Moverse en transporte público no siempre es barato para los catalanes. Viajar con frecuencia por Cataluña y, en muchos casos, por el resto de España, ya sea por motivos laborales o personales, implica acumular billetes, abonos distintos y tarifas que, sumadas mes a mes, pueden resultar claramente prohibitivas. La fragmentación del sistema obliga a planificar cada desplazamiento y a asumir costes elevados, especialmente para quienes se mueven entre comunidades.
Esta realidad afecta tanto a quienes necesitan desplazarse por trabajo como a quienes utilizan el transporte público para conocer otros territorios, visitar familiares o recorrer rincones menos accesibles del país. La posibilidad de viajar de forma continuada, sin barreras económicas ni cambios constantes de títulos de transporte, se ha convertido en una demanda creciente, especialmente entre jóvenes y profesionales que dependen del tren y el autobús para moverse dentro y fuera de Cataluña.
Nueva medida
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado la puesta en marcha de un abono único de transporte con validez en todo el territorio nacional, que será aprobado en el próximo Consejo de Ministros mediante real decreto. El anuncio se ha producido durante su comparecencia en La Moncloa para hacer balance del curso político.
Grafitis en trenes de Renfe en Cataluña
David Zorrakino
La iniciativa se ha presentado sin una negociación previa con comunidades autónomas y ayuntamientos, pese a que las competencias en materia de transporte en España están repartidas entre el Estado, las administraciones autonómicas y las entidades locales, en función del tipo de servicio y su ámbito territorial. Según ha explicado Sánchez, el nuevo abono permitirá viajar por toda España con una tarifa plana mensual de 60 euros, que se reducirá a 30 euros para los jóvenes menores de 26 años. La medida entrará en vigor en la segunda quincena de enero y se enmarca en la prórroga de las ayudas al transporte público.
Qué incluye
El alcance del nuevo abono será limitado en una primera etapa. Según ha precisado el presidente del Gobierno, el título permitirá inicialmente utilizar los trenes de Cercanías y Media Distancia, así como los servicios de autobús gestionados por la Administración General del Estado. Quedan fuera, por ahora, los sistemas de transporte que dependen de otras administraciones.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
Ananda Majón
Europa Press
La intención del Ejecutivo es que el abono vaya incorporando nuevos servicios "progresivamente", a medida que se sumen las distintas redes autonómicas y locales. En este sentido, Sánchez ha apelado directamente a las comunidades autónomas para que se adhieran a la iniciativa y faciliten la integración de sus sistemas de transporte público, con el objetivo de avanzar hacia un modelo común y más amplio.
En este contexto, la confirmación de este bono abre un nuevo debate. La T-Jove mantendrá su precio reducido, pero no hay nada oficial respecto a la T-Casual. La intención de mantener el pago del 50% existe por parte del Estado, pero Salvador Illa no se ha pronunciado. Es un tema que genera tensión en las negociaciones de los presupuestos, pues Transportes considera que requiere una revisión, mientras que los comunes no aceptan esta condición.
Un cambio de escenario
La implantación de este abono único abre un nuevo horizonte para los catalanes que dependen del transporte público para moverse dentro y fuera de la comunidad. La posibilidad de contar con un único título pretende aliviar una carga económica que, hasta ahora, se ha ido incrementando con cada desplazamiento, especialmente para quienes enlazan trayectos autonómicos y estatales de forma habitual.
Más allá del ahorro, la medida apunta a una mayor libertad de movimiento. Facilita los viajes por motivos laborales, pero también favorece los desplazamientos personales y el descubrimiento de otros territorios sin que el precio sea un freno. Para muchos usuarios, el abono puede convertirse en una herramienta para recorrer Cataluña y el resto de España de forma más accesible, reduciendo la complejidad y el coste que hoy supone utilizar el transporte público de manera continuada.