Las Termas Victòria de Caldes de Montbui han reunido cada lunes, miércoles y viernes, desde febrero, a 48 supervivientes de cáncer de mama en sus piscinas para llevar a cabo un estudio junto al equipo investigador del Hospital del Mar. El objetivo: tratar de mejorar su calidad de vida.
La investigación estudia los efectos del agua termal en mujeres menores de 55 años diagnosticadas de cáncer de mama y en tratamiento con doble supresión estrogénica. Son pacientes que, tras superar la enfermedad, tienen que pasar por un tratamiento de cinco años de supresión de estrógenos con efectos secundarios que pueden desmejorar significativamente la calidad de vida.
En términos más sencillos, como nos explica la investigadora principal Natalia Garcia-Giralt: “Estas mujeres tienen una menopausia inducida, exagerada y esto presenta una sintomatología asociada. Esta sintomatología asociada puede cursar con dolores articulares, musculares, fatiga, pérdida de memoria, insomnio, sequedad de la piel y de las mucosas”.
Efectos
Melodie Moreno, una de las pacientes de la terapia, asegura: “Donde más lo he notado es en la piel, incluso parece que se te quitan un poco las manchas”. Todo el resto de participantes asiente en concordancia.
No obstante, una de las compañeras, también paciente de cáncer de mama, Rocío Ruiz, afirma: “Donde más lo he notado ha sido en las articulaciones, al final con la medicación sentía que me estaba agarrotando”. En su caso concreto, explica que venía con muchos dolores de cadera y desde que ha empezado la terapia en el balneario ya no le duele.
Al preguntarles si consideran que ha habido una mejora en su calidad de vida, aseguran que aún es pronto para saberlo, pero sí que han notado un cambio. Fina Cala declara: “Como el tratamiento me ha mejorado los dolores articulares, me siento más ágil y con más ganas de hacer cosas. Antes, con el dolor, no tenía proyecto, no me sentía con fuerzas. Ahora que me encuentro mejor, me animo a hacer más, y psicológicamente también me sube la moral. Al final, lo psicológico pesa casi más que el dolor.”
De izquierda a derecha: Carolina Pérez, Fina Cala, Melodie Moreno y Rocío Ruiz
Componente humano
La fisioterapeuta Susanna Garriga, quien ha acompañado y dirigido todas las actividades del estudio, explica otra parte más allá de las mejoras físicas: “Considero que lo más valioso es el componente humano: poder compartir, sentirse comprendidas y hablar de lo que les pasa, no solo en la salud, también en la familia o con el sistema. A mí, sin haber pasado por un cáncer, me enriquece ver cómo se apoyan y cómo ven la vida. Esa parte emocional también es salud”.
Los testimonios de las pacientes coinciden con lo que explica Garriga. Rocío explica: “Ahora que ya hace tiempo que hemos pasado el tratamiento y empezamos a tener secuelas diferentes, nos ayuda poder hablar entre nosotras, porque son cosas que puede estar viviendo otra compañera y te pueden ofrecer soluciones o en muchos casos solo estar juntas, escucharnos y comprendernos entre todas nos ayuda”.
Participantes del estudio de balneoterapia para pacientes con cáncer de mama durante la sesión de ejercicios
Coste económico de la enfermedad
Las pacientes coinciden en que, si bien han disfrutado de la experiencia, lamentan que haya sido durante un tiempo tan reducido. Entienden que el tratamiento de tres veces por semana sea difícil de mantener, pero agradecerían si tuvieran la oportunidad de continuar con sesiones menos frecuentes para seguir disfrutando de los beneficios de la terapia.
Al preguntarles si consideran continuar con las sesiones, aunque sea por su cuenta, Melodie responde: “Yo lo voy a tener en cuenta porque, claro, si nos mejora poder llevar el resto de nuestro día a día mucho mejor”. No obstante, Carolina Pérez contesta: “Intentar se intentará, lo que pasa es que económicamente no todos los bolsillos se lo pueden permitir”.
