Hay historias personales que resultan fascinantes. Una de ellas queda cerca, en Sabadell (Barcelona).
Allí nació y vive Fèlix Colomer, un catalán cuya historia da para un artículo periodístico y hasta para un documental. HBO y TV3 ya se lo han hecho, porque su historia tiene miga.
Este joven de Sabadell se define como cineasta. Lo es. Se formó como director de cine en la prestigiosa Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC).
Allí dio sus primeros pasos. Luego acabaría siendo profesor y director del Máster de Documental. Experiencia no le falta.
Una web pionera
Sus trabajos han abordado temas de gran calado social: desde la acogida infantil en la Europa del Este hasta los abusos en instituciones educativas o el impacto de la pandemia.
Sin embargo, su trayectoria vital y creativa está marcada por un episodio tan insólito como revelador: antes de dedicarse al documental, fue el impulsor de la primera página web pornográfica en catalán.
Su pasado en el porno
Él no se esconde. Fue un proyecto que nació como experimento juvenil y que, según él mismo ha contado, llegó a tener “miles de visitas diarias”.
Tenía 19 años y, según cuenta a RAC1, fue un gesto por su catalán. “Como persona que lucha para que el catalán tenga un lugar en mundo y si el porno es lo más buscado, dije: ¿cómo es que no tenemos porno en catalán?”, confesaba a Jordi Basté.
Dicho y hecho, Colomer no sólo creó ese portal, sino que se puso a crear su contenido. Entre sus títulos destaca Jaume I, el conyqueridor, algo así como Jaime I, el coñoquistador.
“Más que un porno excitante, era una cosa cómica”, afirma. Una etapa que él define como “interesante”. Pero hubo mucho más.
Otros trabajos
En su curriculum consta que ha sido árbitro de fútbol, jugador de ajedrez y hasta cantante de trap. Un hombre, sin duda, polifacético. De allí que se le haya hecho la serie Las vidas de Fèlix: un autorretrato múltiple.
La producción está disponible en HBO desde hace tres años, pero este verano se emitió en abierto por TV3. Y fue un éxito.
Una carta para su hijo
“Ha sido my bonito comprobar que mucha más gente la vio por TV3 que por HBO”, afirma. “No solo en Cataluña, también en el resto de España”, detalla
“Es una carta que hago a mi hijo explicándole qué ha sido su padre a lo largo de la vida”, indica. Pero se convierte “en una excusa para descubrir todos estos mundos desde dentro”, admite. “Yo soy una excusa”, sentencia en los micrófonos de RAC1.
Pero este es sólo su penúltimo trabajo. Colomer tiene 31 documentales a sus espaldas. Debutó en 2016 debutó con Sasha, la historia de un niño ucraniano acogido por una familia catalana.
En 2017 estrenó Shootball, un trabajo duro y revelador sobre los abusos sexuales cometidos en el colegio Maristas. Y con la pandemia, HBO le produjo otra serie documental, Vitals, que narraba en primera persona la experiencia en el Hospital Parc Taulí de Sabadell durante la primera ola del Covid.
Los documentales de Colomer
En 2022 regresó a Ucrania con Fugir, documental que retomaba la historia del protagonista de Sasha. Esta vez, el chico era ya un hombre que se vio obligado a huir de la guerra y a reencontrarse con su familia.
Con su último trabajo ya da el salto al cine. Justo para la Diada se estrena Temps Mort, un largometraje estrenado en el Festival de Málaga que reconstruye la historia de Charles Thomas, mítico jugador de baloncesto del FC Barcelona en los años 70.
Estreno en cines
Considerado entonces una estrella carismática y apodado “el hombre que podía volar”, el futbolista cayó en desgracia tras una grave lesión. Esto lo condujo a la adicción y al olvido.
Durante décadas circularon rumores sobre su muerte, hasta que una llamada inesperada lo devolvió a la vida pública. Una excusa, de nuevo, para acabar hablando de la fragilidad de la fama, la pérdida y la memoria.
Los años del porno quedaron atrás. No se avergüenza, de allí que aparezca también en su documental autobiográfico.
Colomer es un apasionado de la vida y del trabajo. Los reconocimientos que ha tenido como documentalista lo acreditan. Aun así sabe cuál es la realidad: “Más gente ha visto mis vídeos porno que cualquiera de los documentales que he dirigido”.
