La feria de Navidad más esperada de un pueblo de Tarragona solo este fin de semana: artesanía, degustación de vinos y artículos de regalo

Con la llegada de diciembre, el ambiente de las calles empieza a transformarse y las primeras luces anuncian que la Navidad está próxima. Las avenidas se llenan de puestos decorados con esmero donde artesanos, floristas y reposteros ofrecen productos tradicionales que evocan recuerdos y crean nuevas expectativas.

Estos mercadillos, que brotan en plazas, aportan calidez e invitan a pasear sin prisa; por eso, convierten el espacio público en un escenario que conecta a vecinos y visitantes en torno a una misma ilusión.

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La feria de Tarragona

La Feria de Navidad de Altafulla, que se celebra en esta bonita villa de la comarca del Tarragonès, es una tradición muy esperada que lleva la magia y el espíritu navideño en las calles. El acontecimiento suele tener lugar en diciembre y es un punto de encuentro ideal para preparar las fiestas en un ambiente acogedor y familiar.

Se organiza en el centro histórico, de este pueblo, en un entorno encantador que se convierte en el escenario perfecto para un mercado navideño con paradas de artesanía, decoración, figuras para el pesebre, regalos originales y productos gastronómicos típicos. También, se pueden encontrar dulces tradicionales, como turrones y barquillos, así como vino caliente y otras delicias de invierno.

Los horarios de la feria son los siguientes: el viernes 12 de 18 h a 21 h; el sábado de 13 de 11 h a 21 h y el domingo 14 de 11 h a 15 h. Y se celebrará, exactamente, entre las plazas del Pou, de l'Església y la placeta de Sant Antoni.

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Además del mercado, ofrece una completa programación de actividades, como talleres para niños, música en directo, actuaciones de grupos locales, cuentacuentos y espectáculos de calle.

Qué ver en Altafulla

Altafulla, en la Costa Dorada, es un destino que combina historia, mar y tranquilidad con una autenticidad poco habitual en zonas costeras saturadas de turismo. Su núcleo histórico, conocido como Vila Closa, conserva callejuelas empedradas, pedazos de muralla medieval y edificios de épocas pasadas. Además, caminar por sus callejones, bajar por la Calle del Forn o detenerse en la Plaça del Pou transmite una sensación pausada, casi atemporal, que permite imaginar como era la vida de este pueblo hace siglos.

Altafulla WIKIPEDIA

No es solo historia, sino también su litoral refleja su pasado como pueblo de pescadores. En el barrio de Botigues de Mar las antiguas casas y almacenes de pescadores, hoy rehabilitados, se alinean frente al mar, evocando tiempos tranquilos y ofreciendo un paseo marítimo sereno. La playa de Altafulla, amplia y dorada, con una costa sin edificios elevados ni resorts masivos, invita al descanso con la garantía de un entorno mucho más relajado que el que se encuentra en otros destinos de costa.

Al mismo tiempo, el entorno arqueológico aporta una dimensión histórica profunda: la Villa Romana dels Munts forma parte del patrimonio del antiguo conjunto romano de Tarraco, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Esta villa del siglo II d.C. conserva mosaicos, restos de termas y estructuras propias de una residencia romana, lo que permite entender la continuidad del asentamiento humano en la costa mediterránea desde hace milenios.