La protectora de perros ubicada en el terreno de la mansión del empresario José Elías en Tiana (Barcelona) se ha deshecho públicamente de las acusaciones vertidas sobre "el propietario" del espacio en el que operan. Ha ocurrido este martes por la mañana, un día después de viralizarse un vídeo en el que lo culpaban de desahuciarlos terminando el contrato de alquiler tras meses de confrontación en los que han señalado al multimillonario por haberles, dicen, cortado la luz y desactivado las tarjetas de acceso.
La junta que dirige la entidad animalista ha eliminado el vídeo de sus redes sociales, que había acumulado más de 130.000 visualizaciones y a raíz del cual varios vecinos habían iniciado una campaña contra Elías. En su lugar, han publicado un comunicado en el que celebran que "el propietario del terreno" se haya "puesto en contacto con la protectora", algo que ya sucedió el lunes, "para garantizar el bienestar de los perros y buscar una solución a esta situación".
No solo se hacen atrás en las duras afirmaciones que habían hecho previamente, sino que se han propuesto "desmentir informaciones que lo ataquen directamente". El motivo de este radical cambio de postura se encuentra en los avances de las negociaciones que avanzó Crónica Global: sin poder evitar el desalojo inminente, han recurrido a pedirle ayuda para encontrar un nuevo terreno, adecuarlo y trasladarse.
Desencallan el conflicto
Según ha podido conocer este medio, la abogada de la protectora montgatina Abam, que gestiona la perrera, y la del propietario de los terrenos están "en un buen momento" para llegar al acuerdo de un abandono pactado de las instalaciones. Lo harán a cambio de una serie de facilidades ofrecidas por parte del empresario, las cuales son el centro de estas conversaciones y no se han concretado.
En todo caso, fuentes cercanas a la negociación han asegurado que la voluntad de la protectora es la de abandonar el terreno de Elías y que este se ha mostrado conciliador, por lo que habrían logrado desencallar el conflicto en el que las dos partes llevan meses sumidos.
"No queremos desaparecer"
El alarmista vídeo, ahora eliminado, ha dado sus frutos; no solo para avanzar en el diálogo con Elías, también en la búsqueda de un nuevo terreno. En las primeras 24 horas, representantes de Abam han podido visitar dos espacios que se han ofrecido a acogerlos y, a la espera de apreciar otras opciones, deberán valorar si cumplen con los requisitos que pedían inicialmente: que esté ubicado en el sur del Maresme o Badalona, cuente con puntos de agua y luz y, principalmente, que el alquiler les resulte asequible.
La mansión de José Elías, ubicada en el mismo terreno que la protectora de perros sobre la que se ha abierto la disputa
"No queremos desaparecer", afirman desde Abam con rotundidad y dan valor a su tarea de voluntariado: "Damos una segunda oportunidad a perros que nos necesitan". Sin embargo, Apropa't, su homóloga de Tiana y hasta ahora socia en la administración de la perrera, ya informó de que no seguirá formando parte del proyecto una vez se vayan del emplazamiento actual y continuará su trabajo en solitario con la protectora municipal de gatos.
Lo siguen acusando de cortar la luz
Pese al acercamiento de posiciones, la protectora mantiene su versión acerca del conflicto sobre el tendido eléctrico y señalan al propietario como único culpable de la situación irregular en el que este se encuentra. Los supuestos hechos relatados distan de los descritos por otras partes involucradas en el enfrentamiento.
Por falta de recursos alternativos, la perrera ha funcionado con la luz pinchada durante los veinte años que lleva trabajando, cuando Elías no había comprado el terreno. Explican que fue a raíz de un incendio, sobre el que niegan la versión de que estuviera causado por su instalación eléctrica, que el nuevo propietario se apresuró a pedirles que se encargaran de regularizar su parte del circuito eléctrico.
Los voluntarios defienden que el empresario no les comunicó la condición que había puesto sobre que el nuevo cableado debía estar soterrado hasta que ya se habían gastado 2.500 euros en hacerlo aéreo y habían iniciado los trámites con la compañía eléctrica. Ante la imposibilidad de invertir de nuevo en hacerlo al gusto del propietario de los terrenos, aseguran que José Elías cortó los cables personalmente para dejar a los perros sin luz.
