El abogado Oriol Trillas en su despacho de Barcelona Barcelona
Oriol Trillas, experto en la Iglesia catalana: “Omella podría ser un buen Papa de transición y consenso”
Este abogado barcelonés, uno de los hombres más informados del clero español, detalla a Crónica Global cómo podría el arzobispo de Barcelona convertirse en el 267º sucesor de San Pedro
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Tras la muerte del papa Francisco, el mundo entero -o buena parte de él- especula sobre quién portará el próximo anillo del Pescador. En Cataluña, algunos fantasean con llevar a un español al Vaticano 500 años después del último Borja: el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella.
En los últimos años, Omella se consolidó como una de las personas de máxima confianza del papa Francisco. Sus visitas a la Santa Sede cada 15 días y su posición como representante de los arzobispos europeos le han procurado una extensa cartera de contactos en Roma, y también una buena reputación.
El principal escollo es su edad: 79 años. En caso de ser el 267º sucesor de San Pedro, Omella sería el hombre de más edad en ser entronizado en la Cátedra. Sin embargo, en última instancia, su veteranía podría convertirse en su as bajo la manga para lograr los dos tercios del cónclave a favor, analiza Oriol Trillas, experto en la Iglesia catalana, en una conversación con Crónica Global. “Podría ser un buen papa de transición y consenso”, advierte Trillas.
Y aunque Omella acaba de cumplir 79 años, goza de una salud de hierro. Aquellos que le conocen lo describen como “fuerte y en forma”. Y su genética es envidiable: la madre del cardenal vive y supera los 100 años de edad.
Ninguna posibilidad en la primera votación
Oriol Trillas explica a este medio que son prácticamente nulas las posibilidades de una fumata blanca a nombre de Omella tras la primera votación, precisamente por la cuestión de la edad. No obstante, su carácter “conciliador” y su posición como representante de los obispos europeos en el Consejo de Cardenales, el llamado C9, podrían llegar a facilitarle el papado en caso de que el cónclave se vea incapaz de llegar a una unanimidad.
El cardenal elector y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, oficia la misa de Pascua en la Catedral de Barcelona, a 21 de abril de 2025 Europa Press
Sería un hipotético caso en el que se buscara un pontificado corto, “de transición”, asegura Trillas, mientras se allana el terreno para lograr un acuerdo para elegir al siguiente dirigente de la Iglesia católica. Cabe recordar, sin embargo, que es imposible predecir cuánto va a durar un mandato, puesto que, a no ser que se produzca una renuncia como la de Benedicto XVI, el cargo es vitalicio. Bien puede durar un mes, como Juan Pablo I; o 25 años, como su sucesor Juan Pablo II.
‘Kingmaker’
De lo que está seguro Trillas es de que Omella será un gran kingmaker (creador de reyes, en referencia al papel de Conde de Warwick en el remplazo del rey Enrique VI por Eduardo IV) debido, de nuevo, a su influencia. “Será un gran elector”, asegura el experto, que confía en su capacidad para crear consensos.
En este cónclave, que previsiblemente empezará entre el 6 y el 11 de mayo, se reunirán cardenales de 71 países distintos, “y la mayoría ni se conocen entre ellos”, señala Trillas. En este contexto, el jefe de la Iglesia en Barcelona se podría convertir en uno de los grandes nexos entre diferentes sectores. Una suerte de facilitador.
Implicado en política
Si algo han compartido Omella y Francisco ha sido su fuerte implicación en política. La hipotética llegada del arzobispo de Barcelona a la plaza de San Pedro le requeriría una gran mano izquierda en consensos políticos, algo a la que el de Cretas (Teruel) ya está habituado, aunque a menor escala.
Salvador Illa saluda al cardenal Juan José Omella tras la misa de la Mercè, el 24 de setiembre de 2024 Europa Press
Durante los agitados días del procés independentista, Omella visitó Roma para pedir a Bergoglio que intermediara entre Cataluña y Madrid. Finalmente, fue el turolense el que tuvo que tender puentes entre Rajoy y Puigdemont, sin demasiado éxito: el expresident de la Generalitat acabó diciendo de él que “no se había comportado como un hombre de la Iglesia, sino de Estado”, y añadió que “no estuvo al lado del débil, sino del poderoso”.
Sea como fuere, en el próximo cónclave sí que se pondrá de relieve el carácter “comunicativo y campechano de Omella”, según Trillas. “Aunque muy tozudo, no en vano es aragonés, tiene buen humor y es muy entendedor”, explica el letrado. Omella, también de ideología progresista, entroncaría así con la etapa de diálogo y aperturismo que inició Francisco.
Otros nombres
La actual España ha dado cuatro papas a la historia: Dámaso I, Benedicto XIII, Calixto III y Alejandro VI; el último de ellos encabezó la Santa Sede entre 1492 y 1503. De los 135 cardenales que se reunirán en Roma para elegir a un sucesor, seis son españoles.
A Juan José Omella le acompañarán José Cobo, arzobispo de Madrid; Ángel Fernández, que ocupa un cargo en la Curia Romana; Carlos Osoro, exarzobispo de Madrid; François-Xavier Bustillo, obispo de Ajaccio, en Córcega; y Cristóbal López, arzobispo de Rabat. El exarzobispo de Valencia Antonio Cañizares ya ha anunciado que se ausentará por motivos de salud.
El papa Francisco en Rabat, en 2019, junto al arzobispo Cristóbal López (izquierda) y el entonces arzobispo de Tánger, el también español Santiago Agrelo (derecha) Europa Press
Trilla vaticina que Cobo, Fernández y Bustillo, de 59, 64 y 56 años, quedarían rápidamente descarados por su relativa juventud y la alta probabilidad de que sus papados durasen “demasiado” tiempo, incluso más de 30 años. Por su parte, Osoro, que cumplirá 80 años en menos de un mes, sería excluido por el mismo motivo que Omella: su longevidad.
En una edad intermedia, 72 años, se encuentra López, nacido en Almería, pero educado en Barcelona; salesiano y con una larga trayectoria como misionero, sería la otra posibilidad -poco probable- de que un español sea entronizado en la Santa Sede. Pero, de momento, el único español al que agencias y casas de apuesta postulan como papable es Omella.
