
Salida de detenido por el asesinato del armero del club de tiro en Barcelona / JAVIER CARRIÓN - EUROPA PRESS
La Fiscalía pide 46 años de prisión para el asesino del Club de Tiro de Canovelles
Roger L. disparó cinco tiros por la espalda al armero del club e intentó matar a un testigo, pero se quedó sin balas en la recámara
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La Fiscalía pide 46 años y siete meses de prisión para Roger L., el joven de 21 años que la tarde del 8 de abril de 2023 mató de varios disparos por la espalda al armero del Club de Tiro de Canovelles (Barcelona).
Aunque los motivos que llevaron al joven a matar al instructor del club siguen siendo un misterio, para el fiscal Félix Martín el crimen responde a un "plan criminal", previamente ideado.
Según se extrae de su escrito, adelantado por El País, el fiscal considera que el club de tiro deberá responder como responsable civil subsidiario y hacer frente a las indemnizaciones a los familiares de las víctimas, si Roger o la compañía de seguros no lo hacen.
Los hechos
Los hechos se remontan a la tarde del 8 de abril de 2023, cuando el acusado acudió al club de tiro de Canovelles, del que era socio; entró en la galería y pidió un arma para, supuestamente, realizar unas prácticas de tiro.

El presunto asesino de un instructor de tiro en Canovelles (Barcelona) Roger L.S., se sube a un vehículo para ir a la Audiencia Provincial de Murcia desde la Jefatura de Policía / JAVIER CARRIÓN - EUROPA PRESS
Mientras hacía ver que entrenaba, Roger L. no le quitó ojo a Jordi, el armero, y cuando éste salió de la cabina para barrer la sala, el joven se acercó y, sin mediar palabra, le descerrajó cinco tiros por la espalda. La escena quedó grabada por las cámaras de vigilancia del local.
Segundo después, un socio entró en la sala y se encontró a la víctima tumbada en el suelo, encima de un charco de sangre. Vio al acusado e "instintivamente" le persiguió. Roger L. le encañonó y disparó, pero ya no le quedaban balas en la recámara. Asustado, el testigo se detuvo en seco y se escondió en los baños de la planta baja.

La huida
Roger L. salió armado del club, se despidió con la mano de los compañeros que estaban en el bar de la planta de arriba y se dio a la fuga.
Por el camino secuestró a un total de cinco personas: primero a un matrimonio de octogenarios, que fueron obligados a llevarlo hasta una gasolinera de Granollers; luego a una mujer, a quien amenazó para llevarlo hasta la capital catalana; y, finalmente, a dos chicas jóvenes a las que amedrentó con una de las pistolas que llevaba y a quienes obligó a que lo llevaran hasta Murcia.

La detención
Las chicas llegaron el domingo a primera hora de la mañana a Murcia, después de conducir cerca de 600 kilómetros durante seis horas secuestradas. Viajaron hasta la estación de tren de la capital. Allí el pistolero las dejó libres.

Roger L. S., con el Club de Tiro de Precisión de Granollers de fondo
A continuación, las chicas llamaron a la policía relatando lo que les había sucedido e informando dónde se encontraba su secuestrador.
Dos agentes de la Policía Nacional, Héctor y Jesús, entraron en el hall de la estación e identificaron a Roger, que, tras advertir la presencia de la policía, hizo amago de sacar una de las pistolas que llevaba encima. Al ver un movimiento sospechoso, los dos policías se lanzaron sobre él, reduciéndolo y desarmándolo.
A prisión
Tras pasar a disposición judicial, un juez de Murcia ordenó su ingreso en prisión acusado de los presuntos delitos de homicidio o asesinato, tenencia ilícita de armas y delito de resistencia o atentado a la autoridad, todos ellos en conexión con delitos leves de lesiones.