El primer golpe ha llegado a las 4:39 horas de la madrugada. Con un Seat León blanco robado, esta batería de aluniceros ha necesitado apenas tres impactos certeros para reventar la persiana y el escaparate de una de las farmacias más conocidas del centro de Montcada i Reixac (Barcelona).
La ubicación —en la amplia avenida Jaume I— ha favorecido la maniobra de los tres asaltantes. Llegaron, encararon el coche y, usando la parte trasera del vehículo, ejecutaron el alunizaje. “Es el modelo por excelencia de los alunizajes”, constata uno de los policías que acompañaba a la científica en la recogida de indicios.
En menos de dos minutos
En menos de dos minutos han entrado, han arrancado la caja y han huido. Han entrado directamente, sin rebuscar, sin romper nada más. Solo tenían un objetivo: el dinero de la caja. Como se ve en las imágenes a las que ha tenido acceso Crónica Global, con un mazo han destrozado el mueble, han arrancado de cuajo la caja registradora y han huido antes de que llegara la policía.
A las 4:41 ya se habían marchado con el efectivo. “Por suerte, hacía dos días que habíamos vaciado el efectivo”, explica la propietaria a Crónica Global. De no ser así, el daño económico habría sido mucho mayor.
Antes de las 8:30 de la mañana, la científica de los Mossos d'Esquadra ya había inspeccionado el local. En su huida, los ladrones se dejaron el mazo, el extintor y un reguero de huellas de zapato sobre la arena del macetero que pisaron. Poco, sí, pero suficiente para trabajar.
Con coches robados
La policía ha requerido las imágenes de las cámaras de seguridad —a las que también ha accedido este medio— donde se aprecia con nitidez el modus operandi: el impacto brutal para abrirse paso y la rapidez quirúrgica con la que se dirigen a la caja antes de desaparecer.
Fuentes policiales confirman a esta redacción que llevan semanas siguiendo a una batería de aluniceros. Sospechan que son los autores del primer asalto a otra farmacia de Montcada hace apenas diez días.
Imagen de cómo ha quedado el hueco de la caja registradora, después de que la arrancaran
Las fuentes policiales consultadas explican que se desplazan con vehículos robados que usan para cometer los robos y huir antes de que llegue la patrulla. Asimismo, suelen actuar acompañados de herramientas que emplean para esquivar cristales, romper mobiliario y llevarse el botín.
Aunque la investigación de los Mossos acaba de comenzar, las fuentes consultadas hablan de un grupo español especializado en robos con fuerza mediante alunizaje.
Tanto los investigadores como las trabajadoras creen que los delincuentes visitaron la farmacia como clientes horas antes del golpe. Lo deducen de lo directo de su actuación: no dudaron ni un segundo.
Pidieron ayuda al consistorio
Este es el segundo ataque a una farmacia de Montcada i Reixac en apenas diez días. Tras el primer robo, la propietaria de este segundo establecimiento contactó con un concejal del Ayuntamiento para pedir más protección. “Por si podían poner bolardos en la vía pública”, relata.
La respuesta fue negativa: “Eso es seguridad privada”, le dijeron desde el consistorio. En su caso, la única solución posible debido a su ubicación serían pilones automáticos: "Y son caros, muy caros", aseguran.
Imagen de la persiana destrozada tras el robo
Las trabajadoras están tristes y asustadas. Tras el primer robo en el municipio, intuían que podían ser las siguientes. Y acertaron. Por eso pidieron ayuda al Ayuntamiento, pero la respuesta fue tajante: si querían bolardos, debían pagarlos ellas.
La gente tiene miedo
Ahora, con el susto aún en el cuerpo, afrontan las gestiones que nunca salen en las noticias: limpiar, llamar al seguro, avisar a la empresa de persianas.
Todo sin poder abrir y a contrarreloj. Si no consiguen una persiana nueva en las próximas horas, deberán contratar a un vigilante de seguridad. “Solo faltaría que nos entraran otra vez y nos vaciaran la farmacia teniendo la puerta destrozada”, lamentan.
La escena refleja el aumento de la delincuencia en Montcada i Reixac en los últimos meses. En septiembre, otro alunizaje destrozó una panadería en la calle principal del municipio.
Poco antes, un hombre apuñaló a otro sin motivo aparente en la misma vía. Los okupas del barrio de Mas Rampinyo llevan meses ocasionando problemas y aunque han aumentado las redadas en bares conflictivos, aun así, todo parece ser insuficiente. La gente tiene miedo.
Imagen de la farmacia asaltada desde el interior
