Vista de las infraestructuras del Hospital de Palamós, ubicado en Girona

Vista de las infraestructuras del Hospital de Palamós, ubicado en Girona Serveis de Salut Integrats Girona

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Hasta ocho horas de espera en el hospital de la Costa Brava: "Hay noches infernales"

El centro sanitario de Palamós asegura que no les consta que se haya rebasado las diez horas y notifica la contratación de tres profesionales para reforzar urgencias

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"Hay pacientes que están esperando seis, siete, ocho y hasta diez horas": así describe la desesperación que se vive el Hospital de Palamós, en Girona, una enfermera que trabaja en el servicio de urgencias y miembro del sindicato de enfermería de SATSE. El verano pone contra las cuerdas a los trabajadores sanitarios y, sobre todo, a los pacientes que acuden al centro concertado.

La saturación es "extrema" y hay "noches infernales" en donde el equipo, que en el caso de enfermería cuenta con cinco miembros, dos menos que durante el horario diurno, tiene que hacer malabarismos para llegar a todas las necesidades. La representante sindical, en declaraciones a Crónica Global, subraya que "las consecuencias las sufrimos todos, primero, el paciente, que se acaba desesperando; y a nivel profesional, produce un estrés altísimo".

Más del doble de visitantes que los censados

Teme que el síndrome burnout se manifieste entre sus compañeras, dado que están "física y emocionalmente cansados y frustrados". Este cuadro clínico se manifiesta como cansancio corporal, mental y emocional que viene del estrés laboral crónico, una realidad que cada vez está más presente y afecta a cuatro de cada diez profesionales sanitarios, según un estudio de UGT Cataluña.

Según el Instituto de Estadística de Cataluña, Palamós registró un censo de 18.619 personas en 2024, mientras que el número de turistas que llegaron al municipio, contabilizados según la posición de sus teléfonos móviles, alcanzó el pico en agosto con más de 40.000 visitantes, si bien durante el año la media es de más de 10.000 turistas que incrementa exponencialmente su presencia en verano.  

"La ampliación es insuficiente"

Este aumento de la población flotante, nutrida por los turistas tanto nacionales como internacionales que buscan un oasis en la Costa Brava, es una constante cuando llega la época estival. Una realidad de la que ya habían advertido los trabajadores y que, en sendas ocasiones, avisaron a la dirección. Es más, apunta que, tras una concatenación de noches complicadas, escribieron una carta a la gerencia.

"Aumentaron unas horas al médico, pero la ampliación es insuficiente", apunta. Otra maniobra para aliviar la tensión fue la ampliación de horas para una enfermera y un celador, un aumento que no se produjo con los auxiliares sanitarios (TCAI), algo que resulta "imprescindible", contempla.

A las faltas estructurales, se añaden el cierre de 11 camas en agosto y, además, la clausura de un área de urgencias durante la noche. Con esta disminución, la espera afecta, sobre todo, a los pacientes que no cuentan con una patología extrema, es decir, paradas cardiorrespiratorias, ictus, un accidente de coche o similares, sino las más usuales.  

Más patologías, más edad

Asimismo, la tipología de doliente está cambiando en Palamós. Tanto en verano como en invierno, la plantilla detecta que el paciente común cuenta con una edad avanzada y una mayor fragilidad —concepto relacionado con aquellos crónicos o especialmente vulnerables—, por tanto, hay más patologías a tratar que "congestionan más las urgencias". 

El hospital comarcal se queda pequeño para dar una atención de calidad en el Baix Empordà, ya que su infraestructura se planteó en 1980 para atender a unos 80.000 pacientes. Hace dos años, la Conselleria de Salud anunció la construcción de un nuevo equipamiento sanitario a los pies de la vía C-31 que deberá estar listo para 2035 y que contaría con el doble de quirófanos y un 40% más de camas.

Hasta que sea una realidad, las infraestructuras son estas. "Faltan diez años", lamenta, "lo que pedimos a la dirección es espacio y, sobre todo, manos para que nos ayuden a atender a todos los pacientes", indica. Con el incremento de plantilla y la adecuación de las salas, se podría apoyar a un servicio que no ceja en todo el año. 

El Hospital responde

En respuesta a este medio, la dirección del Hospital de Palamós subraya que las obras que se han realizado han permitido pasar de 31 puntos de atención a 38, por lo que se permite ampliar los circuitos asistenciales, pero admite que "en verano, con el aumento de la demanda asistencial, el servicio de urgencias es un espacio limitado y tiene una ocupación muy alta". 

Igualmente, confirman que se ha contratado a un médico en turno de noche, una enfermera en horario de 24 horas y un auxiliar sanitario —dato en el que difieren con SATSE—, junto al mantenimiento de los refuerzos profesionales "que se ponen durante los meses de verano".

"Baja actividad quirúrgica"

Con respecto al cierre de camas, la gerencia confirma que durante agosto se adecúa el número de dispositivos por "la baja actividad quirúrgica". "Hay que tener en cuenta que este año, desde la planificación de camas, en ningún momento han faltado para hacer ingresos a pacientes que estaban atendidos en urgencias", reza el comunicado enviado. 

En contra de los datos manejados por la organización, el hospital apunta en respuesta al revuelo que ha creado la queja generalizada de los trabajadores que entre el 1 y 18 de agosto se ha atendido a 4.320 pacientes en urgencias y, en el mes de julio, se atendió a un número menor de personas en comparación el mismo período de 2024, sin especificar el cómputo total. 

Por último, señalan que durante la noche del 18 de agosto, a las once de la noche, se había atendido a 44 pacientes con un tiempo de espera de una hora y siete minutos, a lo que habría que añadir 30 personas más que se sumaron hasta las seis de la mañana. A pesar de que no se ofrece una monitorización del resto de las noches, sostienen que "no consta haber llegado a las diez horas"

El colapso por la Costa Brava

El sindicato SATSE, en un comunicado, también alerta de las dificultades que se viven en los hospitales de la Corporación de Salud del Maresme i la Selva —Sant Jaume de Calella i Hospital de Blanes—. Lo tachan de "saturación crónica" a causa de una "falta de planificación e inversión en recursos humanos", sobre todo ante la avalancha de turistas que buscan auxilio en los centros sanitarios. 

Por esta razón, la agrupación reclama que los contratos de verano "no comiencen justo en pleno pico de trabajo, sino con uno o dos meses de antelación", para que los sanitarios nuevos en el servicio puedan familiarizarse con el entorno y conozcan la complejidad del sistema antes del aumento de la demanda.