
Imagen de un vehículo policial de Mossos y otro de Policía Nacional cerca de donde encontraron el cadáver del desaparecido en Reus
Una confesión inesperada permite resolver un crimen de hace 20 años en Reus: detenida la expareja de la víctima
Cuando el caso estaba a punto de prescribir, un equipo conjunto de Mossos d'Esquadra y Policía Nacional ha logrado resolver la desaparición de un hombre y detener a la presunta autora de su muerte
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Han pasado casi 20 años desde aquel 6 de septiembre de 2004, cuando un hombre desapareció en Reus (Tarragona) sin dejar rastro.
Sin embargo, tan solo tres meses de que el caso prescribiera legalmente, una investigación conjunta entre los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional ha logrado resolver el caso, detener a una mujer de 47 años como presunta autora de la muerte del desaparecido y confirmar la implicación de un segundo individuo, fallecido por causas naturales en 2022.
Un caso que parecía destinado al olvido
La historia comenzó el 6 de septiembre de 2004, cuando la hermana de la víctima denunció su desaparición en una comisaría de la Policía Nacional. Desde el 3 de septiembre de ese año no tenía noticias de él y, en su domicilio, se observaron indicios de una salida repentina. Sin embargo, todo parecía apuntar a una desaparición voluntaria.
Los autores del crimen planearon cuidadosamente la coartada: hicieron desaparecer el coche de la víctima y lo dejaron estacionado cerca de la estación de tren de Tarragona. Además, realizaron llamadas fingiendo ser testigos que aseguraban haberlo visto en Francia, todo para desviar la atención de los investigadores.
Durante los primeros años, la Policía Nacional llevó a cabo la investigación sin éxito. No se encontraron pistas reales y el caso quedó congelado en el tiempo.

Imagen de archivo de un agente de la Policía Nacional
El hallazgo de un cadáver en Riudecols
En paralelo, en el año 2021, el hallazgo de los restos de un cadáver en una zona boscosa de Riudecols (Baix Camp) hizo movilizar a los agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) de Tarragona, que abrieron una investigación para esclarecer el origen del macabro descubrimiento. Y es que el cuerpo estaba envuelto en una manta y una lona, atado con eslingas y enterrado precariamente.
Sin embargo, en ese momento no fue posible identificarlo: ni las pruebas forenses ni los perfiles genéticos disponibles en las bases de datos permitieron determinar de quién se trataba. La investigación se estancó nuevamente, hasta que, en febrero de 2024, un testimonio lo cambió todo.
Una confesión y una base actualizada
Todo cambió el pasado 20 de febrero, cuando la hermana del desaparecido se presentó en una comisaría de los Mossos d’Esquadra con nueva información. Un conocido de su hermano había revelado a un familiar los nombres de las personas implicadas en su muerte. Esa declaración, junto a los detalles ofrecidos por la denunciante, permitió abrir una nueva línea de investigación.
En paralelo, tras actualizar las bases de datos del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES), la Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional en Reus localizó a los familiares del desaparecido y pudo comparar su perfil genético con las muestras óseas recuperadas en Riudecols en 2021. El resultado fue concluyente: las coincidencias eran inequívocas. El cuerpo era del hombre desaparecido en Reus dos décadas atrás.
Resolem la mort violenta d’un home que va desaparèixer a Reus fa vint anys
— Mossos (@mossos) June 20, 2025
La resolució del crim arriba tres mesos abans que el cas prescrigués: detenim una dona i identifiquem un segon autor del crim, mort per causes naturals l’any 2022
Investigació conjunta amb @policia pic.twitter.com/JsPd7Kml0Q
Un crimen con intereses económicos
Con el caso a punto de prescribir y ya reactivado, los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional crearon un Equipo Conjunto de Investigación. Las pesquisas revelaron que la víctima fue engañada por su expareja sentimental y la pareja actual de esta, quienes lo condujeron hasta una masía aislada con la intención de asesinarlo y apropiarse de la empresa de extintores que dirigía.
Allí, según los investigadores, le dieron muerte utilizando un arma blanca. Posteriormente, envolvieron su cuerpo con ropa de cama y lo enterraron en una zona forestal cercana. La masía donde vivían los presuntos autores se encontraba a apenas 700 metros del lugar donde fue hallado el cadáver.
Pruebas que revelan la verdad
Un equipo especializado en inspecciones oculares y antropología forense se desplazó desde Madrid y analizó el lugar del crimen. Una segunda revisión del cuerpo, con técnicas más avanzadas, permitió detectar lesiones en el húmero y dos costillas, compatibles con el uso de un arma blanca. Estas heridas coincidían también con los cortes en las prendas encontradas.
El deterioro de los restos debido al paso del tiempo y las condiciones ambientales no impidió que los avances científicos permitieran reconstruir los hechos.

Un agente de los Mossos en un campo de olivos, en una imagen de archivo
Detención y prisión provisional
Con todas las pruebas reunidas, los investigadores procedieron a la detención de la expareja de la víctima, actualmente de 47 años. La mujer, que seguía viviendo en Reus, ha ingresado en prisión provisional a la espera de juicio. El segundo autor material del crimen falleció en 2022 por causas naturales.
La resolución de este caso, a tan solo tres meses de su prescripción legal, ha sido posible gracias a la colaboración entre cuerpos policiales, el avance de la ciencia forense y, sobre todo, la perseverancia de una familia que nunca dejó de buscar justicia.