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Cisma en el Sindicato de Policías Locales - Cuerpo de Mossos d'Esquadra (SPLCME). A pocos días de celebrarse el congreso ordinario, la junta directiva ha ejecutado dos expulsiones tan inesperadas como significativas: las de los presidentes de las secciones de Sabadell y Terrassa, dos de las más numerosas e influyentes de toda Cataluña.

Sin embargo, para muchos, incluidos los propios señalados, esta ruptura era la crónica de una muerte anunciada.

Desde la llegada de la actual presidenta general, María Baena, el 27 de octubre de 2023, la relación con los representantes territoriales ha sido, cuando menos, convulsa. Una realidad que reconocen desde ambas partes, aunque con versiones radicalmente opuestas. 

Una nueva cúpula 

Las desavenencias comenzaron prácticamente desde el minuto cero. Los dos expresidentes aseguran que, de la noche a la mañana, el compromiso con la transparencia interna y el buen funcionamiento del sindicato “empezó a brillar por su ausencia”. 

La tensión y la falta de transparencia, aseguran, no solo marcó el clima interno, sino también la forma de dirigir la organización.

De hecho, poco después de asumir el cargo, Baena destituyó a toda la cúpula anterior y la sustituyó por personas de su máxima confianza. Según las voces más críticas: "Sustituyó a la directiva por una nueva, con ninguna experiencia sindical y con el único mérito de ser gente cercana a ella". 

Imagen de archivo de la Policía Local de Sabadell (Barcelona) Ayuntamiento de Sabadell

"De mal en peor"

Aunque es cierto que en un inicio la presidenta buscó acercarse a las secciones más representativas, el entendimiento --dicen-- duró bien poco. 

La sede principal pasó de Sabadell a Blanes (Girona) --localidad donde residen tanto la secretaria general como el nuevo tesorero-- y, según los expulsados, los esfuerzos para escuchar las necesidades de los policías se fueron diluyendo.

Aun así, en un último intento de normalizar la situación, y asesorados por el anterior presidente, Daniel Bel, tres de los líderes territoriales más relevantes fueron designados coordinadores —dos de ellos, los ahora expulsados—.

Pero ese gesto no bastó. “La relación fue de mal en peor”, lamentan.

El punto de no retorno

Los expresidentes aseguran que no se alcanzaba ningún consenso, que cualquier crítica era percibida por Baena como un ataque personal y que el distanciamiento entre presidencia y estas secciones se volvió insalvable.

La grieta se agrandó cuando trascendió que el sindicato habría perdido cerca de 150.000 euros de inversión en apenas un año. Además, por primera vez, los agentes debían asumir los gastos derivados del procurador, además de asumir las costas. 

Todo ello, motivó la celebración de una reunión al margen de la junta para analizar la situación y plantear soluciones. A ojos de la presidencia, aquello fue una “conspiración”. Ese fue el punto de no retorno.

El comunicado del SPLCME

Tras tener conocimiento de dicho encuentro, la presidenta general envió un comunicado oficial, dirigido directamente "a los coordinadores y delegados que creía de mi confianza". 

Una misiva en la que Baena recriminaba la creación de un grupo de WhatsApp "no oficial" en el que se habrían lanzado bulos: "Me preocupa, cómo puede ser, que aquellas personas, a las que yo he considerado hasta ahora de mi confianza y que tienen un cargo, puedan contribuir en este BULO dañando al propio sindicato al que representan ellos también. No es de recibo", se extrae del texto. 

Comunicado de la dirección del SPLCME Cedida

Un burofax en marzo

Los coordinadores dimitieron y, el 31 de marzo de 2025, enviaron —junto con otros presidentes territoriales— un burofax exigiendo explicaciones. Las mismas explicaciones que llevaban meses reclamando y que, a día de hoy, siguen sin llegar.