Participantes del estudio de balneoterapia para pacientes con cáncer de mama durante la sesión de ejercicios
Carolina continúa explicando que “el hándicap de esta enfermedad es el económico, porque no puedes abarcar todo lo que se necesita. Después del tratamiento, las cremas especiales que necesitas para la sequedad de la piel, tratamientos específicos por efectos secundarios de la medicación, gafas de sol graduadas por la sensibilidad a la luz, son cosas que van sumando y no siempre puedes llegar a todo”.
Lamentan que en muchos casos no haya continuidad en este tipo de proyectos y, aunque agradecen la oportunidad de haber participado en este estudio, afirman que el acompañamiento para lidiar con las consecuencias del cáncer es deficiente y piden más iniciativas como esta para convivir mejor con las secuelas.
Isidre Pineda i Moncusí, alcalde de Caldes de Montbui, hablando con las pacientes del estudio
Sanidad pública
El proyecto está financiado por el Ayuntamiento de Caldes de Montbui y las termas Victòria. Isidre Pineda i Moncusí, alcalde del municipio, se mantiene comprometido a seguir fomentando iniciativas que pongan en valor la balneoterapia y los efectos curativos de las aguas termales. Este ya es el segundo estudio que se financia desde la localidad para demostrar las cualidades sanitarias de las aguas por las que se conoce al pueblo.
En conversación con Crónica Global confirma que desde el ayuntamiento quieren seguir colaborando con el balneario y el equipo investigador del Hospital del Mar para seguir estudiando las propiedades curativas del agua termal. Pineda asegura: "Queremos poner el recurso del agua termal al servicio de la sanidad pública de nuestro país". Continúa afirmando: "Queremos demostrar que el agua termal de Caldes de Montbui tiene un valor sanitario y queremos que el sistema de salud público nos lo reconozca.".
El Director General del Grup Victòria, Joan Anglí Sallarés, y presidente de la Associació Balneària
El Director General del Grup Victòria, Joan Anglí Sallarés, también presidente de la Associació Balneària, coincide con el alcalde en la intención de seguir colaborando juntos para fomentar estudios que contribuyan a investigar las cualidades de las aguas termales: "Dentro de la asociación, uno de los objetivos que tenemos es seguir colaborando con nuevos estudios con el propósito de que desde el Departamento de Salud se valoren este tipo de terapias y tengan cabida en el sistema sanitario público".
Anglí declara: "Es un tipo de terapia no invasiva, de coste económico más reducido, que mejora la calidad de vida de las personas y que tiene muy pocas contraindicaciones". Por esta razón, determina que pacientes con síntomas similares a los que padecen las pacientes de cáncer de mama se podrían beneficiar de la balneoterapia.
Participantes del estudio de balneoterapia para pacientes con cáncer de mama durante la sesión de ejercicios
Resultados
Para poder valorar los efectos de la balneoterapia, los investigadores han dividido el total de participantes del estudio en dos grupos. Uno que sí ha recibido el tratamiento y otro que no, para poder valorar a partir de las respuestas si realmente la balneoterapia ha tenido un efecto real y duradero en las que han podido disfrutarlo.
Todas las pacientes, muestra del estudio, han contestado el mismo formulario en tres momentos diferentes del proceso terapéutico. El primero antes de siquiera iniciar la primera sesión, la segunda vez justo al acabar con el tratamiento, y la siguiente y última, a los seis meses. “Lo que queremos comprobar es que los efectos sean duraderos, que por mucho que durante el tratamiento se encuentren bien, que sea un beneficio que se mantenga”, explica la investigadora principal Natalia Garcia-Giralt.
“La ciencia es lenta y poder demostrar científicamente el impacto del tratamiento lleva tiempo”, asegura la experta, y continúa explicando que no se espera poder presentar los resultados hasta finales del año 2026 o incluso 2027. “Piensa que ahora acabamos con el último grupo y hasta dentro de seis meses no tendremos los resultados completos” acaba Giralt.
Balneario Termes Victòria en Caldes de Montbui
