El Juzgado de Primera Instancia 2 de Sabadell (Barcelona), que investiga el asesinato de Helena Jubany en 2001, ha denegado la extracción de ADN de Ana Echaguivel, una de las jóvenes que fue investigada y detenida por el crimen; pero mantiene la práctica de este tipo de pruebas genéticas en el caso de Montse Careta, la otra mujer que fue detenida, pero que se suicidó en prisión poco después de su ingreso.
En el auto, la magistrada de Sabadell ha rechazado la petición del abogado de la familia de la fallecida, Benet Salellas, quien había solicitado recabar el perfil genético de Ana Echaguivel, pues para ella la causa quedó archivada en diciembre de 2021.
El foco, sobre Montse Careta
Según se extrae del escrito, "teniendo en cuenta el estado en que se encuentra el procedimiento para la Sra. Echaguivel se resuelve acordar [...] la obtención de las muestras únicamente respecto a la Sra. Careta".
Esto implica que las investigaciones siguen activas sobre Montse Careta, a pesar de su fallecimiento, ya que su papel en el caso sigue siendo clave para esclarecer lo ocurrido.
Esta resolución llega después de que el pasado mes de noviembre la Policía Científica, finalmente, concluyera que el ADN localizado en el jersey de la víctima era compatible con el de Santi Laiglesia: uno de los dos acusados en la actualidad.
Helena Jubany, en archivo
Santi Laiglesia, implicado
Tal y como informó la familia, esta coincidencia genética aparece en dos de las últimas pruebas que realizó la Unidad Central de Análisis Científicas de la Policía Nacional. A pesar de que se encontraron hasta cuatro perfiles genéticos, por el momento solo fue posible identificar el de Santi Laiglesia, descartando, en estas pruebas, alguna coincidencia con el del otro acusado: Xavi Jiménez.
De este modo, aunque fue imposible identificar los restos localizados en el cuerpo de la víctima, las últimas pruebas forenses en el jersey que llevaba cuando la mataron han dado un resultado positivo.
En total, se identificaron cuatro perfiles de ADN en la prenda, dos de hombres y dos de mujeres. Por ahora, solo uno, el de Laiglesia, ha sido identificado. Esta confirmación fue posible gracias a técnicas modernas de análisis genético, que indican que es mucho más probable que ese ADN sea suyo y no de otra persona.
Casi 24 años del crimen
Helena Jubany, de 27 años, apareció muerta el 2 de diciembre de 2001 en Sabadell. Encontraron el cadáver tirado en un patio interior. Desnuda y con el cuello lleno de quemaduras.
A partir de entonces, se inició una investigación policial para esclarecer las circunstancias de la muerte. Después de las pruebas caligráficas (las que se repitieron recientemente y permitieron la imputación de Xavi Jiménez) y de conocer que la víctima fue hallada en el patio interior del bloque donde vivía una de las sospechosas, Montserrat Careta (pareja de Santi Laiglesia) y Ana Echaguivel quedaron detenidas por su presunta vinculación con el crimen.
Las dos ingresaron en prisión de manera provisional. Careta se suicidó en su celda y Echaguivel logró salir en libertad en 2005 por falta de pruebas. El caso quedó archivado entonces hasta que se reabrió por primera vez en 2020.
El hermano de Helena Jubany, Joan Jubany, y el abogado Benet Salellas al salir de los Juzgados de Sabadell (Barcelona)
La imputación de Xavi Jiménez 'in extremis'
Con la reapertura del caso se pudo proceder a la imputación de Xavi Jiménez –horas antes de que prescribiera el caso en diciembre de 2021– después de que el informático forense Bruno Pérez Junca descubriera en el disco duro de la fallecida que Jiménez envió varios correos electrónicos a la joven con mensajes clavados a los manuscritos anónimos que recibió antes de su muerte.
De este modo, esta coincidencia entre el contenido de los correos electrónicos y el de los anónimos motivó la apertura de unas nuevas diligencias para comprobar si el investigado había tenido algo que ver. La pericial caligráfica concluyó que su letra coincidía con la de las cartas que recibió Helena.
Un plan premeditado, según la familia Jubany
Todos ellos, Santi, Xavi, Montse y Ana, eran miembros de la Unión Excursionista de Sabadell (UES), asociación a la que se había unido Jubany. Su familia insiste en un plan premeditado orquestado por todos y liderado por Laiglesia. Hipótesis que empieza a coger forma con los últimos resultados de la Policía Científica.
La jueza ha solicitado ahora al Juzgado número 9 de Barcelona que confirme si todavía conservan un fragmento de tráquea de Montse Careta, que fue extraído durante la autopsia y se guarda en formol, para poder hacerle un análisis de ADN.
De confirmarse que este ADN coincide con los perfiles femeninos encontrados en el jersey, podría abrir una nueva vía en la investigación que hasta ahora estaba estancada. Esta petición se entiende en el contexto de que los perfiles genéticos encontrados incluyen dos perfiles femeninos que no han sido identificados hasta ahora.
El análisis del ADN de Careta podría ayudar a esclarecer esta incógnita y aportar luz sobre su posible implicación, algo que siempre ha sido controvertido desde que ella falleció en prisión.
