Dos de las víctimas de Miguel Tey, el excampeón del mundo acusado de extorsionar a tres empresarios andorranos e intentar secuestrar a la exmujer de uno de ellos, se han visto obligados a abandonar sus viviendas, en Andorra y Caldes d'Estrac, respectivamente, y refugiarse en Dubái.
La historia se remonta a los años de pandemia, con el cierre de un negocio de compraventa de coches de alta gama en China.
Diego L., el hombre que había invertido gran parte de su capital, se sintió estafado por la mala gestión de sus socios en la empresa Shangai Sanfer, y decidió interponer varias denuncias en Andorra. La justicia del Principado, sin embargo, no encontró indicios de delito.
Frustrado por el fallo, Diego L. recurrió a Miguel Tey, un hombre conocido en Barcelona y Andorra por sus métodos violentos de cobro de deudas.
Fue entonces cuando Tey comenzó a extorsionar a los tres socios de Diego L., exigiendo grandes cantidades de dinero a cambio de cesar las amenazas.
La extorsión llegó a Dubai
Fue después de la tentativa de secuestro, el pasado 18 de noviembre, que uno de los empresarios perjudicados, G. S., y su exmujer, decidieron abandonar sus casas y refugiarse en Dubái, donde esperaban encontrar un lugar seguro.
Sin embargo, ni siquiera la huida a la capital del lujo en el Medio Oriente fue suficiente para escapar del acoso de Tey.
Miguel Tey
Según consta en el auto de ingreso en prisión, G.S relató que, estando en Dubai, recibió la visita de un hombre que se hizo pasar por funcionario del país y le informó que le prohibiría la entrada en el emirato.
Unas horas después, Miguel Tey le contactó directamente y le dijo: "¿Ves cómo tenía a una persona en Dubái?". Esta amenaza se sumó a las presiones constantes para seguir obteniendo grandes sumas de dinero.
Riesgo de reiteración delictiva
La actitud del detenido, que siguió hostigando a las víctimas incluso cuando habían huido al extranjero, se considera un claro indicio de que existe un "riesgo objetivo" de que podría continuar extorsionando a los denunciantes, e incluso actuar contra ellos o sus familias.
Así lo considera el juez titular del Juzgado de Instrucción 7 de Arenys de Mar, quien justificó la prisión preventiva del acusado, argumentando que era absolutamente necesario para evitar un riesgo de reiteración delictiva y garantizar la protección de las víctimas.
Un elemento clave en la decisión del juez también ha sido el alto riesgo de fuga. Aunque es español, el acusado dispone de residencia en Andorra y en Bremerhaven, Alemania. Este hecho incrementa el temor de que Tey pueda eludir a la justicia.
Indicios irrefutables
La gravedad de los hechos queda patente con las pruebas obtenidas, entre ellas grabaciones de las cámaras de videovigilancia en la finca de Caldes d'Estrac, donde vivía la exmujer de G.S.
En los videos se observa a un hombre con una cojera característica, la misma que presenta Tey, cubierto con una bolsa de basura y portando una silla blanca con la que inutilizó las cámaras de seguridad.
Esta bolsa apareció durante el registro de la casa del detenido, lo que refuerza las acusaciones en su contra.
Intento de secuestro en Caldetes
Cabe recordar que la investigación se precipitó después de que Miguel Tey presuntamente orquestara el secuestro exprés de la mujer de G.S. Sin embargo, un error de cálculo les hizo fracasar en sus intenciones.
El coche donde habían colocado las balizas de seguimiento lo estaba utilizando otra persona -una amiga de la mujer-. Los secuestrados lo descubrieron el mismo día del asalto, cuando se percataron de que aquella mujer no era quien buscaban.
La situación no quedó ahí, pues el objetivo real (la mujer del empresario) fue testigo de los hechos y corrió a esconderse en su casa de Caldes d'Estrac, alertando del asalto a los Mossos d'Esquadra.