Manel del Castillo, presidente del Comité de expertos CAIROS, que asesora a la 'Conselleria' de Salud en la reforma de la atención primaria

Manel del Castillo, presidente del Comité de expertos CAIROS, que asesora a la 'Conselleria' de Salud en la reforma de la atención primaria GALA ESPÍN Barcelona

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Manel del Castillo, presidente de Cairos: "Si un médico hace algo para evitar derivar pacientes, hay que reconocerlo económicamente"

El representante del comité de expertos explica la reforma de la atención primaria en 27 centros, donde habrá mayor gestión autónoma del presupuesto o la incorporación de nuevos perfiles profesionales

"Los que somos apasionados de lo público, vemos que hay que incorporar ajustes"

Más información: Arranca la primera gran reforma de la atención primaria en Cataluña con los 27 nuevos 'superambulatorios'

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Manel del Castillo confía en el sistema público de salud, confía en los profesionales que están al frente cada día y confía en los pacientes y en su capacidad de afrontar nuevos retos. Nueve meses atrás, fue nombrado presidente del comité de expertos que afronta el reto de reformar la atención primaria de Cataluña. Por eso, ve inevitable un cambio profundo que dé paso a la sanidad del siglo XXI

El representante del Comité de Evaluación, Innovación, Reforma Operativa y Sostenibilidad del Sistema de Salud (Cairos) y gerente del Hospital Sant Joan de Déu explica a Crónica Global que el objetivo es que los pacientes accedan rápidamente tanto a las consultas en los ambulatorios como a las especialidades en los hospitales. Menos lista de esperas, más trabajadores satisfechos, una balanza difícil de conseguir.

El primer paso se dio con el acuerdo del Govern de este martes, que confiere el marco normativo necesario para implementar las 25 primeras medidas de la reforma que parten desde la Conselleria de Salud. Esta primera fase se aplicará en los 27 Centros de Atención Primaria (CAP) voluntarios de todo el territorio que, a partir de julio, serán los nuevos Centros de Salud Integral de Referencia (CSIR).

Dentro de un año se evaluará los resultados, una fecha que marcará el futuro de la sanidad pública catalana. 

¿Qué se encontrará el paciente a partir de ahora y cómo va a mejorar en su atendimiento?

Inmediatamente, no notará ningún cambio. Los objetivos son: mejorar la accesibilidad de la atención primaria; también, a las consultas y las pruebas complementarias en los hospitales; y tercero, mejorar la atención a las residencias, lo cual formalizaremos con un acuerdo entre los CSIF y cada residencia de su zona.

Hay más puntos. El cuarto, disminuir la incapacidad temporal, a partir de la incorporación de dos grupos de patologías: los trastornos de tipo osteomuscular, con más fisioterapeutas que hagan una atención personalizada, y los trastornos de salud mental, donde serán muy importantes los referentes de bienestar emocional.

El quinto elemento, mejorar la satisfacción; y el sexto, mejorar toda la relación con la atención social. Por ejemplo, es complicado movilizar los recursos para los pacientes con problemas de dependencia, ya que hay que tratar con ayuntamientos y Derechos Sociales. 

Hablando de accesibilidad, hablamos de integrar. El sistema está muy fragmentado entre primaria y hospital, o entre lo social y lo sanitario, así que estas nuevas medidas a aplicar están relacionadas con la integración, el acceso o el incremento de las capacidades profesionales. Habrá otros indicadores que los ciudadanos no verán.

¿Cuáles?
Sobre todo, un tema de autonomía: los profesionales podrán gestionar su presupuesto. Si hay una persona que se jubila, por ejemplo, un médico, podrán decidir si quieren cubrir la baja, cambiar el tipo de profesional o si quieren repartir las tarjetas entre los demás. También, veremos la mejora de otros diez indicadores, entre ellos, el de calidad, prescripción farmacéutica y el clima laboral.

Incorporación de administrativos y gestión de presupuestos

¿Estos 27 centros tendrán más dotación económica?

