Un hostelero de Barcelona, indignado: “Llevamos 10 o 12 años con muchos robos, sobre todo a los abuelos, mucho incivismo”

Un hostelero de Barcelona, indignado: “Llevamos 10 o 12 años con muchos robos, sobre todo a los abuelos, mucho incivismo”

Vida

Un hostelero de Barcelona, indignado: “Llevamos 10 o 12 años con muchos robos, sobre todo a los abuelos, mucho incivismo”

El hostelero señala que, desde hace aproximadamente ese tiempo, la zona ha sido testigo de un alarmante incremento en la delincuencia, con "mucho robo"

Un abogado sobre el aumento de violaciones en Cataluña: "Las víctimas merecen respuestas, no silencio"

Publicada

En el corazón de un barrio de Hospitalet de Llobregat, que antaño fue un punto de encuentro y un ejemplo de vida obrera en Barcelona, un hostelero expresa su profunda indignación que resuena con la experiencia de muchos vecinos.

El camarero afirma que lleva “10 o 12 años con muchos robos, sobre todo a los abuelos, hay mucho incivismo”. Una sensación agridulce que muestra la realidad cambiante que ha transformado la esencia de lo que una vez fue un lugar vibrante y seguro.

En los años 90, este mismo barrio de La Florida atraía a gente de Barcelona que venía "a tapear". Era, según se describe, un "barrio obrero de gente trabajadora". Aunque siempre hubo "alguna riña", la percepción general era la de un "barrio bastante bien".

Sin embargo, la situación ha tomado un giro drástico en la última década. El hostelero señala que, desde hace aproximadamente ese tiempo, la zona ha sido testigo de un alarmante incremento en la delincuencia, con "mucho robo". Este tipo de crimen, que afecta a los miembros más vulnerables de la comunidad, es especialmente doloroso y genera una sensación de inseguridad palpable.

Los problemas de seguridad no se limitan solo a los robos a personas mayores. La situación se agrava con incidentes como el "robo de móviles", donde a menudo se logra rastrear el dispositivo hasta "el bloque del piso", pero la imposibilidad de "entrar" para recuperarlo frustra cualquier intento de acción.

De un barrio sano a un barrio incívico: "Uno por otro y la casa sin barrer"

A esto se suma el "mucho incivismo", manifestado, por ejemplo, en "vecinos que no te dejan dormir", lo que contribuye a un ambiente de deterioro de la convivencia y la calidad de vida. La suma de estos factores convierte la vida diaria en una constante fuente de preocupación para los residentes y comerciantes.

Lo más exasperante para los afectados es la aparente inacción o impotencia de las autoridades. Esta falta de responsabilidad compartida se traduce en un escenario de "uno por otro y la casa sin barrer", donde nadie asume la culpa o toma las riendas para resolver los problemas. La ausencia de datos concretos sobre la criminalidad o la falta de transparencia en su manejo es también una fuente de crítica.

La percepción de impunidad se ve reforzada por un sistema que parece aplicar dobles raseros. El denunciante contrasta cómo un ciudadano puede ser multado con "200 €" por "pasarse un semáforo" con su coche y tener la matrícula registrada, mientras que los "patinetes sin el casco pegando tirones a los abuelos" parecen actuar con total libertad.

Esta disparidad entre la rigidez para el ciudadano común y la laxitud ante delitos que afectan gravemente a la seguridad personal de los ancianos genera una profunda indignación y una sensación de injusticia.

Finalmente, el hostelero se siente "un poco abandonado por lo que se supone lo que tiene que defenderme a mí el obrero", refiriéndose a los que deberían proteger los intereses de la clase trabajadora.