La humareda del incendio del Baix Ebre, vista desde atrás de una casa

La humareda del incendio del Baix Ebre, vista desde atrás de una casa Luis Miguel Añón

Vida

A los pies del gran incendio de Tarragona: "Se me pone la piel de gallina cuando pasa un helicóptero"

El fuego afecta ya a más de 3.100 hectáreas y obliga a confinar a 18.000 personas

Pese al trabajo de los cuerpos de emergencia, las condiciones climatológicas entorpecen la estabilización de las llamas

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Este martes, en la comarca del Baix Ebre (Tarragona), fue un día difícil de explicar. El incendio que empezó el lunes en Paüls se extendió de forma violenta por la zona, provocando el confinamiento de nueve municipios y el corte de carreteras.

La medida dio sus frutos. A diferencia del ocurrido en Lleida días atrás, este incendio no ha causado ninguna víctima mortal. Sin embargo, el avance de las llamas se ha erigido hasta ahora como imparable frente a la labor de todos los cuerpos de emergencia. No solo los catalanes, sino también del resto del país, que han venido a sumar en una situación de fuerza mayor.

Un helicóptero arroja agua sobre el incendio de Paüls

Un helicóptero arroja agua sobre el incendio de Paüls Luis Miguel Añón

El avance de las llamas desespera, preocupa e inquieta a los vecinos. Una mujer camina por las calles del núcleo urbano de Santa Rosa de Lima, en Tortosa, a menos de diez kilómetros del desastre. “No podrán parar el incendio, y llegará al Parc Natural dels Ports tarde o temprano. Puede ser un desastre”, opinaba, subiéndose al peor escenario posible.

Lo planteado sería fatal, pues las llamas arrasarían un espacio protegido de altísimo valor y provocarían una pérdida irrecuperable de biodiversidad. Sin embargo, a última hora del día, la consellera de Interior, Núria Parlon, tranquilizó a los vecinos con un mensaje claro: objetivo cumplido, las llamas no llegarán al parque.

Por otra parte, la misma vecina lamentaba los caprichos del tiempo, pues si bien “durante toda la semana no ha habido viento”, ahora, que su ausencia facilitaría las labores de estabilización y extinción de los fuegos, “sí que sopla”. El viento no hace más que avivar los fuegos. Pero el relevo del mistral a la marinada abre un escenario distinto.

Calles desiertas

Si bien Santa Rosa de Lima no está confinada, la mujer reconocía que se está quedando en su casa el máximo tiempo posible. Por seguridad, y aprovechando que está en su periodo de vacaciones. Y así hacen otros familiares suyos, explica.

Las calles lo demuestran: están desiertas. La gente busca entornos seguros y frescos, y aguarda con esperanza a través de las emisoras de radio, los perfiles en redes sociales de los bomberos y la aplicación de Google Maps.

Un hidroavión sobrevuela el Baix Ebre

Un hidroavión sobrevuela el Baix Ebre Luis Miguel Añón

La "piel de gallina" a cada helicóptero que pasa

Hacia el centro de la capital del Baix Ebre,  una familia pasea con sus dos perros. A la tarde-noche, cuando las temperaturas ya lo permiten. Cristina, la madre, confesaba que cada vez que pasa un helicóptero por el cielo, se le pone “la piel de gallina”. Cerca está el Centro de Comandamiento Avanzado, donde no dejan de despegar helicópteros.

Por su parte, su hijo explicaba que tiene amigos residentes en Xerta, una de las localidades confinadas. Y aunque sabe que están bien, no tiene muchas novedades suyas “porque no están mucho por el móvil”.

En las Serres de Cardó, a varios metros de altitud, un matrimonio de tercera edad no tiene ganas de hablar del tema. Están cansados de lo que, desafortunadamente, pero inevitablemente, se ha convertido en el monotema entre los vecinos. Eso sí, admiten con una sonrisa irónica y cómplice que la situación es complicada y que se resolverá más tarde que pronto.

La asociación Revolución Pata, al rescate de perros cercanos al incendio

Afortunadamente, entre todo el caos ya hay historias con final feliz. Por la tarde, cuatro furgonetas se conducían velozmente por un camino estrecho de tierra. Hacia Aldover, uno de los pueblos confinados. En ellas, había miembros y voluntarios de tres asociaciones de protección animal —Revolución Pata, SOS Canicat y SPAC—. Se movilizaron desde Tarragona para acudir al rescate de los animales del refugio Arca.

Desde el lunes por la noche, Revolución Pata pidió colaboración ciudadana para atender posibles necesidades de evacuación animal. La alerta no tardó en llegar: aún quedaban perros dentro del refugio, y el fuego se acercaba peligrosamente.

La asociación activó su red de emergencia, organizando los vehículos con transportines y logrando, gracias a contactos con los bomberos y Guardia Civil, el permiso para acceder a la zona de prohibido acceso.

Todos los perros del refugio Arca, a salvo

En conversación con este medio, una fuente de Revolución Pata explicaba que cuando llegaron, el fuego estaba “muy cerca”. Los helicópteros operaban sobre la zona, y los equipos de rescate consiguieron cargar algunos animales considerados prioritarios. Los bomberos informaron poco después de que la zona ya estaba controlada y no era necesario evacuar más canes.

Ningún perro resultó herido, ni el centro llegó a ser alcanzado por las llamas, aunque el fuego se quedó “al límite”. La fuente reconocía que el ambiente era de tensión y respeto, dada la cercanía de los focos y la extensión del incendio en distintos puntos del macizo.

"Parece que queda trabajo para rato"

Además, destacaba la importancia que tienen hoy los animales de compañía en las vidas de las personas. “Una vez más se demuestra que los animales domésticos ocupan un papel clave en nuestra sociedad. En momentos como este, cientos de personas se han movilizado para colaborar con acogidas, donaciones y desplazamientos”, celebraba.

Finalmente, preguntada por su experiencia en una zona tan crítica y en un incendio tan peligroso, la fuente admitió que “impresionaba ver ese aparente descontrol. No porque los profesionales no estén haciendo bien su trabajo, sino porque realmente parecía una situación muy complicada”. Su sensación es que “esto no se va a terminar en unas horas; parece que queda trabajo para rato”.