Así es el barrio más rico Girona: palacios nobiliarios, residencias de familias burguesas y castillos medievales

Girona no es Barcelona, no tiene decenas de barrios, eso hace que tampoco haya una disparidad de riqueza tan considerable entre las distintas zonas de la ciudad.

Esta localidad, conocida por ser la más pija y rica de las capitales catalanas, la renta media per cápita es 4.000 euros menos que la de Barcelona, 28.887 euros por habitante. Eso sí, el barrio más rico de Girona supera la media de la capital catalana, que está en 32.990 € per cápita.

Este rincón es el Bari Vell, el barrio más céntrico, histórico y turísticos de toda la ciudad. Y, aun así, conserva parte del estatus que tuvo en el pasado.

En sus calles está documentada la presencia de castillos y de casas de familias nobles. Además, fue el epicentro de los judíos antes de su expulsión y lugar de residencia de la nobleza local y del alto clero. 

La calle de los ricos

La proximidad a la Catedral de Santa Maria concentró los principales casales y palacios urbanos. En la Pujada de Sant Domènec se alinean algunos de los ejemplos más destacados. 

El Palau Agullana, con su arco elevado que une dos edificios sobre la calle, fue levantado entre los siglos XIV y XVI por el linaje de los Agullana, una de las familias más influyentes del Gironès.

Casas, castillos y palacios

Cerca de allí se encuentra el Palau Caramany, construido en el XVI y reformado en el XVIII por los Andreu. A comienzos del siglo XX, el arquitecto Rafael Masó, ideólogo también de S’Agaró, intervino en su restauración, una conexión de la nobleza del pasado con la burguesía catalana del presente.

Otro edificio emblemático es la Casa Pastors, situada frente a la Catedral. Perteneció a la familia del mismo nombre en el siglo XVIII y más tarde a industriales como Cristòfol Grober. 

El Castell de Bell-Mirall, con su escudo fechado en 1454, y el moderno Palau Fugit, rehabilitado como hotel, fue también un antiguo palacete del XVIII. Y ya, a orillas del Onyar, la Casa Masó representa la continuidad de esa tradición residencial en el siglo XX. 

Y, además de tener este pasado, tiene también un rico presente. El Barri Vell concentra la mayor parte del patrimonio histórico de Girona. 

Monumentos y patrimonio

La Catedral, la Basílica de Sant Feliu, el Monasterio de Sant Pere de Galligants y los Banys Àrabs componen un conjunto declarado Bien Cultural de Interés Nacional, que atrae a cada año a miles de visitantes. 

A turistas y a gente con alto poder adquisitivo. Tal y como constata la Agencia Tributaria, el Barri Vell es que concentra el mayor nivel de renta de la ciudad.

El barrio de los ricos de Girona

Los últimos datos recogidos en la Estadística de los declarantes del IRPF, permiten ver que los vecinos de esta zona declararon en el último ejercicio una renta bruta media de 45.672 euros anuales. 

Muy por encima de la media provincial e incluso 13.000 euros más que la media de Barcelona. La mayoría de esta riqueza, un 69,86 %, además, proviene del trabajo de sus vecinos. 

Todos ellos pueden presumir de riqueza, pero sobre todo, de barrio y de saber elegir la zona. A pesar de que algunos pisos son antiguos, las remodelaciones interiores los han dotado de todos los lujos del siglo XXI.

Y es que, al Barri Vell ha experimentado una transformación progresiva. A pesar de que durante la Edad Media fuera una zona de ricos, bien entrado el siglo XX y hasta sus últimos estertores era un área envejecida y con edificios deteriorados. 

Zona rehabilitada

La rehabilitación impulsada por el Ayuntamiento y la recuperación turística del centro histórico han atraído nuevos residentes y elevado los precios de la vivienda.

Hoy conviven aquí viviendas reformadas, palacetes convertidos en residencias de lujo y apartamentos turísticos de gama alta. Lujo e historia en el mismo lugar.