Vista del Juzgado de Sabadell

Vista del Juzgado de Sabadell Kike Rincón - Europa Press

Vida

Citan al fontanero sospechoso de matar a la dependienta de una zapatería de Sabadell en el 2007

El último análisis ha detectado trazas de hierro, cobalto y plomo en la ropa de la víctima, elementos compatibles con la profesión del sospechoso, que ya fue detenido y puesto en libertad en 2019

Más noticias: 'Caso Helena Jubany': las pruebas de ADN descartan a Ana Echaguibel como sospechosa del crimen

Llegir a Català
Publicada
Actualizada

El asesinato de Ana María Milán, cometido en febrero de 2007, nunca llegó a cerrarse del todo. Han pasado 18 años desde que la dependienta de la zapatería Acín de Sabadell fue hallada muerta con signos de violencia en la trastienda del local.

Ahora, nuevos indicios forenses detectados en la ropa que vestía la víctima el día de los hechos han permitido reactivar la causa.

Nueva citación

Estos restos han llevado al Juzgado de Instrucción número 5 de Sabadell a volver a citar como investigado al principal sospechoso: un fontanero de 74 años que ya fue detenido en 2019, aunque quedó en libertad por falta de pruebas concluyentes.

Según ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el hombre —identificado como F. en la causa— deberá declarar ante el juez el próximo miércoles 26 de noviembre.

Hierro, cobalto y plomo

Según ha avanzado Catalunya Ràdio y ha podido confirmar Crónica Global, los últimos análisis forenses han detectado trazas de hierro, cobalto y plomo en las prendas que vestía Ana María Milán en el momento del crimen.

Se trata de materiales vinculados de manera directa al trabajo diario de un fontanero, lo que vuelve a situar al sospechoso en el foco de la investigación.

Imagen detalle de un agente de la Policía Científica de Mossos d'Esquadra

Imagen detalle de un agente de la Policía Científica de Mossos d'Esquadra Mossos d'Esquadra

Detención fallida en 2019

En 2019 --12 años después del crimen--, la detención del fontanero se basó en una huella dactilar encontrada en un ticket guardado en el monedero de la víctima, hallado junto a su cuerpo.

Además, las cámaras de seguridad registraron al hombre visitando la zapatería la mañana de los hechos y regresando a ella horas después, el mismo día del crimen.

Sin embargo, la huella en un objeto manipulable y la ausencia de ADN concluyente no fueron suficientes para sostener una acusación sólida, motivo por el cual quedó en libertad y el caso volvió a quedar estancado.

 Ahora, la presencia de estos compuestos metálicos en contacto directo con la víctima se considera un indicio de peso para volver a investigar si existió proximidad física entre ambos en el momento del ataque.

Varias hipótesis

Con todo, Ana María Milán fue encontrada por una pareja que se extrañó de que el local siguiera abierto por la noche. La autopsia confirmó que murió apuñalada.

Un agente de los Mossos d'Esquadra

Un agente de los Mossos d'Esquadra Europa Press

Durante las primeras horas se interpretó que podría tratarse de un robo, ya que faltaba dinero en metálico, pero esa línea de investigación se descartó poco después.

En su lugar, ganó peso la hipótesis de que el agresor intentó someterla sexualmente y que, ante la resistencia de la víctima, la asesinó.

Un margen temporal que apura la justicia

La investigación ha permanecido formalmente viva dentro de los márgenes que permite la ley antes de que el caso prescriba (previsto en febrero de 2027, cuando se cumplan 20 años del crimen).

Sin embargo, estos nuevos indicios, obtenidos de sus pertenencias personales, reactivan el camino judicial.

La declaración del próximo 26 de noviembre será clave para determinar si se eleva la causa hacia un procesamiento formal o si deben practicarse nuevas diligencias, incluidas posibles reconstrucciones, periciales ampliadas o localización de testigos de contexto.