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El grupo de jóvenes católicos Effetá sigue expandiéndose por el territorio catalán con su primera sede en Castelldefels, concretamente en la Parroquia de Santa María. El grupo se fundó en noviembre de 2024, pero celebrarán su primer retiro de fin de semana del 25 al 27 de abril en una casa de la espiritualidad cerca de Rubí.

El grupo fundador tiene como adultos responsables a José Francisco Pipo Adell, consejero delegado del Grupo Julià de autocares, y a su mujer, Lucy Poole. Ambos pertenecen al movimiento Regnum Christi, que a su vez forma parte de los Legionarios de Cristo.

La demanda de retiros de Effetá entre los jóvenes catalanes ha crecido tanto en los últimos años, tras la pandemia, que fuerza la apertura de nuevos grupos, puesto que, según la normativa interna, cada sede solo puede organizar dos fines de semana al año, en los que pueden participar un máximo de medio centenar de caminantes --en el vocabulario de Effetá, los que viven la experiencia por primera vez--.

Se convirtió de adulto

Adell descubrió Effetá tras participar en un retiro de Emaús (el mismo concepto, pero para mayores de 30 años) “hace años”. Preguntado por Crónica Global, ha explicado que, hasta entonces, él no era creyente y que, de hecho, cuando llegó al lugar y conoció a los servidores --en la jerga propia, los organizadores--, le “parecieron unos flipados”. Este es, de hecho, un patrón que se repite en muchas de las personas que han participado en estas experiencias.

El consejero delegado del Grupo Julià, José Francisco Adell, en 2017 EUROPA PRESS

“Me daban a cambio de nada, no lo entendía”, explica el empresario, que luego conoció “el amor de Dios” y decidió volcarse sirviendo tanto en Emaús, como en Effetá, hasta convertirse en uno de los fundadores de la nueva sede en Castelldefels.

Sobre compaginar esta tarea con la de dirigir una de las compañías de movilidad más grandes de Cataluña, Adell ha detallado que lo entiende como “una forma de devolver lo que recibe” y “no dedicarse solo a uno mismo”.

Buscan financiación

Desde noviembre, el grupo ha estado pidiendo ayuda económica para empezar el proyecto y ha recibido donativos a través de Bizum. “Para arrancar Effetá en una parroquia pequeña, se necesita dinero y aún más oración; por eso, nos gustaría pedir ambas cosas”, exponían en una publicación de Instagram en la que indicaban dos números de teléfono a los que enviar estas transferencias instantáneas.

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