“No fue una pelea, fue una agresión salvaje y gratuita”, asegura la madre del joven de 17 años que el pasado fin de semana fue apaleado y acuchillado en un parque de Molins de Rei (Barcelona), junto a la discoteca BeDisco. “12 chicos magrebís se ensañaron con mi hijo”, denuncia públicamente, con la esperanza de que se haga justicia.
La brutal agresión ocurrió la noche del viernes al sábado, poco antes de las dos de la madrugada. El menor, un amigo y cuatro chicas aguardaban para entrar en el local cuando un grupo de 12 jóvenes se les acercó.
El amigo de la víctima se apartó unos instantes y, en ese momento, la víctima quedó sola con las chicas. Los atacantes lo rodearon sin mediar palabra y comenzaron a increparlo. “Él les dio la espalda para ignorarlos”, relata la madre. Ese gesto fue el detonante.
Doble agresión y un robo
Sin previo aviso, se abalanzaron sobre él entre gritos y golpes. Puñetazos, patadas y hasta la hebilla de un cinturón contra su cabeza. El chico cayó al suelo y la paliza continuó.
Cuando su amigo regresó e intentó ayudarlo, él también recibió un puñetazo. Fue entonces cuando uno de los agresores sacó una navaja y le asestó tres cuchillazos en el costado. “Fueron tres puñaladas”, subraya la madre.
Un agente de la BRIMO de los Mossos en un dispositivo nocturno
Al oír que alguien había llamado a los Mossos d’Esquadra, el grupo se dispersó y todos huyeron de aquel lugar. Antes, sin embargo, robaron el bolso de una de las chicas, con documentación y llaves de ella y del amigo del menor.
Directo al hospital
Tras recibir el primer aviso, la policía catalana y el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) llegaron de inmediato. Los sanitarios atendieron a los heridos en el lugar y trasladaron al joven a un hospital para descartar lesiones internas.
“Querían comprobar que los cuchillazos no habían alcanzado órganos vitales y que los golpes en la cabeza no hubieran causado un traumatismo”, explica la madre. Afortunadamente, el chico pudo recibir el alta horas después.
Sanitario del SEM en una imagen de archivo
Denuncia a Mossos
El sábado por la tarde, la familia del joven se presentó en una comisaría de Mossos en el Baix Llobregat para interponer la denuncia por la brutal agresión. Insisten en que no hubo provocación alguna: “fueron a por mi hijo”, repite la madre, aunque reconoce que no confía en que los responsables lleguen a ser detenidos.
La víctima ya había advertido en casa de que los alrededores de la discoteca se estaban convirtiendo en un punto conflictivo, con robos y peleas cada vez más frecuentes. Hoy el joven sigue en shock, mientras su familia teme que los agresores permanezcan impunes.
“Es muy triste pensar que haya jóvenes que se divierten apaleando a otros sin motivo alguno. Lo peor es que ahora también atacan con arma blanca”, lamenta su madre. Con todo, el joven se recupera poco a poco de las lesiones físicas, pero la herida emocional tardará un poco más en sanar.
