El bloque okupado en la calle de les Jorbetes, 4, Manresa / GOOGLE

El bloque okupado en la calle de les Jorbetes, 4, Manresa / GOOGLE

Vida

Armas, niños y amenazas: una mafia okupa cinco pisos con alarma de una vez

Un caso en Manresa muestra cómo la inhibición de sistemas de seguridad y el rápido traspaso de los pisos a familias pueden complicar la actuación policial

12 agosto, 2022 00:00

Niños, jabón y un cepillo de dientes. La presencia de estos elementos impidió que la policía pudieran entrar en los pisos del número 4 de la calle Jorbetes, en Manresa, para echar a los okupas que habitan el inmueble.

Ello, a pesar de que los propietarios llamaron de inmediato a los Mossos. Es importante hacerlo en menos de 48 horas, plazo que no figura en ninguna ley pero que la jurisprudencia establece para que los agentes puedan actuar con urgencia.

Vulnerabilidad

La posible presencia de familias vulnerables en las viviendas de la localidad barcelonesa quitó el caso de manos policiales para recaer en la lentitud de los juzgados. Pero todavía más llamativo resulta el hecho de que tampoco las alarmas lograron evitar la presunta usurpación.

Estaban instaladas en la entrada del portal y en varios de los apartamentos. Pero "una mafia okupa inhabilitó la alarma y como en una operación militar cinco pisos fueron okupados en unas pocas horas", lamenta J. A., uno de los tres propietarios que adquirieron la finca afectada en diciembre de 2019.

Estaba recién reformado

"El edificio estaba en mal estado. Decidimos reformarlo y nos pilló el Covid", señala J.A.. La rehabilitación se demoró más de un año; cuando concluyó, y a la espera de la burocracia para poder comercializar las viviendas, cinco de las ocho que componen el bloque fueron tomadas.

"Nos acababan de robar todos nuestros ahorros, chuleaban a los polis y se jactaban de tener a una ley absurda de su lado", asegura el dueño. J.A. responsabiliza de lo ocurrido a una supuesta mafia que, tras controlar los cinco inmuebles, los habría vendido clandestinamente a varias familias.

La segunda okupación

"Contratamos una empresa de desokupación que hicieron un control de acceso, pero vinieron los Mossos y dijeron: 'Hay niños, todos fuera'", recuerda J.A.. Solo quedaba acudir a la justicia, por lo que la propiedad interpuso dos demandas, una por lo penal --suelen ser desestimadas, como lo fue en este caso-- y otra por lo civil, todavía pendiente de resolución.

Tras la primera incursión, hubo un segundo intento de okupación en otro piso: "Robaron una puerta antiokupa, había un tipo con una niña que obviamente no era su hija y una mujer", prosigue el propietario. "Los mafiosos nos amenazaron con un cuchillo y vino la policía". Pero no lo detuvieron: "Se fue en su coche".

Casa en la que viven los okupas que atemorizan a los vecinos de Manresa / MAPS

Casa en la que viven los okupas que atemorizan a los vecinos de Manresa / MAPS

Sin solución

La propiedad también pidió ayuda al ayuntamiento, que, a través de la Oficina Municipal de Vivienda, ofreció incluir los tres pisos libres de okupas en programas sociales para que no estuvieran vacíos. Finalmente los dueños lo desestimaron por el bajo precio de los alquileres sociales y la falta de inquilinos.

Fuentes municipales confirman que consta una reunión el pasado abril sobre este asunto y lamentan que un consistorio "no tiene competencias para resolver las okupaciones", por más que las situaciones a veces sean "lamentables". Sin embargo, destacan el paquete de medidas que se han llevado acabo en materia de vivienda, servicios sociales y para mejorar la seguridad local.

325 okupaciones

Asimismo, las mismas fuentes precisan que en esta zona, el Barri Antic, ha habido varios casos de okupación, algunas conflictivas, si bien no la de la calle Jorbetes, pues no constan quejas de los vecinos a la Policía Local. Tampoco hay nuevas incidencias registradas por los okupas de Barreres y Tahones, que sí causaron altercados, lo que apunta que se ha normalizado la situación "o se han marchado".

Aunque no existe un registro oficial y exhaustivo, el ayuntamiento estima que en 2021 hubo 325 casos de okupación en Manresa. La de Jorbetes expone los agujeros legales que explotan algunas organizaciones para hacerse con viviendas ajenas y muestra que ante esta amenaza, ni las alarmas, ni una actuación policial rápida, ni las empresas de desokupación garantizan de forma absoluta la seguridad.