Merche Dalmau, dueña de la bodega Clos Galena

Merche Dalmau, dueña de la bodega Clos Galena Cortesía

Vida

Merche Dalmau y su arte de celebrar la vida

La propietaria de la bodega Clos Galena mantiene vivo el proyecto que comenzó junto a su esposo en la comarca del Priorat. Una aventura emocional y sentimental que acaba de cumplir su primer cuarto de siglo

Relacionado: Mercè Camps, fundadora de Art Camps: “Es el momento de volver a apostar por Barcelona

Publicada
Actualizada

Hace 25 años Miguel Pérez, profesor universitario, farmacéutico y un apasionado enólogo, decidió hacer realidad un sueño. Fundar una bodega ecológica y sostenible. Lo hizo con la complicidad de su esposa, Merche Dalmau, quien tuvo que hacerse cargo del negoció tras su fallecimiento en 2013. No fue un camino de rosas, apenas sabía de vinos, pero hizo de la adversidad virtud y aprendió de los errores.

“Cuando tomas las riendas de una empresa es como hacer un puzzle. Tienes que empezar a encajar todas las piezas. Me decía a mí misma que para tirar la toalla siempre estaba a tiempo pero que intentaría hacerlo todo. Y bueno, hemos llegado hasta hoy”, relata a Mujeres en Crónica.

En el camino no estuvo sola. Contó con la ayuda impagable de su familia, de sus amigos y de mucha gente que se mantuvo a su lado en situaciones complicadas. “Gracias a todos ellos ha sido posible llegar a estos 25 años. Esto es así. Siempre estaré agradecida a todas esas personas que me han tendido la mano para seguir adelante”. Acompañada y armada con un tesón inquebrantable, Merche siguió construyendo su vida alrededor de este sueño compartido enraizado en las privilegiadas y excepcionales tierras del Priorat.

Merche Dalmau, propietaria de Clos Galena

Merche Dalmau, propietaria de Clos Galena Cortesía

Una bodega pionera y honesta

Desde el inicio trabajaron para mantener y recuperar viñas centenarias con el firme propósito de preservar el entorno y la cultura de la zona. En 1994 compraron los primeros viñedos y cinco años después fundaron Clos Galena, una bodega ecológica, arraigada al territorio y comprometida con la sostenibilidad social. Una apuesta pionera y arriesgada.

“En aquel momento no había prácticamente bodegas ecológicas pero él tenía muy claro que debíamos dejar un planeta mejor a nuestros hijos y nietos. Y no se equivocó. Fíjate ahora el enorme problema que hay con el cambio climático”. De hecho, dice, el proyecto nació con dos directrices muy claras, “la ecología para garantizar unos vinos más saludables y, por otro lado, aportar nuestro pequeño granito de arena para lograr una sociedad más justa”.

Grandes vinos en un territorio excepcional

Para comprender la excepcionalidad de sus vinos, Merche habla de la peculiaridad de los suelos donde crecen las uvas. Suelos pizarrosos de origen volcánico y escasa productividad donde los monjes cartujos de Scaladei ya cultivaban vides durante la Edad Media. “Tenemos la gran suerte de tener licorella en el Priorato que es la responsable de la mineralidad de estos vinos. Vinos elegantes, únicos y especiales”.

Los territorios son geografía, son tradición y son memoria. Aquí, en Clos Galena, esta memoria se bebe y se homenajea. Todos los nombres de la bodega hacen referencia al territorio que los ampara.

Así, por ejemplo, Clos Galena alude a las cercanas minas de Bellmunt de donde extraen galena. Formiga, uno de sus vinos más emblemáticos, debe su nombre a la presencia de hormigas en la finca. Y es que los viñedos se gestionan sin el uso de herbicidas, fungicidas o fertilizantes sintéticos, y las plagas se controlan mediante métodos naturales y tradicionales.

El primer vino catalán en la cena de los Nobel

Precisamente su Formiga Vellut 2014 se sirvió durante la cena de los premios Nobel en 2017. “Para mí fue un momento de la vida extraordinario. Un golpe de suerte y un sueño porque además, en los más de 115 años de historia de los galardones, fue la primera vez que la propietaria de la bodega era una mujer. Tuvo mucho impacto, más en un mundo que es principalmente de hombres”.

