
Interior de La Sagrada Familia
Gaudí, un paso más cerca de ser beatificado por el Papa
El pontífice aprueba este lunes un decreto que impulsa el proceso que se inició hace tres décadas
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El ilustre arquitecto catalán Antonio Gaudí está un paso más cerca de ser beatificado después de que este lunes el papa Francisco haya aprobado el decreto que reconoce las "virtudes heroicas" de uno de los mayores exponentes del modernismo. Así, se da un impulso a un proceso que lleva 30 años en busca de este reconocimiento.
La Asociación para la probeatificación de Antonio Gaudí, fundada en 1992 y presidida por José Manuel Almuzara, inició el periplo hasta que tomó el testigo el cardenal y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, dentro de la Asociación Canónica. Más adelante, la asociación envió en el año 2023 la positio -o argumentario fundamental sobre la causa de beatificación- de Gaudí al dicasterio de las Causas de los Santos.
Al respecto, la Asociación Canónica defiende que Gaudí fue un "hombre de fe" que gracias a su observación de la naturaleza y su obra se transformó en "una figura universal de la arquitectura moderna". "El testimonio de fe que ofreció en vida, ha quedado plasmado en su obra más importante: la Sagrada Familia de Barcelona", apostilla.
El camino para ser santo
De esta forma, se continúa con un proceso que comenzó en el año 2000, cuando la Santa Sede autorizó la apertura formal del proceso diocesano de beatificación. No obstante, para ser reconocido como santo hacen falta tres pasos.
El primero, ser declarado 'venerable siervo de Dios', donde se reconoce 'haber vivido las virtudes de manera heroica'; seguidamente, ser nombrado beato al haberse producido un milagro debido a su intercesión y, por último, santo, para lo que se debe haber obrado un segundo milagro.
La Sagrada Familia, para los peregrinos
El Papa Francisco, con motivo de su visita a España en 2010, consagró la Sagrada Familia y elogió las virtudes de Gaudí, de quien destacó que era "un arquitecto genial y cristiano consecuente", dotado de un talento con el que logró superar "la escisión entre la conciencia humana y la conciencia cristiana, entre la existencia en este mundo temporal y la apertura a una vida eterna, entre la belleza de las cosas y Dios como la belleza".
Asimismo, el pontífice trasladó en 2024 a la Junta Constructora de la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, durante una visita al Vaticano, la necesidad de conservar un "clima de oración" en su interior como una "prioridad", con el fin de que no se pierda la finalidad de los templos y los peregrinos se sientan acogidos en la casa de Dios.