Un agente de la Guardia Civil supervisa el uso de drones en las instancias del aeropuerto de Barcelona

Un agente de la Guardia Civil supervisa el uso de drones en las instancias del aeropuerto de Barcelona Guardia Civil

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La Guardia Civil blinda el espacio aéreo de Barcelona para frenar el auge de vuelos ilegales con drones

El Equipo Pegaso detecta infracciones en zonas sensibles como el aeropuerto y la Sagrada Familia, en un contexto de creciente preocupación por la seguridad tecnológica en Cataluña

Contenido relacionadoLas cárceles catalanas declaran la guerra a los drones y crecerán para evitar su saturación

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Barcelona refuerza su vigilancia desde el cielo. La Guardia Civil, a través del Equipo Pegaso, ha intensificado el control del espacio aéreo en la provincia tras detectar un incremento de vuelos no autorizados de drones en zonas críticas como el aeropuerto de El Prat o la Sagrada Familia, uno de los lugares turísticos más sobrevolados de manera irregular.

El grupo especializado, con base operativa en el aeropuerto barcelonés, levantó recientemente un acta por una infracción grave cometida por un operador que voló su dron a 500 metros de altura en una zona de aproximación aérea, poniendo en riesgo la seguridad de las aeronaves.

En otro caso, los agentes identificaron y propusieron para sanción a un piloto que había operado su dron a más de un kilómetro de distancia y fuera de su control visual, con el objetivo de grabar imágenes del templo expiatorio de Gaudí.

Vigilancia de alta tecnología

El Equipo Pegaso —siglas de 'Policía Especialista en Gestión Aeronáutica y de Seguridad Operacional'— dispone de sistemas avanzados de detección y neutralización que permiten rastrear la marca, modelo y número de serie de cada dron.

Esa capacidad ha sido clave para identificar a los infractores y tramitar hasta 261 denuncias en 2024 por incumplir la normativa. Las infracciones más habituales se concentran en puntos turísticos como la Barceloneta, el Park Güell, el Tibidabo o Montjuïc, según detalla la Guardia Civil.

Un dron en una imagen de archivo

Un dron en una imagen de archivo PIXABAY

Las causas, explican desde el cuerpo, van desde la falta de registro de los operadores hasta la omisión de las coordinaciones necesarias con ENAIRE, la empresa pública que gestiona la navegación aérea en España. Muchos de estos vuelos carecen además de la autorización preceptiva del Ministerio del Interior.

Un cielo cada vez más estratégico

El control de drones no solo afecta al turismo o a la seguridad civil: forma parte de un nuevo escenario tecnológico y geopolítico en el que Cataluña empieza a ocupar un papel destacado. En la reciente jornada BCN Desperta!, organizada por el Grupo de Medios Global, el presidente del Grupo Oesía, Lluís Furnells, advirtió del "cambio de paradigma" que vive la defensa europea: "La inteligencia artificial, la ciberseguridad y los drones ya transforman el sector militar", afirmó.

Furnells subrayó que Cataluña "tiene una oportunidad histórica para liderar este desarrollo", gracias a su tejido científico e industrial, con centros de referencia como el Barcelona Supercomputing Center o el Centro Nacional de Microelectrónica. España, añadió, afronta una inversión en defensa "sin precedentes" de 10.400 millones de euros, en la que los drones —tanto civiles como militares— serán piezas clave.

También en las cárceles

La preocupación por el uso indebido de drones no se limita al espacio aéreo. El Departamento de Justicia de la Generalitat ha lanzado un plan integral de seguridad penitenciaria que prevé instalar inhibidores de señal y escáneres corporales en todas las cárceles catalanas antes de 2028. El propósito es impedir que los drones introduzcan drogas, teléfonos móviles o armas en los centros penitenciarios.

Imagen de archivo del Centro Penitenciario de Quatre Camins en La Roca del Vallès

Imagen de archivo del Centro Penitenciario de Quatre Camins en La Roca del Vallès CONSELLERIA DE JUSTICIA DE LA GENERALITAT

El conseller Ramon Espadaler calificó el fenómeno como "un reto compartido con toda Europa" y defendió la necesidad de “pasar de una seguridad física a una seguridad integral, con un fuerte componente tecnológico”.

Un futuro de cielos vigilados

Con el aumento de drones en manos privadas y el auge de su uso profesional y recreativo, las autoridades trabajan para adaptar la normativa y evitar incidentes. La Guardia Civil insiste en que volar en determinadas zonas requiere autorización expresa y recomienda consultar las plataformas oficiales de navegación aérea de ENAIRE y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) antes de realizar cualquier vuelo.