No fue el primer reconocimiento a sus vinos. La primera muestra que mandaron a Robert Parker para The Wine Advocate, añada del 2004, obtuvo 96 puntos. Y la última muestra que mandó Miguel a Decanter obtuvo la medalla de oro. “Durante todos estos años tuvimos buenas críticas y puntuaciones. Cuando mi esposo murió, sentí como si tuviera que pilotar un avión sin manual de instrucciones. Fue como si me dijera: Aquí te dejo el proyecto, ahora sigue. Dejó el listón muy alto”. También, afirma, con un gran equipo en la bodega.

El Formiga Vellut 2014 fue el primer vino catalán servido en la cena de los Nobel

El Formiga Vellut 2014 fue el primer vino catalán servido en la cena de los Nobel Cortesía

Celebrar la vida

Toni Coca, es una pieza clave en la bodega. “Un gran enólogo y una persona extraordinaria y honesta. Siempre está ahí y cuando hay un problema lo soluciona. Solo puedo tener palabras de agradecimiento. Gracias a él seguimos haciendo grandes vinos y eso nos permite estar presentes en prestigiosos restaurantes de todo el mundo”, afirma. Noma, Disfrutar, Moments, Can Jubany de Nandu Jubany… una exquisita lista que no para de crecer.

“Ahora entramos en Zalacaín, en el Mandarin Oriental Ritz, exportamos a 21 países y estamos trabajando para trabajar con más establecimientos a nivel nacional”. Y es que Merche se ha propuesto dar a conocer por todo el territorio los “vinos de casa”, los que elaboran al amparo de la D.O.Q. Priorat; también los que nacen al cobijo de la D.O.Montsant y la D.O. Terra Alta, estos últimos bautizados con el evocador nombre de Secretos de Mar, una marca por la que siente un cariño especial.

“Con todo lo que me ha pasado siempre digo que son un brindis por la vida”. Porque el vino transmite cultura, tradición e identidad, pero también está presente en algunos de los momentos más importantes de nuestras vidas. “En el mundo del vino hemos hecho muchas parejas. Muchas familias se han formado gracias a nosotros. Para mi es muy bonito estar presente en estos momentos de celebración de la vida con proyectos que haces con tanto amor y cariño. Secrets de Mar refleja precisamente esto”.

La saga continúa

Este sueño está de aniversario. Para celebrarlo han lanzado al mercado una edición limitada de 25 anys d’un somni. Son 1.398 botellas de un coupage irrepetible, elaborado con garnacha negra, cariñena, syrah y cabernet sauvignon, que refleja la diversidad y la riqueza del Priorat. Un vino que simboliza la excelencia y la continuidad de un legado extraordinario que ya tiene continuidad en la siguiente generación.

Desde el inicio del proyecto trabajaron para mantener y recuperar viñedos centenarios_Cortesía Clos Galena

Desde el inicio del proyecto trabajaron para mantener y recuperar viñedos centenarios_Cortesía Clos Galena Cortesía

“Mis hijas han sido mi gran equipo. Han sido extraordinarias y me han ayudado siempre muchísimo. Ahora tengo la suerte de contar con Cristina, la mayor. Estudió en ESADE, nada que ver con el mundo del vino. Mi gran sorpresa fue cuando le dije: ‘Necesito ayuda, ¿puedo contar contigo? Dejó de trabajar donde estaba y se unió al equipo”.

Decía Miguel Pérez que “un gran vino nace del encuentro entre un elemento único e irrepetible, la pizarra del Priorat y su cultivo que, de hecho, es mi pasión. Solo esta combinación proporciona las claves de comprensión de este universo maravilloso que vivo y espero poder transmitir a mis hijas: Cristina, Julía y María”. Quién sabe si María y Julia, las gemelas, se sumarán al proyecto familiar algún día. De momento, su apoyo incondicional es más que suficiente para Merche Dalmau, una mujer valiente y resiliente.