Un niño lee en voz alta para sus compañeros en el colegio Montiba de Barcelona

Un niño lee en voz alta para sus compañeros en el colegio Montiba de Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Vida

Caligrafía sin pantallas para "aprender a pensar": el 'revolucionario' modelo que vuelve a la escuela

El colegio Montiba hereda la tradición educativa de la Institución Libre de Enseñanza con la intención de lograr "que cada niño se encuentre" con un proyecto "exigente y creativo"

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Educación como la de antes, sin pantallas, a mano y en conexión con el entorno. Sin salir de Barcelona, 110 niños suben cada mañana hasta la cima del Tibidabo para ir al colegio en un lugar privilegiado: leen en el bosque, hacen deporte cada día, sus profesores de arte son artistas y su comedor tiene las mejores vistas de la ciudad.

En un contexto tecnológico que avanza sin freno e invade todos los espacios, la escuela Montiba abrió sus puertas en septiembre del año pasado con un enfoque que pretende recuperar la tradición educativa de la Institución Libre de Enseñanza para responder a las necesidades de los alumnos del siglo XXI con un método propio y un modelo privado, mixto y laico.

"Es un proyecto exigente y creativo, que busca que cada niño se encuentre, abrir el mayor número posible de puertas, pero al mismo tiempo valora el esfuerzo, el rigor y la perseverancia", define Ana Escoda, directora del centro, durante una visita de Crónica Global. "Queremos que el alumno sea escuchado de manera individual, con sus casuísticas emocionales y familiares de cada uno", subraya.

La propuesta educativa parte de la confianza en la capacidad de los alumnos para aprender con profundidad si se les ofrecen buenas herramientas, referentes culturales sólidos y un acompañamiento cercano.

Escritura a mano

En el modelo que proponen desde la escuela Monitba, que a su vez es heredado del colegio Madrid de la capital española, cuatro ramas de desarrollo cobran el mismo peso: arte, ciencias, humanidades y educación física se valoran por igual y se les da la misma importancia dentro del currículo.

Mochilas y bolsas de deporte en el pasillo de primaria de Montiba

Mochilas y bolsas de deporte en el pasillo de primaria de Montiba SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

También cuentan con un modelo de trabajo propio, sin libros de texto, de modo que los estudiantes elaboran sus propios cuadernos a través de diferentes herramientas y fuentes, fomentando la elaboración activa del conocimiento y la expresión personal. "No es que no tengamos libros", matiza Escoda, "tenemos una biblioteca muy presente y los niños van construyendo sus propios apuntes".

La escritura a mano tiene un papel central en el proyecto. No solo por razones de motricidad o memoria, sino porque es considerada una herramienta clave para estructurar el pensamiento. En una época de predominio de la tecnología, Montiba apuesta por el papel como vía de organización mental, especialmente en infantil y primaria.

Sin pantallas

"La mano y la cabeza tienen una unión increíble", sostiene la maestra, quien señala la tendencia de los últimos cursos: "Tras una introducción masiva de la tecnología en las aulas, ahora ya se va retirando". No rehúyen de la tecnología, pero reivindican que "sobre todo a edades tempranas, en infantil y en primaria, aprender a pensar, plasmar las cosas, organizar y estructurar, da unas herramientas para el resto de la vida, que también se aplicarán al uso de la tecnología".

Biblioteca del colegio Montiba

Biblioteca del colegio Montiba SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

En este sentido, si bien la educación infantil se imparte libre de pantallas, la tecnología sí está presente en los siguientes cursos, aunque con un uso más moderado que en otros centros. En primaria se utiliza una aplicación educativa dos veces por semana durante 15 minutos, y en secundaria se introducen progresivamente las ciencias de la computación y la programación.

Además, el entorno natural y a la vez tan cerca del centro de la capital catalana, permite a los estudiantes tener acceso a todo tipo de recursos en primera persona: "Si queremos leer un fragmento de un clásico, iremos directamente a ese libro, o si estamos trabajando los árboles en biología, en vez de mirar una fotografía, iremos al bosque a buscarlo", explica Escoda sobre su visión experimental del aprendizaje.

Tiempo educativo

Dentro de la aspiración de formación integral que el equipo docente de Montiba quiere ofrecer a sus alumnos, "todo momento escolar es educativo" y los alumnos están acompañados de sus profesores -no monitores- durante toda la jornada, también en el recreo y el comedor, dos espacios que se aprovechan para "aprender a probar las cosas, ser respetuosos, recoger y toda una serie de hábitos".

Un niño y una profesora se sirven la comida en el comedor del Montiba

Un niño y una profesora se sirven la comida en el comedor del Montiba SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

En Montiba, los recreos y el tiempo del comedor se han reducido para poder incluir una hora de educación física al día, algo que, aseguran, es fundamental no solo para el desarrollo físico de los niños y niñas, también lo es para regular su capacidad de memoria, atención y concentración. Además, han observado también que, junto al teatro, el deporte se ha convertido en una importante herramienta para la educación emocional.

Estabilidad docente

Pese a ser un colegio privado, cuyo precio mensual oscila entre los 550 y los 800 euros, en función del curso, la directora defiende que las familias de sus 110 alumnos -desde I3 hasta 3º de ESO, de momento- abarcan distintas realidades: "Muchas hacen un esfuerzo económico para traer aquí a sus hijos porque valoran el entorno, el equipo y el proyecto y quieren dedicar todos sus recursos para que sus hijos tengan una buena formación", enfatiza.

Dos profesoras de infantil del colegio Montiba

Dos profesoras de infantil del colegio Montiba SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Al inicio de este segundo curso, Escoda se muestra orgullosa del trabajo hecho hasta la fecha y reconoce que su mayor miedo era quedarse corta a la hora de materializar el inspirador discurso que promueve: "Las familias nos dicen que no ha habido sorpresas, que todo ha ido tal cual lo explicamos".

Dice que la principal diferencia con el colegio público y la clave del éxito de Montiba es la estabilidad laboral del equipo docente. Considera que la alta rotación de profesores es la verdadera lacra del sistema público y el motivo de los polémicos malos resultados de Cataluña en el último informe PISA, y defiende que los maestros tienen que poder conocer en profundidad y empoderarse del proyecto del centro en el que trabajan y hacerlo con ciertas tranquilidades, así como establecer vínculos reales con el alumnado.