Gisclareny, el pueblo de Cataluña con menos habitantes en 2019 / GOOGLE STREET VIEW

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Vida

Cataluña tiene 33 municipios en “riesgo muy alto” de desaparecer

Los pueblos con 100 habitantes o menos se concentran en 17 comarcas, la mayoría de ellas en Barcelona y Lleida

16 agosto, 2020 00:00

Cataluña tiene 947 municipios. De todos ellos, 487 (más de la mitad) cuentan con 1.000 habitantes o menos que, en conjunto, suman 192.768 ciudadanos sobre una población de 7,62 millones en la autonomía. Los pueblos por debajo de 500 vecinos (336 núcleos en toda la comunidad) ya presentan signos de extinción. Pero “el riesgo de desaparecer es muy alto” cuando hay menos de 100 residentes, según explican desde la Asociación española contra la despoblación (AECD). Esto ocurre en 33 localidades catalanas, que en su mayoría se encuentran en las provincias de Lleida y Barcelona.

Más en detalle, los 33 municipios catalanes con “alto riesgo de desaparecer” se distribuyen en 17 comarcas y, por provincias, Barcelona y Lleida concentran 11 cada una, por ocho de Tarragona y tres de Girona. Asimismo, seis de estos pueblos casi vacíos se encuentran en el Berguedà (Barcelona); y otros seis, en la Conca de Barberà (Tarragona). “Con menos de 100 habitantes, el riesgo de desaparecer es muy alto, puesto que es muy complicada la renovación de población”, sostienen desde la AECD. Sin embargo, hay otros factores que determinan el tiempo que le puede quedar a un vecindario.

Edad media y tendencia

Para empezar, hay que observar la tendencia poblacional de estos lugares. De los 33 pueblos analizados, 23 han perdido vecinos en el último lustro; nueve los han ganado, y uno está igual que en 2015.

Municipios vacios Cataluña

Municipios vacios Cataluña

Otro de los factores a considerar es la edad media de los habitantes. “No es comparable un pueblo donde la media de edad sea de 35-40 años que un pueblo donde la media de edad sea de 65 años, puesto que en este último caso no habría relevo generacional”, dicen desde la AECD. En el conjunto de Cataluña, dos de cada tres ciudadanos (66%) están en edad de trabajar. Pues bien, solo 11 de estos 33 municipios se sitúan en la media o por encima. Los otros 22 son núcleos envejecidos. En dos de ellos (Forès, en la Conca de Barberà, y La Quar, en Berguedà), ni siquiera la mitad de los vecinos está en edad laboral.

Masculinización de la sociedad

“De igual manera, un pueblo con la tasa de masculinización alta tiene más posibilidades de despoblarse que si fuese al contrario, puesto que la mujer juega un papel fundamental a la hora de fijar la población”, añaden desde la AECD. ¿Cuál es la situación de los 33 municipios catalanes en “riesgo elevado” de desaparecer? Solo en seis hay más mujeres que hombres, dato que empeora las perspectivas de la mayoría de ellos. Se trata de Tiurana y Cabanabona en Noguera; de Sobremunt y Sant Agustí de Lluçanès en Osona; de Capolat en Berguedà, y de Montornès de Segarra en Segarra.

Los municipios de Cataluña con menos vecinos
Pueblo Hab. 2019 Hab. 2015 En edad de trabajar (%) Masculinización (%)
Gisclareny (Berguedà, Barcelona) 25 27 76 60
Sant Jaume de Frontanyà (Berguedà, Barcelona) 30 26 53 60
Febró, la (Baix Camp, Tarragona) 40 39 68 63
Fígols (Berguedà, Barcelona) 42 43 52 60
Forès (Conca de Barberà, Tarragona) 43 51 47 58
Cava (Alt Urgell, Lleida) 47 60 57 62
Senan (Conca de Barberà, Tarragona) 48 47 56 69
Quar, la (Berguedà, Barcelona) 53 52 47 55
Bausen (Aran, Lleida) 58 58 55 52
Savallà del Comtat (Conca de Barberà, Tarragona) 58 62 67 53
Bellprat (Anoia, Barcelona) 64 74 58 64
Arres (Aran, Lleida) 65 67 78 65
Castell de l'Areny (Berguedá, Barcelona) 68 73 76 56
Granera (Moianès, Barcelona) 69 80 62 77
Esterri de Cardós (Pallars Sobirà, Lleida) 70 73 69 53
Tiurana (Noguera, Lleida) 73 72 64 45
Cabanabona (Noguera, Lleida) 75 82 61 48
Sant Sadurní d'Orosmort (Osona, Barcelona) 78 86 72 60
Sobremunt (Osona, Barcelona) 79 82 71 46
Arsèguel (Alt Urgell, Lleida) 84 79 64 57
Fulleda (Garrigues, Lleida) 85 94 62 52
Sant Agustí de Lluçanès (Osona, Barcelona) 85 90 64 49
Nalec (Urgell, Lleida) 87 95 54 52
Vajol, la (Alt Empordà, Girona) 89 88 66 54
Palau de Santa Eulàlia (Alt Empordà, Girona) 91 88 60 57
Vallfogona de Riucorb (Conca de Barberà, Tarragona) 91 95 58 60
Cabó (Alt Urgell, Lleida) 92 94 60 53
Riu de Cerdanya (Cerdanya, Lleida) 93 94 73 59
Capolat (Berguedà, Barcelona) 94 92 60 47
Margalef (Priorat, Tarragona) 97 106 59 61
Vallclara (Conca de Barberà, Tarragona) 98 109 64 58
Llorac (Conca de Barberà, Tarragona) 100 111 67 52
Montornès de Segarra (Segarra, Lleida) 100 101 51 47

 

Fuente: Idescat

Asimismo, diversas son las razones que han llevado a estos municipios a estar a las puertas del olvido. Desde la asociación destacan dos: la “aspiración a alcanzar una vida personal y familiar de calidad”, y “la desidia de los diversos gobernantes” de los ámbitos nacional, autonómico, provincial e, incluso, municipal, dado que, en este último caso, y donde los municipios están compuestos por diversos pueblos, es probable que la pedanía con menor número de habitantes también sea la que reciba menor atención o servicios.

La pandemia

Una cuestión interesante derivada de la pandemia es que, durante el estado de alarma, aumentó la búsqueda de viviendas fuera de las ciudades. En este sentido, desde la AECD argumentan que la situación actual puede cambiar la “visión de las personas”, y que muchos empiecen a “valorar otro estilo de vida distinto”. Sin embargo, hace falta algo más que un virus para repoblar estos lugares. Para empezar, “una propuesta multidisciplinar, cambios en la estructura de trabajo y gestión habitual” de estas zonas; y una “modificación general de las leyes, adaptarlas a municipios pequeños”. No hacen falta cuantiosas inversiones, argumentan las fuentes consultadas.

Por otra parte, la Asociación española contra la despoblación explica que “la conectividad de calidad y estable es imprescindible para animar a pequeñas y medianas empresas sostenibles e innovadoras a instalarse en esos pueblos”. Lo mismo ocurre con emprendedores y autónomos que quieran establecerse en el mundo rural. Además, hay que “valorar la cultura y el patrimonio durante todo el año”, y no solo en verano; y es necesaria una oferta de servicios para las personas en general, con atención a los mayores e individuos con diversidad funcional, así como promover actividades entre los jóvenes, sin olvidar a los hombres y mujeres que se pueden sentir atraídos por el lugar.