El colegio de élite La Miranda / CG

El colegio de élite La Miranda / CG

Vida

Estalla otro conflicto en el cole ‘pijo’ La Miranda

Una maestra denuncia los impagos a los trabajadores y el desinterés del equipo directivo durante la pandemia del coronavirus

26 agosto, 2020 00:00

El colegio La Miranda vuelve a ser noticia por su actuación durante la crisis del Covid-19. M. P., maestra de educación infantil en la elitista escuela de Sant Just Desvern (Barcelona), ha puesto en conocimiento de Crónica Global la gestión del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectó a buena parte del personal durante la fase aguda de la pandemia y que ha generado un incendio en parte del claustro. 

M. cuenta que se eligió “de forma arbitraria e injustificada” a los profesores que integraron la reestructuración sin ofrecer ningún asesoramiento a los trabajadores. Además, denuncia una cadena de impagos a lo largo de los meses que duró la reclusión. “Llevo cinco años trabajando en La Miranda y tengo mucha experiencia en instituciones académicas de élite. Las cosas que visto en este tiempo son una vergüenza, pero lo del ERTE es la gota que colma el vaso”, afirma indignada esta docente.

 

 

Vídeo promocional de la 'Semana Blanca' del colegio La Miranda /  YOUTUBE

Una gestión deficiente

Relata que mandó un correo electrónico a la cúpula de La Miranda para comunicar su indignación por la forma en que se gestionaba el expediente. Solicitó una argumentación sobre la afectación parcial del ERTE en la plantilla --“fue a dedo y sin ningún criterio”, valora--, así como más documentación para poder tramitar sus dudas ante el servicio de empleo (SEPE). Pero jamás recibió esta información, según denuncia. 

También revela que ha intentado recabar el apoyo de otros profesores en la misma situación, pero que “el miedo a perder el empleo” impide que sus compañeros alcen la voz. "Te hacen sentir que te hacen un favor por trabajar aquí", explica M.

"Aún no he cobrado junio"

La trabajadora detalla que el complemento del 30% del sueldo no cubierto por el subsidio que se prometió desde la cúpula del centro nunca se hizo efectivo. Pese a que la dirección se comprometió a abonar este dinero a su personal, la promesa tan solo se cumplió en mayo. "En abril no cobramos el total del salario, en mayo sí, pero aún no nos han liquidado junio", indica. Además, apunta a que este fallo no puede deberse a un problema de liquidez, porque la escuela cobró ese mismo mes a las familias una cuota de 400 euros para reservar su plaza para el curso que está a punto de empezar

Por si fuera poco, en julio esta maestra tan solo ha percibido un 30% de su salario. Remarca que, en principio, el ERTE ya se había extinguido y tendría que haber cobrado su retribución habitual. "Por lo que he podido averiguar, tengo sospechas de que en realidad el complemento del ERTE fueron anticipos que se nos irán descontando de futuros pagos. Pero yo jamás he dado mi consentimiento ni firmado ningún documento conforme sea así", expresa con asombro. "El trato hacia los profesores deja muchísimo que desear y no tiene nada que ver con los valores que predican", sentencia.

La dirección se defiende

Este medio se ha puesto en contacto con La Miranda Global Quality School para conocer su versión sobre estos hechos. El administrador y socio del colegio, Josep Maria Albó Salavedra, ha defendido la gestión de los ERTE en el centro educativo durante los meses de aislamiento.

La escuela escogida por vips de la talla de Shakira, Carlos Latre o Eric Abidal para formar a sus pequeños se vio envuelta en la polémica en pleno estado de alarma cuando un grupo de padres acusó a la institución de no rebajar las cuotas cuando las clases pasaron a ser telemáticas y con un temario más reducido. Otro colectivo de familias defendió la labor de la escuela y provocó una brecha entre los progenitores que se indica que persiste en el curso escolar que está a punto de empezar. La Miranda no es el único centro educativo de prestigio donde se ha repetido la misma problemática. En el Liceo Francés de Barcelona (LFB), el Agora Sant Cugat International School y la American School of Barcelona (ASB) se produjeron rebeliones similiares por los giros de un servicio que quedó tocado por el estallido del coronavirus y el confinamiento.