Rosa Peral, exagente de la Guardia Urbana condenada por asesinato

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Rosa Peral recurre al Supremo y pide una revisión de la sentencia tras la confesión de Albert López

Esta solicitud llega tan solo una semana después de que el coautor del 'crimen de la Guardia Urbana' reconociese los hechos que aparecen en el fallo, aceptando su participación en la muerte de Pedro R. 

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Rosa Peral llama a la puerta del Tribunal Supremo (TS), y lo hace en forma de recurso de revisión. Su defensa, liderada por la abogada Núria González, ha presentado un escrito ante el alto tribunal pidiendo una revisión de la sentencia condenatoria. 

Esta solicitud llega tan solo una semana después de que Albert López, el otro condenado por el 'crimen de la Guardia Urbana', reconociese los hechos que aparecen en la sentencia y, por lo tanto, aceptase su participación en el asesinato de Pedro Rodríguez, la pareja de Peral en el momento de los hechos. 

Una sentencia ambigua 

Cabe recordar que en un momento dado de la sentencia, se especifica que a Pedro lo mató "dicho encausado [Albert López] junto a la acusada Rosa Peral, conjuntamente, o al menos uno de ellos, con la anuencia y colaboración activa del otro".

Por ello, y dada la ambigüedad del escrito, la abogada se pregunta en qué medida la confesión de Albert puede repercutir en la condena de Rosa. 

Rosa Peral durante el juicio celebrado en la Audiencia de Barcelona por el 'crimen de la Guardia Urbana'

Rosa Peral durante el juicio celebrado en la Audiencia de Barcelona por el 'crimen de la Guardia Urbana' EUROPA PRESS

Un elemento nuevo

En el recurso, adelantado por El Periódico y al que ha tenido acceso Crónica Global, González insiste en que "la confesión del coimputado constituye un elemento probatorio nuevo y determinante que, de haber sido conocido en su integridad en la fase procesal oportuna, podría haber permitido la absolución o la imposición de una pena menos grave". 

Una confesión que se enmarca en el programa específico de rehabilitación para internos condenados por delitos violentos. Y es que el reconocimiento de los hechos es condición sine qua non para poder acceder a estas salidas programadas. 

Se demuestra que mintió

En el escrito, además, la defensa de Peral considera que el reconocimiento de los hechos por parte de López tiene una "importancia extrema", ya que "durante todo el proceso judicial" su estrategia de defensa fue "inculpar a mi representada en el asesinato de la víctima". 

Ahora, sin embargo, "se demuestra absolutamente falso", así como "todas y cada una de las declaraciones que ha hecho el Sr. López hasta el momento". 

En contraposición, González insiste que su clienta "nunca ha reconocido la comisión de los hechos". 

El crimen 

Cabe recordar que tanto Rosa Peral como Albert López fueron condenados a 25 y 20 años de prisión, respectivamente, por asesinar a Pedro Rodríguez, novio de Peral, la madrugada del 1 al 2 de mayo de 2017 en la casa de ella en Vilanova i la Geltrú (Barcelona).  

Un año después de que la Audiencia de Barcelona hiciese pública la sentencia, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo confirmó las condenas impuestas.

Fue así como la Sala avaló el relato de hechos probados, que recoge que los dos condenados trazaron un plan para matar a la víctima, que vivía con Peral, y que consistía en esperar para la consumación del crimen a que estuviera dormido o descansando.

Rosa Peral (d) y Albert López (i), los dos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona acusados de matar a un compañero

Rosa Peral (d) y Albert López (i), los dos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona acusados de matar a un compañero EFE / Toni Albir

Así, el 2 de mayo de 2017, de madrugada, los dos acusados lo mataron de forma violenta en la vivienda que éste compartía con Rosa Peral en Vilanova i la Geltrú.

Después utilizaron el teléfono móvil de la víctima varias veces para fingir que hacía su vida con normalidad y llevaron el terminal en funcionamiento, para que delatara su posicionamiento geográfico, a las inmediaciones del domicilio del exmarido de Rosa, con el que ésta mantenía una relación muy conflictiva, con el propósito de involucrarle. 

Luego, los dos agentes introdujeron el cuerpo de la víctima en el maletero de un coche, propiedad del guardia urbano asesinado, y le prendieron fuego en el área del pantano de Foix.

Los tres implicados, los dos condenados y la víctima, eran agentes de la Guardia Urbana de Barcelona y formaban un trío amoroso conocido por el resto de efectivos del cuerpo.