Conocer la reserva ovárica, clave imprescindible para planificar la maternidad

Conocer la reserva ovárica, clave imprescindible para planificar la maternidad QUIRÓNSALUD

Vida

Conocer la reserva ovárica, clave imprescindible para planificar la maternidad

Cada vez, más mujeres se preguntan cuánto tiempo tienen realmente para ser madres. La ciencia tiene una respuesta, y pasa por conocer un dato: la medida que revela cuántos óvulos quedan en los ovarios y cómo evoluciona su calidad con los años

Leer en Catalán
Publicada

Noticias relacionadas

Aunque pueda sonar técnico, averiguar la reserva ovárica es hoy un proceso rápido, indoloro y accesible. Basta una analítica de sangre y una ecografía vaginal para obtener una imagen bastante precisa de la capacidad reproductiva. En la primera se mide la hormona antimülleriana (AMH), que indica la cantidad de óvulos disponibles; la segunda permite contar los folículos antrales, pequeños sacos que contienen los óvulos inmaduros.

“Son pruebas sencillas, pero ofrecen una información de enorme valor. Permiten tomar decisiones realistas sobre el momento más adecuado para buscar un embarazo o considerar otras alternativas”, explica el doctor Ramón Aurell, responsable de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirónsalud Barcelona. En definitiva, se trata de saber en qué punto nos encontramos para poder anticiparnos y evitar que el tiempo condicione nuestros planes reproductivos.

La edad biológica no siempre cuadra con el calendario

No todas las mujeres envejecen igual a ojos de la biología. “La edad cronológica no tiene por qué corresponderse con la biológica”, matiza Aurell. “En la primera el factor determinante es el año de nacimiento, mientras que la segunda se valora en función de la reserva ovárica de cada mujer, es decir, el número de óvulos de los que dispone". De hecho, hay pacientes jóvenes con una reserva ya reducida, y otras de más edad que la conservan en buen estado. Conocer esa diferencia es clave para planificar.

Aunque cada mujer experimenta en un momento distinto el inicio del declive de su reserva ovárica, y este proceso no avanza con la misma intensidad en todas, sí existe una edad orientativa: a partir de los 35 años comienza a descender de forma notable y cae en picado tras los 40. Según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), las probabilidades de embarazo natural pasan de un 25% por ciclo a los 20 años a menos del 5% a los 40. Pero la edad no es el único factor: la genética, ciertas enfermedades autoinmunes, intervenciones quirúrgicas, el tabaco o el estrés crónico también pueden acelerar ese declive. 

Una cuestión de información, no de alarma

Muchos especialistas coinciden en que el principal obstáculo no es la biología, sino la desinformación. A menudo las mujeres confían en que su fertilidad se mantiene intacta hasta que deciden ser madres, y descubren demasiado tarde que su reserva ovárica ya está muy reducida.

Según diversos estudios, en torno al 60% de las mujeres nunca se ha hecho esta prueba porque “como nos encontramos bien, creemos también que nuestra fertilidad está conservada”, afirma el doctor Juan José Espinós, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). 

Una situación que Ramón Aurell contempla a menudo en su consulta de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirónsalud Barcelona: “Acaba generando problemas en mujeres que han decidido retrasar su maternidad debido al desconocimiento social y la falta de información que hacen que se confíen. Nosotros hemos observado la problemática de esta desinformación en muchas mujeres con respecto a su fertilidad y por eso hemos puesto en marcha varias campañas divulgativas desde el Hospital". 

¿Cuándo conviene medir la reserva ovárica?

No existe una edad 'correcta' para medir la reserva ovárica, pero los expertos recomiendan hacerlo si la maternidad entra en los planes vitales, o cuando han pasado varios meses intentando concebir sin éxito. En mujeres mayores de 35 años, si el embarazo no llega tras seis meses, lo aconsejable es consultar con un especialista para evaluar la situación global.

Además, conocer la reserva ovárica también puede servir para planificar la preservación de óvulos, una opción cada vez más habitual entre mujeres que quieren posponer la maternidad sin perder oportunidades futuras.

Los médicos insisten: no se trata de alarmar, sino de dar herramientas para tomar decisiones informadas. Saber cómo funciona el propio cuerpo y qué margen de tiempo ofrece la biología permite decidir con libertad, sin que el reloj biológico marque el ritmo. Porque la fertilidad no espera, pero la información –y la ciencia– pueden ayudar a ganarle tiempo al tiempo.