
Vistas de la ciudad de Tarragona CANVA
Tiene la entrada más barata de Europa: el monumento de Tarragona ideal para visitar este invierno
Esta espectacular construcción romana tiene un precio de lo más asequible
Tarragona es una ciudad conocida por sus playas y su pasado romano. El teatro, la muralla, el anfiteatro… son solo algunos de los espacios que hacen brillar esta localidad de Cataluña desde hace más de 1.000 años.
Su lugar más emblemático está al lado del mar. El anfiteatro, la arena donde los romanos veían los espectáculos de gladiadores, impresiona por su buen estado de conservación, su monumentalidad y su ubicación. La fotografía de este espacio con el Mediterráneo de fondo es ya la postal de Tarragona.
Cuánto cuesta entrar
Lo mejor de todo es que visitarlo no es tan caro como uno piensa. A pesar de ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto con todo el conjunto arquitectónico romano de la ciudad, el coste del ticket para entrar es ridículo.
La entrada individual es de tan solo cinco euros, una ganga si se compara con otros espacios de características similares que se conservan en el mundo. Es por eso que, tal como apunta el Diari Més, el anfiteatro de Tarragona es el más barato de toda Europa.
Otros precios de anfiteatros
Solo hace falta echar un vistazo al resto de arenas europeas. Sólo por poner un ejemplo, el anfiteatro de Pula, en Croacia, cuesta el doble, 10 euros. Y en Francia, las Arenas de Nimes se eleva a 11 euros, un euro menos de lo que cuesta entrar a conocer la Arena de Verona, que asciende a 12 euros. Obviamente, el Coliseo de Roma, es el más caro con una entrada básica a 18 euros, claro que es el más monumental.
Es cierto que una entrada al anfiteatro de Tarragona puede costar 15 euros, pero con esta entrada se puede acceder a todo el conjunto histórico de la antigua Tarraco. Aunque tiene una explicación, la voluntad de la ciudad es dar a conocer su historia a sus vecinos y sus visitantes.

El anfiteatro es la construcción más emblemática de la antigua Tarraco
Un monumento protegido
Más allá del cariño que le puedan tener los catalanes, lo cierto es que es reconocido a nivel mundial. Hace 25 años, en el 2000, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Construido en la segunda mitad del siglo I d.C., durante la dinastía Flavia, el anfiteatro es un fiel reflejo del poder y la relevancia de Tàrraco dentro del Imperio Romano.
Dónde está
Este edificio se encuentra estratégicamente situado al sur de la vía Augusta, junto al mar y fuera del recinto amurallado de la ciudad. Esta ubicación fue clave para los romanos, ya que les permitió aprovechar la roca natural del terreno para la construcción de las graderías.
A ese se le suma el Mediterráneo. La proximidad del mismo mar que bañaba las costas italianas, servían y todavía ofrecen hoy una experiencia espectacular a los asistentes a los espectáculos que allí se celebraban y celebran, con el mar como telón de fondo.
Cómo es
El anfiteatro, de planta elíptica, albergaba hasta 14.000 espectadores y era escenario de los famosos espectáculos de gladiadores, cacerías de animales y ejecuciones públicas, actividades que simbolizaban la grandeza de Roma.
El diseño del anfiteatro es un ejemplo del ingenio arquitectónico romano. El espacio central, conocido como la arena, estaba rodeado por graderías distribuidas en tres sectores según la categoría social de los asistentes.

Vistas del anfiteatro de Tarragona CANVA
La estructura incluía pasadizos, conocidos como vomitoria, que facilitaban el acceso y la evacuación de los espectadores, un sistema funcional que aún hoy inspira el diseño de los estadios modernos. Además, la cavea, o gradería, estaba construida sobre un podio de 3,25 metros de altura que protegía al público de los animales salvajes utilizados en los espectáculos.
La construcción del anfiteatro no solo atendió a fines recreativos, sino que también desempeñó un papel simbólico en la consolidación de Tàrraco como una de las principales colonias del Imperio. Durante el gobierno del emperador Heliogábalo, en el año 221 d.C., el anfiteatro fue reformado y se le añadió una decoración de mármol y pintura que reflejaba la opulencia de la época.
Historia y transformaciones
El anfiteatro también guarda un importante valor espiritual e histórico, ya que fue el lugar donde, en el año 259, el obispo cristiano Fructuoso y sus diáconos Augurio y Eulogio fueron ejecutados, un evento que marcó la historia de la cristiandad en Hispania.
Desde entonces, el anfiteatro ha pasado por muchas modificaciones y usos. Pero también daños. En 1862, la construcción de las vías del ferrocarril para conectar Tarragona afectó parte del monumento. Por suerte, en el siglo XX, concienciados del valor de este obra magna, comenzaron las excavaciones y restauraciones que devolvieron al anfiteatro parte de su esplendor original.
Cómo llegar
Para visitarlo no hace falta más que coger cualquier tren de la línea R16 de Renfe, un servicio que te deja prácticamente en el centro de la ciudad. Eso sí, hasta marzo de 2025 el tramo de Sant Vicenç de Calders a la ciudad se realiza en autobús. El viaje desde Barcelona a Tarragona en tren dura una hora y cuarto.
Otra opción es ir en coche. La autopista gratuita AP-7 es la más directa si se sale desde Barcelona, aunque se puede ir más rápido si se conecta con ella desde la C-32. Se tarda entre 55 minutos y hora y diez.