Una de las zonas más conocidas de Gerona / PIXABAY

Una de las zonas más conocidas de Gerona / PIXABAY

Vida

Cicloturismo por Girona o cómo empaparse de naturaleza

En busca de las mejores zonas para disfrutar de la naturaleza de la Costa Brava

19 septiembre, 2019 13:14

Dentro del territorio catalán, Gerona es conocida por ser una de las cunas del ciclismo. Cada vez son más los cicloturistas y los ciclistas de montaña o de carretera que confían en las bondades de la provincia de Girona para disfrutar de interminables rutas en la que admirar la amplia riqueza paisajística que nos ofrece la ciudad.

Además de las diferentes carreteras que parten desde la ciudad y que hacen que sea posible devorar cientos de kilómetros de manera semanal, en las vías verdes encontramos otro de sus principales atractivos. Por otro lado nos permitirán conocer un poco más la historia de la provincia a lomos de algunos de sus tramos más característicos. 

Vías verdes, su esencia

Las vías verdes se aprovechan del trabajo de adecuación por parte de los diferentes ayuntamientos de la distintas ciudades de toda España de las antiguas vías de tren que en el pasado se utilizaban tanto para el transporte de personas como de mercancías. La práctica del cicloturismo ha encontrado en ellas la oportunidad perfecta para disfrutar de largas salidas en bicicletas en un entorno de máxima seguridad.

Además, y dado su carácter histórico, también nos permite conocer un poco más el recorrido que las diferentes ciudades españolas han tenido que realizar con el objetivo de alcanzar el estado en el que se encuentran en la actualidad. Y, como no podía ser de otro modo, en Gerona existen diferentes vías verdes que se han convertido en uno de los lugares preferidos para todos los amantes del deporte y de la naturaleza

Ruta del Carrilet Olot – Girona

La ruta del Carrilet es una de las más conocidas de la zona. Se compone de un trazado de 57 kilómetros en total y, a lo largo de ellos, atraviesamos tres comarcas, doce pueblos y tres valles. Es una ruta muy sencilla y recomendada para todos aquellos que se quieren iniciar en la práctica del ciclismo o que ya se han iniciado y quieren disfrutar de uno de los mejores entornos naturales que se pueden descubrir en esta zona. Además, y dada su orografía, es perfecta para realizarla en familia.

Su punto más alto se encuentra en el collado de En Bas, situado a 558 metros sobre el nivel del mar. Este será el único momento en el que tendremos que afrontar la larga y continuada subida que nos ofrece, el resto de la ruta es muy llana. Se inicia en la zona volcánica de La Garrotxa y, a lo largo de todo el trayecto, podremos conocer de primer mano los valles de los ríos Fluvià, Brugent y Ter.

Girona – Sant Feliu de Guixols

Es otro de los tramos más conocidos por todos los cicloturistas de la zona. Con una distancia que no supera los 40 kilómetros, la ruta que avanza desde Gerona hasta Sant Feliu de Guixols es una de las mejores opciones por las que podemos optar un fin de semana cualquiera. Al contrario de lo que ocurría en la anterior, en esta ruta el tramo más alto alcanza los 136 metros de altitud, por lo que nuestras piernas no tendrán que sufrir ninguna subida importante. 

Es precisamente la suavidad del trazado una de sus señas de identidad, que la han convertido en una de las recomendaciones para conocer parte de la provincia de Barcelona a lomos de una bicicleta. Destaca el paisaje que ofrece nada más salir de Gerona, en la depresión de la Selva. En las que los terrenos boscosos centrarán toda nuestra atención. 

Ruta del Hierro y del Carbón

La ruta del Hierro y del Cabrón hereda su nombre de la tradición de la zona del Baix Raipollès, que recibían el carbón de las minas de Ogassa a través de las vías ferroviarias. Es una de las rutas más sencillas, con apenas 12 kilómetros de extensión, pero permiten empaparse de parte de la historia industrial de la provincia de Gerona.

El desnivel que nos podemos encontrar no supera los 160 metros. Siendo posible cubrir la ruta con niños pequeños sin ningún problema. Y es que en ningún momento de este trayecto la pendiente a superar se sitúa por encima del 1%. Además, a lo largo de estos 12 kilómetros podremos parar a disfrutar de la esencia del monasterio románico de Santa Maria de Ripoll o el museo Etnológico de la localidad, entre muchos otros puntos de interés que merecen la pena descubrir.