La palabra intraducible del catalán: común en Cataluña y muy poco usada en castellano

La palabra intraducible del catalán: común en Cataluña y muy poco usada en castellano CRÓNICA GLOBAL

Vida

La palabra intraducible del catalán: común en Cataluña y muy poco usada en castellano

La RAE, en cambio, todavía no lo registra en su diccionario de la lengua española.

Más noticias: No lo sabías: esta es la expresión catalana que proviene del lenguaje campesino del siglo XVII

Publicada

Noticias relacionadas

El catalán no es tan fácil como parece. Por muchos que algunos se empeñen en decir que basta con sacar la última letra de cada palabra, quien ha pasado por Cataluña y se ha fijado en los diferentes carteles o cartas de los restaurantes lo sabe.

También le pasa mucho a los catalanohablantes. No son pocos los que piensan que con cambiar un poco el acento una misma palabra en catalán puede valer para el castellano. Los ejemplos más típicos son el bikini, que en Cataluña es como se le llama a un sandwich mixto, o la caña, que tiene una medida distinta en el resto de España.

Luego están esas palabras que resultan intraducibles, que se dicen tal cual, aunque no existan. Eso es lo que sucede con el término “deixalleria”, muy común en Cataluña, pero que cuando se dice en castellano nadie entiende.

El siguiente problema surge cuando la persona catalanoparlante quiere decirla en castellano. Apenas hay una manera correcta de decirla. Cuesta mucho. Y la que realmente es su equivalente en español apenas se usa, es más, casi nadie conoce.

Posibles traducciones

Cuesta mucho menos expresar qué significa. En realidad, la “deixelleria” es el lugar donde uno va a deshacerse de muebles viejos, aparatos rotos o restos de poda. ¿Cómo se llama exactamente a este espacio en castellano?

La mayoría vacila entre “vertedero”, “punto limpio” o “centro de reciclaje”, aunque ninguna traducción parece ajustarse del todo. A todas ellas les falta algún matiz.

Qué es una "deixelleria"

En primer lugar, una deixelleria no es un vertedero por varias razones. Una de ellas es que la palabra catalana para este concepto es “abocador”, que es en realidad un espacio donde se arrojan y acumulan residuos sin control ni regulación.

La "deixelleria", en cambio, es un centro municipal de recogida selectiva donde los ciudadanos pueden depositar residuos que no deben ir a los contenedores habituales: electrodomésticos, escombros, pinturas, aceite usado, pilas, muebles o restos de jardín. 

Su función principal no es almacenar basura, ni mucho menos es un espacio incontrolado donde se tiran cosas. En la “deixelleria” todos los residuos que se llevan son clasificados y derivados a procesos de reciclaje o eliminación controlada. 

En estos espacios, los materiales se separan, se reutilizan o se tratan según su tipología, contribuyendo así a una gestión más eficiente y menos contaminante. Por eso, muchos creen que el equivalente más cercano en castellano es “punto limpio”.

Una aproximación en castellano

Esta es la denominación oficial que se utiliza en la mayor parte de España para este tipo de instalaciones. Sin embargo, este concepto es demasiado amplio.

Un punto limpio puede ser simplemente un espacio en medio de cualquier ciudad, incluso esos pequeños camiones de recogida que una o varias veces por semana acuden al barrio para ayudar con el reciclaje. 

La “deixelleria” tiene un espacio determinado, fijo y allí no se lleva cualquier cosa. No vale traer la bolsa de los plásticos, para eso están las basuras. 

Tal vez lo más cercano al término catalán es un centro de reciclaje, pero ya implica tres palabras. Y, en realidad, no se ajusta del todo. Por ese motivo, incluso muchos castellanohablantes residentes en Cataluña han adoptado directamente el término catalán.

Catalanización

Es bastante común escuchar en Cataluña a una persona castellanohablante decir que “va a la deixelleria”, sin buscar equivalentes. Aquí, lo entienden, la palabra ha terminado por superar la barrera idiomática y consolidarse como denominación propia. 

El problema es que a la que uno sale fuera de un territorio catalanoparlante del resto de España se genera el problema. Y lo peor de todo, al catalán le cuesta traducirlo al castellano, porque apenas se puede. 

Qué dice la RAE

Hay quien dice que hay manera de traducirlo de manera casi literal y usan el término “desechería”. La RAE, en cambio, todavía no lo registra en su diccionario de la lengua española.

La Academia ha expresado varias veces a través de sus redes sociales que es un neologismo, pero eso no ha hecho que dé el salto.