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La incorporación de 400 fisioterapeutas a la atención primaria catalana supuso cumplir con una demanda histórica del colectivo y, al mismo tiempo, cambiar la mentalidad sobre este perfil sanitario que, más allá de las rehabilitaciones, cumple un papel esencial en la promoción de la salud. En busca de un salto cualitativo, el Col·legi de Fisioterapeutes de Cataluña pide a Salud la incorporación de 1.500 profesionales para dar respuesta a la demanda asistencial que hay en la actualidad. 

Estas plazas estarían enfocadas principalmente a integrarse en la red hospitalaria del Institut Català de la Salut, pero también en los servicios de rehabilitación públicos y en aquellos servicios que contemplan otras consellerias, como la de Derechos Sociales e Inclusión para, por ejemplo, la atención a personas mayores, argumenta Ramón Aiguadé, decano del Col·legi. 

Apenas se llega al 5% de la demanda

"Todavía hay una gran falta de fisioterapeutas que pueden aportar mucho al sistema de salud, apenas se ha llegado a un 5%, por lo que el aumento ha sido muy poco significativo en estos años y es insuficiente para garantizar una atención adecuada", razona. Es más, las oposiciones convocadas en este tiempo han estado enfocadas a estabilizar plazas, pero no a aumentarlas. 

Una razón clave para acometer este incremento: hay ahorro para el sistema de salud. El decano explica que "la evidencia científica demuestra que la incorporación de los fisioterapeutas es costoefectiva", un ejemplo de ello fue el tratamiento de las complicaciones respiratorias en la UCI durante la pandemia de la covid, gracias a lo cual se reducía el ingreso hospitalario de los pacientes atendidos.

Ahorro para el sistema sanitario

"Con acortar la estancia de un paciente en dos o tres días en la UCI, tendrías el pago mensual de un fisioterapeuta", explica con respecto a los altos costes que supone mantener el ingreso durante varias jornadas consecutivas. Ya sea por razones presupuestarias o de bienestar, es un recurso asistencial en el que pretender hacer hincapié en las conversaciones con la actual Conselleria de Salud, liderada por Olga Pané.  

En España hay alrededor de 80.000 fisioterapeutas, de los que 14.000 están colegiados en Cataluña. Una de las áreas con más empleo es la deportiva, pero no es la única. Tanto en el ámbito de la pediatría, la neurología o del sistema respiratorio, entre otras, hay posibilidades por explorar para mejorar la salud de la ciudadanía, sostiene Aiguadé, así que hay camino por recorrer. 

Un fisioterapeuta realizando un ejercicio rehabilitador a un paciente EUROPA PRESS

La etapa de Balcells

La incorporación de aquellos primeros 400 fisioterapeutas se dio durante el mandato del conseller Manel Balcells hace dos años. Los equipos, como explica, se han vuelto interdisciplinares y el trabajo se hace codo a codo tanto con los médicos, las enfermeras u otros perfiles de nueva creación, como los referentes de bienestar emocional. Así, los fisios desarrollan un papel clave: la promoción de la salud. 

Tras este período, Aiguadé hace una valoración "muy positiva" del trabajo realizado en las unidades en las que se han integrado en el día a día de los CAP. Lo que fue una prueba pionera en 30 centros, finalmente se amplió a toda la red pública. Sin embargo, las listas de espera para ser atendido por un fisioterapeuta son largas, en concreto, de "hasta tres o cuatro meses" y, también, varían según la geografía. 

Aun así, "hay muy buenos resultados", asevera Aiguadé, por lo que pretenden insistir en la necesaria ampliación de este recurso. El diálogo con el Departamento es fluido y se ha recibido con interés y predisposición sus propuestas, asegura, a la espera de acciones concretas, sobre todo en un momento en el que se ha apostado por la reforma del sistema sanitario catalán

"Dar vida a los años"

El envejecimiento poblacional pondrá a prueba la efectividad de las políticas públicas. Un factor que atraviesa a Cataluña de manera transversal a una sociedad que alcanzará en los próximos años los diez millones de personas, un horizonte en el que hay muchas preguntas en el aire y que todavía carecen de una respuesta clara.

Al tanto, el representante colegial aclara lo siguiente: "La fisioterapia ayuda a afrontar la vejez con más garantías, con una mejor salud, porque no se trata solo de alargar la vida, sino de dar vida a esos años". Un cuerpo ágil, envejecido, pero con buenas condiciones físicas, esa es la meta. Por tanto, cabe "empoderar a la sociedad" para hacer uso de este factor preventivo. 

El libro blanco de la fragilidad

El Col·legi celebró el pasado viernes la XI Jornada de Fisioteràpia en Geriatria en el Hospital de Sant Pau de Barcelona con la participación de 250 profesionales de la salud. En cifras, cerca de un 30% de personas mayores de 65 años sufren como mínimo una caída al año en Cataluña, lo cual se incrementa hasta el 50% en los mayores de 80 años. 

Ante la fragilidad de este colectivo, cabe la innovación y la promoción de la fisioterapia como un "pilar fundamental de la salud pública y la atención centrada en la persona", más cuando la región ha pasado de tener 1,28 millones de personas mayores de 65 años a superar el medio millón. Un 20% más en apenas una década, según constata la organización.

En el encuentro, se presentó el Libro blanco Fisioterapia y fragilidad, una guía que ofrece soluciones y pautas detalladas para el gremio. Entre las principales recomendaciones, se destaca que la prescripción de ejercicio físico terapéutico debe ser una herramienta de primera línea siempre que se trabaje con adultos frágiles —aquellos con un índice de vulnerabilidad mayor. 

Este ejercicio, pautado y supervisado por los profesionales, también debe estar acompañado de una educación sanitaria sobre la actividad física y cómo nos afecta el sedentarismo, con tal de conseguir los mayores beneficios para una mejor calidad de vida. 

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