No he dicho nada de más dotación. En todo caso, podrán gestionar esta dotación. En algunos casos concretos, sí habrá un aumento.
Por ejemplo, con la Unidad Básica Asistencial (UBA). Está formada por un médico y una enfermera; pero incorporaremos a una tercera persona, el administrativo. Puede hacer un trabajo extraordinariamente importante dando una atención directa al paciente y a la familia en aspectos que quitan tiempo a los médicos, como trámites. 
En otros centros, tal vez haga falta incrementar las horas de los fisioterapeutas o los agentes referentes de bienestar emocional o incorporar nuevos perfiles, como el de terapeuta ocupacional.
En un entorno de austeridad, son incrementos que se pueden hacer, ya que tenemos una reserva de presupuestos para esto. No obstante, quiero dejar claro que no es un problema de dinero, porque nos engañaríamos si dijéramos que falta dinero.
Las cosas no van bien porque estamos organizados de una forma mejorable. En 2019, se cerró el presupuesto en Salud con 11.000 millones y, en 2024, con 16.000 millones. Además, se ha crecido en 25.000 profesionales, hemos pasado de 115.000 a 140.000 trabajadores.
Puede haber sitios donde falten profesionales, no digo que no. Pero, en conjunto, no es un problema de recursos humanos, sino de forma organizativa.
¿Cómo se hará la evaluación?
Haremos un seguimiento permanente. Cada CSIR tendrá su dashbord con una serie de pantallas donde se analizarán algunos indicadores de forma continuada, como el de satisfacción. También, tendrán un equipo de coach, con dos personas del sistema que les acompañarán para que las cosas puedan ir bien. Como en Liverpool, you never walk alone, es decir, no estarán solos y los acompañaremos. Y si no están contentos, se podrán salir, aunque esperamos que no pase esto.
Decía en una entrevista que ya hay administrativos sanitarios en el Hospital Onze de Setembre de Lleida y en el Sant Joan de Déu. ¿Los sanitarios se sienten más aliviados?

No hablamos de administrativos sanitarios, sino administrativos en salud. Harán una serie de funciones importantísimas para ayudar a desburocratizar las consultas, que es un problema que nos comunican los facultativos. Desde Cairos, hemos escuchado y, de las 25 medidas presentadas, todos consideran que la que más impacto va a tener es la de administración.

Le cuento el ejemplo de Sant Joan de Déu. Antes de la pandemia, pusimos en varios servicios la figura del asistente clínico. En el caso de los pacientes en oncología, tienen que hacer una serie de peticiones, lo que ocupa mucho tiempo, como unos diez minutos, de lo que ellos se hacían cargo a través de un protocolo de delegación de funciones.

Así, una vez finalizada la consulta, realizaba los trámites pendientes del paciente. Lo hemos evaluado y hemos visto que libera tiempo a los profesionales y mejora la satisfacción de los pacientes, de los médicos y de los propios administrativos, porque se les da capacidad para desarrollarse. 

No es complicado y tampoco cuesta dinero. En todo caso, se necesitan reorganizar competencias. Para ello, habrá una delegación explícita de funciones entre los médicos y enfermeras a los administrativos. También, se le pedirá al paciente un consentimiento informado y, al administrativo, una declaración de confidencialidad reforzada. 

Inteligencia artificial en las consultas

Otro de los retos es la aplicación de la inteligencia artificial. La aplicación Relisten, para transcribir la conversación entre pacientes y médicos, funciona desde febrero de 2024 en seis CAPs. ¿Cuándo pasará a estar presente en todas las consultas? 

Ya está en fase de pruebas en varios sitios y se implantará de manera generalizada en junio y julio. Comenzamos con los CSIR el día 1 de julio [ayer] a partir del acuerdo de Govern, con el que tenemos el marco normativo, pero no todas las medidas empiezan desde ya. 

En donde se ha probado, tenemos dos tipos de funciones: el reconocimiento de voz durante la grabación de la conversación, a partir de lo que propone una nota clínica breve que el médico tendrá que validar antes de poner en la historia.

La segunda es un agente que da datos al diagnóstico. Tiene todos los protocolos del sistema sanitario de Cataluña, por lo que está ajustado a nuestra práctica diaria, y te puede ayudar. Por ejemplo, en San Joan de Dèu ayuda en el diagnóstico de enfermedades raras y acierta con muchas de ellas, porque acumula el conocimiento de 7.000 padeceres. 

Nos acercamos a una asistencia del siglo XXI. Estos nuevos 27 superambulatorios se reparten por toda Cataluña. ¿Cuáles han sido los criterios a la hora de seleccionarlos? 
Tenía que haber uno por región sanitaria y, dentro de ellas, el comité de expertos evaluó la memoria que presentaron los 116 centros voluntarios. En ellas, abarcaban cómo debía evolucionar la atención primaria.

No pretendemos tener un modelo único porque es válida la autonomía. Cada zona es distinta y hemos visto muchísima variedad, ya que, más allá de las cuestiones básicas, había quien apostaba más por la atención comunitaria, la prevención o la salud mental y el envejecimiento. 

Reconocimiento económico

Una cuestión por la que aboga es la incentivación económica. ¿Esto puede dar lugar a diferentes ritmos de crecimiento entre los centros, podría ser contraproducente?

Hablamos de reconocimiento económico. Todos estos reconocimientos están dentro del presupuesto que tiene cada CSIR, que se asigna por un valor per cápita dado por indicadores sociodemográficos, un modelo muy potente en Cataluña que ha sido reconocido como una práctica de valor por la Organización Mundial para la Salud (OMS).

Con ese dinero, cada CSIR se puede organizar. Por tanto, si un médico decide hacer por la tarde hacer ecografías o cirugía menor para no tener que derivar al hospital, hay que reconocerlo. O, si se reparten las tarjetas sanitarias y, por tanto, en vez de tener 1.200, tienen 1.300, siempre y cuando no se deteriore la accesibilidad ni se supere el 30%, lo lógico es que se le recozca ese esfuerzo. 

