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Saltan a la luz nuevas informaciones sobre el 'Caso Samaria'; el que implica a al menos dos personas de esta congregación evangélica de Terrassa (Barcelona) en un caso de presuntos abusos sexuales a menores de edad

Si hace escasos días se conocía la puesta en marcha de una investigación por parte del Juzgado de Instrucción número 4 de Terrassa, este miércoles la defensa de los dos denunciantes, ejercida por la letrada Mònica Santiago de Vosseler Abogados, ha confirmado la ampliación de la denuncia por maltrato psicológico, trato degradante y vejaciones injustas. 

La querella inicial se centraba únicamente en un delito contra la libertad sexual cometido presuntamente por A. A. R., el responsable y monitor de ocio de la Iglesia Samaria de Terrassa. Esta denuncia también incluía la acusación contra J. P. R., miembro de la comunidad, y que era menor cuando perpetró las agresiones sexuales.

Presión y maltrato psicológico 

Ahora, Santiago va un paso más allá y amplía los hechos. "Esta ampliación de la denuncia recoge los testigos que se han dirigido a nosotros, después de hacerse pública nuestra intención de desenmascarar las atrocidades que han sufrido hasta tres generaciones de feligreses de la iglesia Samaria", explica la letrada. 

"Estas personas no han sufrido directamente abusos sexuales, pero sí que nos han relatado situaciones aberrantes de presión y maltrato psicológico, incluso hacia menores de edad", añade Santiago. 

Juzgados de Terrassa (Barcelona) Europa Press

Entre las situaciones que han motivado la ampliación de la denuncia, Mònica Santiago destaca "mensajes denigrantes hacia el sexo femenino, proyección de videos sobre la existencia del infierno a menores, sermonear sobre las consecuencias de no cumplir con el estipulado por este grupo e incluido llegar a recomendar el suicidio".

Piden explicaciones al Consejo Evangélico 

Junto con la ampliación de la denuncia, Vosseler Abogados ha solicitado que se lleven a cabo dos diligencias de investigación al Consejo Evangélico y al Ayuntamiento de Terrassa.

Al Consejo Evangélico se pide que informe de la relación legal que mantenía con la iglesia Samaria y si hay algún protocolo de actuación interno para fiscalizar la actuación de las iglesias inscritas.



En cuanto al consistorio, se pide que aporten el expediente administrativo con que gestionó la cesión de los terrenos para hacer la nueva iglesia Samaria. Un proyecto que no se llegó a construir, caducando el expediente municipal de cesión, pero que la congregación estaba dispuesta a aportar 801.708 euros para disponer del suelo durante 75 años.

Señalan al pastor

Cabe recordar que, según las últimas informaciones publicadas por El Periódico, existen al menos dos mujeres que también han señalado al pastor de la Iglesia, Jose G., como autor de numerosos abusos.

Pepe, el pastor de la Iglesia Evangélica Samaria de Terrassa Cedida

Una de las víctimas, ahora mayor de edad, explica al citado rotativo que el pastor le hizo tocamientos y la besó en la boca en varias ocasiones, además de coaccionarla.

Ninguna de las dos lo ha denunciado, aun así su testimonio se suma al de decenas de personas que han manifestado y denunciando públicamente haber sufrido agresiones sexuales por parte de, al menos, cuatro miembros de dicha comunidad. 

Presunta macroestafa

Tal y como publicó Crónica Global, también relacionan al pastor con una presunta estafa. Un empresario del sector inversor en Cataluña recordó a preguntas de esta redacciónque, años atrás, entre 2012 y 2013, coincidió con José G., el pastor de dicha parroquia, y con un feligrés, conocido como Cristian de El Salvador, con quienes mantuvo una sospechosa relación. 

El empresario explicó que ambos, José y Cristian, le contactaron porque querían construir una nueva parroquia en Terrassa. Recuerda que le explicaron que Cristian había reunido 17 millones de libras esterlinas gracias a una plataforma de alto rendimiento y que su fe en la iglesia le habían conducido a donar todo ese dinero.

No obstante, ese dinero estaba en el Reino Unido y necesitaban la ayuda del empresario para conseguir inversores que invirtieran en la construcción del nuevo templo, a la espera de que pudiesen mover ese capital desde Inglaterra a Terrassa. 

Sin embargo, algo no iba bien. Según su relato, todo eran excusas, demoras y divagaciones. Los papeles que demostraban que disponían de esos 17 millones de libras nunca llegaban y este empresario estuvo a punto de arriesgar mucho dinero en vano. 

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