Imagen del interior de la sala Otto Zutz de Barcelona / OTTO ZUTZ detenidos

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Vida

Dos detenidos por violar a una joven al salir de una discoteca

Ambos abusaron de la chica uno tras otro tras suministrarle cocaína y anfetaminas sin su consentimiento

23 mayo, 2018 16:46

Dos hombres han sido detenidos por una presunta violación a una joven de 20 años. Los dos hombres, en prisión provisional des del 10 de mayo por riesgo de fuga, abusaron uno tras otro de la chica, después de drogarla y emplear la fuerza física. El local se ha desmarcado del suceso, recordando que "está implementando un protocolo contra el abuso sexual" y subrayando que hechos como los descritos "son imposibles de detectar", pues ocurrieron fuera del establecimiento.

Tras salir de la discoteca, la joven se dirigió al domicilio de uno de sus amigos y sospechoso J.D.P, junto al segundo sospechoso W.W.K y otra joven. Los hechos ocurrieron el jueves 19 de abril. Según explicó la víctima a los médicos, así como a los agentes y posteriormente a dos jueces distintos, uno de los sospechosos, W.W. K, la agarró por el cuello para forzarla y J.D.P la atacó cuando ella le pidió auxilio tras la primera agresión. 

Tras pasar parte de la noche en la discoteca, los jóvenes invitaron a la joven a su domicilio donde la drogaron sin su consentimiento. Las pruebas médicas de orina dieron positivo en cocaína y anfetaminas, sustancias que aseguró no haber tomado. 

Conocidos

El inicio de los hechos se remonta a la tarde del día anterior. La joven quedó el miércoles 18 de abril con J.D.P, un amigo de 32 años. En su domicilio tomaron alguna copa y alrededor de la 1 de la madrugada se dirigieron hacia la discoteca Otto Zutz de la Ciudad Condal. Su relato, explica que dentro de la discoteca tomó un cubata y que tras acceder a la zona VIP bebió champagne, ya que su acompañante tiene contactos en la sala de fiestas. 

Desde ese momento, empezó a sentirse algo "confusa". Cuando cerró la discoteca la joven se marchó con J.D.P y W.W.K, el segundo sospechoso de 33 años, y otra joven al domicilio de su amigo ubicado en l'Eixample. Al llegar allí los síntomas aumentaron. 

Sin saber cómo, la joven terminó en una de las habitaciones de la casa. Fue entonces cuando W.W.K entró en la habitación. Intentó besarla, pero ella se resistió. Al final él se puso agresivo y forzó a la joven bajándole los pantalones y subiéndole la camista. Pese a su negatividad verbal, la agarró del cuello y la violó. 

Mismo delito 

Minutos más tarde, su amigo J.D.P entró en la habitación y ella le contó lo que había sucedido. Pese a que en un principio parecía consolarla, su amigo también acabó abusando de la joven. Ella consiguió disuadirlo, pero el segundo hombre la forzó con tocamientos y le exigió una felación, algo que no consiguió. Por ello, se masturbó encima suyo. 

J.D.P se marchó a la habitación con la otra chica. Minutos más tarde, la joven acudió para reprocharle su actitud y su supuesto amigo le reprochó su actitud y le pidió que abandonara el domicilio. Alrededor de las 10 de la mañana la joven cogió un taxi rumbo a la comisaría. 

Contradicciones

Ambos detenidos han mostrado contradicciones en sus declaraciones. J.D.P asegura que los hechos que perpetró W.W.K podrían ser ciertos. Reconoce que su amiga le contó lo sucedido, pero niega que más tarde abusara de ella. Por su parte, el primer agresor niega todo tipo de relación sexual sin consentimiento y además, explicó que a esa hora ya había abandonado el domicilio. 

El juez ha dictaminado su ingreso en prisión por considerar que quién drogó a la joven lo hizo con el objetivo de "anular su voluntad".

Protocolo contra los abusos

Fuentes cercanas a la defensa legal del local de ocio nocturno han recordado que está implementando un protocolo de actuación contra los abusos sexuales. Cuando lo tenga desplegado, ganará un sello de calidad, como ya tienen otros establecimientos de Barcelona. Las mismas voces han recordado que el local "es un espacio de paso" que trata de ser seguro, pero que no puede velar por lo que ocurre más allá de sus puertas.

"La joven entró por su propia voluntad con estos chicos. Se fue con ellos, también, porque ella quiso. No hubo violencia, ni coacción alguna, pues de lo contrario lo habrían detectado. Si ocurre un presunto delito en el local, se ataja de inmediato, pero una agresión fuera del mismo es imposible de evitar si no hay conductas indiciarias en el interior", han remachado.