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La Fundació Vila Casas se descompone dos años después de la muerte del patrono, el admirado empresario Antoni Vila Casas (Barcelona,1930 - 2023).

Mientras la otrora prestigiosa institución marcha a la deriva, con la huida de patronos y la purga al antiguo círculo de confianza del mecenas, su nuevo hombre fuerte, Bernat Puigdollers, "es incapaz de arreglar el rumbo de la entidad". Y, además, "emprende proyectos paralelos en Canarias", según denuncian diversas voces del sector de la cultura conocedoras de este hecho, que prefieren mantener un estricto anonimato "por la gravedad del asunto".

La actividad paralela del asesor se lleva a cabo en Canarias, donde Puigdollers es comisario de una exposición de la pedagoga y artista Esther Boix en la Fundación Cristino de Vera, en Tenerife, inaugurada el pasado viernes. 

Para las fuentes consultadas, el pluriempleo es un síntoma de la deriva de la Fundació: un equipo directivo "inexperto" y "endiosado" que, ante la crisis, opta por cultivar su currículum personal en lugar de gestionar los cuatro museos de la institución en sus momentos más críticos.

Escapada veraniega

No ha sido la única huida. En plena crisis, la hijastra de Vila Casas y ahora vicepresidenta Montserrat Viladomiu escapó en verano un mes y medio a Japón, primero, y luego a Turquía, en un barco familiar fletado de familiares y amigos. Todo ello, financiado con el dinero que heredó su madre tras la muerte del patrono.

El resultado de esta supuesta falta de liderazgo es un deterioro operativo sin precedentes, que "Antoni Vila Casas nunca hubiera permitido". A modo de ejemplo, el Museu Can Framis ha cerrado durante dos meses su colección permanente para un cambio en el montaje. Anteriormente, esta operación no superaba las dos semanas.

Interior de Can Framis, la principal galería de la Fundació Vila Casas Cedida

Tras la purga al equipo directivo, con el despido del director general, Joan Torras; la asesora artística, Natàlia Chocarro; y Olga Garcerán, directora financiera, reina el descontrol. Los citados directivos llevaban décadas en la fundación y conocían al dedillo la voluntad del finado empresario. Ahora, la Vila Casas vaga sin un rumbo fijo, atestada de trabajadores juniors sometidos a estrés y con dirigentes "sin experiencia" que están "colapsando".

Es el caso de Puigdollers, especializado en historia del arte moderno y no en arte contemporáneo, como sería más adecuado para la Fundació. Este joven asesor carece de experiencia en grandes entidades, pues en su currículum sólo resalta su presencia en la junta del Museo de Montserrat, de la que ni siquiera se detalla en ningún sitio su exacta tarea.

"Está endiosado"

Hijo de un médico de familia, Puigdollers "está endiosado" en esta nueva etapa, y le ha ido muy bien la situación de "caos" para "ascender y ganarse la confianza de la hijastra y de la viuda de Vila Casas", añaden las mismas voces.

Como dice el refrán, quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija. El joven asesor, que sustituyó al también fallecido poeta Àlex Susanna en su cargo, es ya hombre de la máxima confianza de Pascual y su hija, Montserrat Viladomiu, presidenta y vicepresidenta de la fundación, de la que fuentes cercanas a la entidad atestiguan su "nula sensibilidad por el arte" -sobre lo cual Vila Casas era conocedor. "El presidente fundador nunca dio a Viladomiu ningún rol destacado, a excepción de un departamento anecdótico sobre salud", exponen.

Más salud, menos arte

Ahora que tienen el poder en sus manos, denuncian que las dos Montserrats quieren arrinconar la actividad artística de la fundación para dar más importancia a la salud. Un ejemplo es el nombramiento de Cristina Ribes como nueva directora general, procedente de la fundación de Pau Gasol. Aunque con un currículum inmaculado, no se le conoce vinculación con el arte.

En este arrinconamiento del arte, la fundación también ha cancelado su participación con stand y premios en la feria ARCO de Madrid, y ha dejado morir el programa de exposiciones externas por Cataluña y el resto de España Punts de fuga

Antoni Vila Casas, mecenas y empresario farmacéutico Fundació Vila Casas

Viladomiu, que estaba relegada al brazo sanitario de la Fundació mientras aún Vila Casas reinaba, quiere impulsar esta área. Por el momento, en el ámbito salarial, pues se ha puesto una nueva retribución hasta ahora inexistente.

Ecos de mala gestión

En sólo un año, han dimitido cuatro patrones --el expresident Artur Mas, Antonio Sagnier, Daniel Giralt-Miracle y Joan Font-- y han salido tres altos cargos de la máxima confianza del mecenas. Para remediar el boquete, la hijastra de Vila Casas ha fichado a Marco Gay, su esposo, que gestionará el imperio que construyó su padrastro. 

Una vez destruida la intachable reputación, ahora es el patrimonio, de unos 100 millones de euros, el que está en peligro. Y es el marido de su discutida hijastra quien encabeza las sociedades del que pende la herencia el empresario farmacéutico, por lo que la zozobra es mayúscula.

"¿Qué han hecho?"

La institución se mantuvo sus primeros 25 años de vida con un prestigio intacto y sin un solo escándalo. En los últimos dos años, son constantes las salidas y polémicas. Y la mala gestión en la Vila Casas se comenta sin tapujos en el sector.

"Vas a un museo en Figueres, a una exposición en Tárrega o a un acto en el MNAC y todo el mundo se pregunta lo mismo: ¿Qué han hecho con el legado del pobre Antoni Vila Casas?", resume una reconocida crítica de arte catalana.

La empresa responde

A preguntas de este medio, la directora general, Cristina Ribes, ha señalado que la Fundación está "plenamente centrada en preservar y proyectar el legado de Antoni Vila Casas".

En ese sentido, explican, "Puigdollers está dedicado de manera prioritaria a la preparación de la nueva exposición permanente de Can Framis", que se inaugurará el próximo 10 de noviembre.