron en soledad. Sin que nadie se enterase. En otras ciudades hay menos datos. Cuando salen a la luz, suelen ocupan largos y dramáticos espacios informativos.

Un anciano espera al lado de una ventana

Un anciano espera al lado de una ventana

Un anciano espera al lado de una ventana

El problema está lejos de Japón donde cada año mueren 33.000 personas en sus hogares sin que nadie descubra su cadáver en semanas o meses. Muchos son hombres entre 40 y 60 años que, tras perder su trabajo y romper sus lazos familiares, van degenerando hasta morir. La mayoría son ancianos abandonados, con parientes alejados o fallecidos. El mal olor suele ser la señal que alerta al vecindario.

También preocupa en Estados Unidos, donde según la American Association of Retired Persons, unos 43 millones de mayores de 45 años sufren de soledad crónica y constituyen "una prioridad de salud pública".

Nubarrones en España

Cruz Roja Española, Médicos del Mundo o el Teléfono de la Esperanza piden medidas para disminuir su incidencia. Consideran que la sociabilidad es crucial para el bienestar y la supervivencia.

Los demógrafos advierten de nubarrones como la tendencia descendente de personas casadas, hijos y el envejecimiento de la población, que reducen las posibilidades de ayuda familiar en esta edad. El liderazgo de España en esperanza de vida (85 años) aboca a un panorama de ciudadanos más viejos y más solos. Al menos en sus casas.

El Ministerio de Sanidad asegura que está tomando nota y que “a través del Imserso, planea actuar ante este desafío demográfico y abordar urgentemente la soledad en los mayores”. Y el Congreso de los Diputados le ha instado a desarrollar una “estrategia nacional”. De momento, mucha teoría.