Vecinos en bicicleta frente al parque de La Pineda

Vecinos en bicicleta frente al parque de La Pineda

Vida

Indignación entre los vecinos de La Pineda por la última decisión del Ayuntamiento: "Van a convertir nuestras casas en una zona negra"

Los residentes insisten en que la situación es insostenible y reclaman una solución inmediata

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Los cambios no son fáciles, incluso pueden ser polémicos. Y así ha pasado en La Pineda, un pueblo de la Costa Daurada donde la última decisión de su ayuntamiento ha generado mucho.

Todo empezó en julio, cuando el consistorio decidió cambiar el sentido de circulación de los vehículos en la calle Hipòlit Lázaro. Los vecinos ya advirtieron que podía generar. Y, al parecer así ha sido.

Todo empezó con las obras de renaturalización del paseo Pau Casals, la avenida que discurría paralela al mar, que va a convertirse en un bulevar verde. Eso, conllevó el cierre de la circulación frente a la playa y los vehículos, especialmente los autobuses, utilizan la calle Hipòlit Lázaro como paso alternativo.

En su lugar se han levantado ya los primeros muros-grada que darán forma a un nuevo paseo marítimo. El objetivo de esta intervención estatal es recuperar espacio para los peatones y crear zonas verdes junto al mar, modificando de manera radical la movilidad de la zona.

Cambios molestos

Este cambio ha supuesto un cambio drástico. La vía siempre ha sido una zona residencial, con tráfico, pero mucho menor que la avenida marítima cortada. Ahora, el incremento del tráfico ha provocado un ambiente insoportable. 

Una de las mayores quejas es por la frecuencia de paso de los autobuses. Los vecinos indican que cada vez pasan más a menudo, con la contaminación y ruido que eso comporta. 

Quejas vecinales

El fin del verano no ha mejorado la situación. Si en época de vacaciones parecía algo habitual, ha hecho que circulen menos vehículos privados, el paso de los autobuses se notan mucho más.

Este no es el único problema. Los residentes explican al Diari de Tarragona que, además del ruido y la contaminación, el pavimento ya presenta grietas por el tránsito constante de vehículos pesados. 

Unas quejas que no vienen de ahora. Ya en junio, los residentes presentaron las primeras quejas al Ayuntamiento, aunque no hubo respuesta, aseguran. De allí que hayan decidido organizarse.

Afirman que son cerca de 500 vecinos los que han elevado formalmente reclamaciones al consistorio a través de sus administradores de fincas. Unas quejas que van más allá de las obras.

Incertidumbre

“Nos parece muy bien que el frontal marítimo se recupere y que haya zonas verdes, pero no a costa de convertir nuestras casas en una zona negra”, indican al medio local. Consideran que sólo salen perdiendo. “La vida se nos hace muy molesta. La calle parece una autopista”, prosigue el vecino.

Ante esta situación, quieren saber, en primer lugar, su el desvío ejecutado es temporal o permanente. Esperan que sea el primer caso, si no es así amenazan con convocar protestas públicas.

Qué dice el Ayuntamiento

El Ayuntamiento, por su parte, reconoce que no ha podido tramitar la queja por la diversidad y cantidad de peticiones registradas por los vecinos. Sin embargo, aseguran que están en revisión, de acuerdo con la normativa. Tienen res meses, están dentro del plazo legal.

Sin embargo, el consistorio ya ha dado la razón a los vecinos. Avanzan que, cuando llegue el invierno, van a reparar los desperfectos e irregularidades de la vía pública.

Por otro lado, ya se ha encargado un estudio de movilidad que va a ser la base para definir las medidas más adecuadas de cara a la próxima temporada turística. Una respuesta que aún siembra más dudas entre los residentes.

Un futuro incierto

Los vecinos no pueden más. Insisten en que la situación es insostenible y reclaman una solución inmediata. Critican que la necesaria remodelación del paseo se hace a costa de deteriorar la calidad de vida en otra zona del núcleo urbano, la suya. 

El conflicto sigue abierto. Hasta 2026 no se espera una respuesta. Todo queda “en fase de estudio”, por parte del Ayuntamiento, y en incertidumbre por parte de los vecinos.