¿Por qué se cesó a la antigua junta? ¿Cuáles son las retribuciones de la cúpula desde octubre de 2023? ¿En qué estado se encuentran las cuentas del sindicato? ¿Qué gastos y facturas destacan? ¿Qué servicios incluye exactamente el gabinete jurídico contratado por la nueva dirección?

Preguntas que, ocho meses después, continúan sin respuesta. El sindicato alega que no respondió porque no se especificaba el emisor. 

Imagen del burofax que se envió el pasado 31 de marzo Cedida

Las dos expulsiones más sonadas

Por eso esperaban plantearlas abiertamente en el congreso del próximo viernes 28 de noviembre, convocado en un municipio del Alt Empordà, a pocos kilómetros de la frontera francesa.

“Es su estrategia: lo organizan lejos para que no vaya tanta gente”, aseguran. Y quienes podrían incomodar la reunión, directamente, no estarán: “Nos han expulsado”.

¿El motivo? El expresidente de Terrassa explica que fue acusado de una supuesta falta de respeto: “Dicen que falté el respeto a la directiva por decir en un grupo de WhatsApp que el congreso de este viernes me parecía una estafa”. 

Sostiene que fue una opinión formulada “con respeto” y bajo su derecho a la libertad de expresión.

Imagen de archivo de la Policía Municipal de Terrassa Policía Municipal de Terrassa

Un comentario, explica, motivado por lo que considera una anomalía democrática: que su voto como presidente de la sección de Terrassa —una de las más importantes de Cataluña— valga lo mismo que el de “un afiliado jubilado que continúa en el sindicato por amistad con quienes mandan”.

Expulsado por ir al Parlament

En el caso del presidente de la sección de Sabadell, fue expulsado el pasado 3 de noviembre por haber asistido al Parlament de Cataluña, invitado por el Partido Popular. Según la dirección, su actitud fue intolerable y contraria a los estatutos del sindicato. 

Según explica el representante sindical, la dirección del SPLCME consideró que su actitud era un desafío a la cúpula, al querer --dicen-- "usurpar"  funciones propias de la directiva. 

De este modo, con ambas expulsiones sobre la mesa y un congreso que se preveía decisivo, el SPLCME llega a su cita anual roto, tensionado y con dos de sus secciones históricas clamando por respuestas que, de momento, nadie en la dirección parece dispuesto a dar.

"Perder a Sabadell y Terrassa supondría dejar de ingresar cerca de 60.000 euros anuales en cuotas sindicales", sentencian los perjudicados. 

¿Qué dice el sindicato? 

En conversación con Crónica Global, la presidenta general del SPL-CME, María Baena, ha negado tajantemente todas las acusaciones y sostiene que se trata de un ataque personal contra su persona. 

Asegura que todas las decisiones adoptadas durante su mandato están amparadas por los estatutos del sindicato, unos estatutos —subraya— que fueron aprobados en congreso mucho antes de que ella fuera elegida presidenta, en octubre de 2023.

Baena rechaza también las cifras sobre la supuesta pérdida de 150.000 euros de inversión, que califica de “falsas” y “sin posibilidad alguna de contrastarlas”.

En relación con las quejas sobre el funcionamiento del servicio jurídico, insiste en que el sindicato sí cubre el asesoramiento, la defensa o la acusación en todos los procedimientos vinculados a la actividad profesional de un agente, pero puntualiza que las costas nunca pueden ser asumidas por el sindicato cuando una demanda se dirige contra una persona en particular

Agentes de la Policía Local de Lloret de Mar Ayuntamiento de Lloret de Mar

Aunque evita ofrecer datos concretos antes del congreso de este viernes, sostiene que el sindicato está en superávit, que el balance económico es muy positivo y que, desde su llegada al cargo, la afiliación ha aumentado.

Baena acusa además a los dos expresidentes expulsados de confabular contra el sindicato y de provocar bajas en sus propias secciones. Y reivindica su compromiso firme con la organización, a la que —recuerda— pertenece desde hace 18 años, mucho antes de asumir la presidencia.