No habrá competencia entre centros, sino que dentro, quien haga más, se le reconocerá más. Solamente hay tres países en Europa que paguen por igual a todos los médicos, Portugal, Grecia y España. El resto, los médicos cobran por acto, como en Francia, Bélgica o Alemania, que vienen desde la privada a trabajar en la pública; y otros, como Dinamarca, Suecia o Gran Bretaña, que cobran por cápitas. 

Nuestro modelo, cuando se montó, nos equivocamos. Digo "equivocamos", porque yo soy uno de los culpables. Quitamos tantos incentivos para evitar un clientelismo, decíamos en la época, que dejamos un modelo que no reconoce el esfuerzo. Por tanto, en la prueba piloto queremos incorporar estos reconocimientos, pequeños, y ver cómo funciona.

¿De qué cifra hablamos?
Muy poco. De cientos de euros al mes, no miles. Está dentro de los acuerdos del Instituto Catalán de Salud (ICS), y lo formalizamos a través de esta reforma. Insisto, sin poner nunca en juego la calidad ni la accesibilidad.
Se han cubierto las plazas del MIR, pero sigue habiendo un 40% de profesionales que deciden irse tras completar su formación. ¿Cómo retenemos el talento?
Teniendo un modelo de organización incentivador que les genere bienestar. Estamos convencidos de que con el modelo CSIR, poniendo énfasis en organización, tecnología, desarrollo profesional y reconocimiento por el esfuerzo, y orientado a la prevención. 

Sanidad universal y gratuita

Con esta remodelación, ¿Cataluña puede servir como referente pionero en la sanidad para otras comunidades?

Podría ser. Nos han llamado de varios sitios, como Castilla-La Mancha o País Vasco, también desde la Unión Europea o la OMS. No hemos descubierto el Mediterráneo, pero estas cuatros C, de conocimiento, confianza, constancia y continuidad, son importantes.

Nos hemos basado en los estudios que estaban ya hechos, tendremos que generar confianza con cambios radicales en entornos controlados, llevaremos estos estudios a la práctica y, por último, queremos el apoyo del entorno político y que, pase lo que pase, se avancen con las pruebas piloto

En el último trimestre del año vendrán otros cambios, como en hospitales, diagnóstico, etc., por lo que queda mucho trabajo. Lo importante es entender que no se puede tener un sistema sanitario tan complejo como el nuestro sin hacer ningún tipo de reforma. Se tiene que entender que reformar no es privatizar ni poner en riesgo el sistema. Nuestro lema es: reformar para preservar. Es de sentido común. 

La creación del sistema sanitario fue en los años 40 del siglo pasado y la primera gran reforma fue en la década de los 80, de lo que hace ya hace cuatro décadas. Así que, ahora, nos toca hacer algún tipo de reforma. Los que somos apasionados de lo público y lo vemos en peligro, consideramos que hay que incorporar ajustes sin tocar los cimientos de la casa, como la sanidad universal y gratuita. 

Manel del Castillo, presidente del Comité de expertos CAIROS.

Manel del Castillo, presidente del Comité de expertos CAIROS. GALA ESPÍN Barcelona

La rueda política y la sanidad

¿Quedarán enmarañados con el ámbito político?

Creo que no. El Cairos es un grupo de profesionales que escucha, hace propuestas y cataliza, como hemos hecho con la creación del Cairos Jove. No somos un círculo de sabios. Por tanto, quiero confiar en el sentido común de todos, porque no es patrimonio de ningún partido. Es más, en la Comisión de Salud del Parlament ningún partido se ha mostrado contrario. Otra cosa es que, de las 25 medidas, haya alguna que no funcione. Se trata de ver si funcionan y, en ese caso, escalarlas.

Ahí sí nos podemos encontrar resistencia. Por ahora, hemos actuado con 27 CSIR voluntarios, pero dentro de los más de 300 habrá quien no quiera, como ocurrió con la primera reforma de la atención primaria. Con la misma, habrá que hacerlo en varias fases y fomentar un criterio en que los sistemas se adapten de forma permanente a las nuevas circunstancias, como en cualquier empresa. Esté quien esté en el Govern o en el Cairos. 
¿Dependen de la aprobación de los Presupuestos?
Los CSIR no se van a hundir si no hay presupuestos el año que viene. Lo importante es que, cuando vayamos a evaluar, independientemente de la situación política, podamos ir ampliando y reconducir. 
¿Hay entusiasmo?
Hay entusiasmo. La jornada de presentación de los CSIR, el pasado día 26 de junio, fue francamente bien y hubo un ambiente festivo, con ganas de empezar. Es una prueba de que, si a los profesionales les das margen y autonomía, responden bien. Creo que hay que confiar en las personas, sobre todo si estamos todos convencidos de que queremos que el sistema sanitario mejore para los pacientes y los profesionales.